La natación siempre ha sido considerada una de las actividades deportivas más completas y que cuenta con beneficios claros para la salud física. Sin embargo, sus beneficios se extienden más allá de la condición física y llegan al ámbito socioemocional, especialmente en los que se refiere a la salud mental de los niños.
La natación ayudará a los más pequeños a mejorar su coordinación, el equilibrio, la flexibilidad, la agilidad, la velocidad y la fuerza muscular. Además previene la obesidad y ayuda a mantener a raya el colesterol, así como favorecer la capacidad cardiaca y respiratoria de los niños.
A nivel físico, esta disciplina es un deporte muy completo que físicamente exige del trabajo de todo el cuerpo. Si hablamos de los niños, la natación les puede ayudar a minimizar los riesgos de sufrir lesiones, además de mejorar la condición cardiovascular y aumentar su resistencia física. De la misma forma, incrementa la fuerza al desarrollar las habilidades psicomotrices.
Natación y desarrollo social
El desarrollo socioemocional es un aspecto crucial del crecimiento humano y es clave cuando hablamos de niños. Es un proceso que abarca nuestra capacidad para interactuar efectivamente con el mundo, comprendiendo y expresando emociones de manera adecuada. Este desarrollo se inicia desde la temprana infancia y se extiende hasta la adultez.
En particular, la infancia es una etapa crucial para el desarrollo socioemocional. Durante estos primeros años, los niños empiezan a comprender sus propias emociones, así como las de los demás, aprenden a interactuar, comunicarse y a forjar relaciones con los que tienen a su alrededor. Las experiencias positivas y el entorno adecuado durante estos años son fundamentales para un desarrollo socioemocional saludable.
Beneficios socioemocionales de la natación
La natación no solo es un deporte, sino también un entorno enriquecedor para el desarrollo socioemocional de los niños. Aquí te explicamos cómo puede beneficiar a tu hijo:
- Desarrollo de autoestima y confianza. Al aprender y perfeccionar una serie de habilidades en la natación, los niños ganan confianza en sus propias habilidades, lo que contribuye a una autoestima positiva. Sentirse bien con ellos mismos es clave para que puedan tener una relación sana también con los demás.
- Manejo del estrés y la ansiedad. “El contacto con el agua tiene un efecto naturalmente relajante. Además, como con cualquier ejercicio, la natación promueve la liberación de endorfinas, los ‘químicos de la felicidad’, que pueden ayudar a aliviar el estrés y la ansiedad de los más pequeños”, nos explican desde SeaHack, expertos en deportes acuáticos.
- Promoción de la socialización. Las clases y equipos de natación ofrecen un ambiente social en el que los niños pueden interactuar con sus compañeros. Aprenden a cooperar, trabajar en equipo y respetar las reglas y a los demás. Sentirse parte de un grupo es muy importante para el futuro de esos pequeños, que se sentirán bien en sociedad y aprenderán a relacionarse con otros niños que pueden no ser iguales a ellos.
- Mejora de la concentración. “Nadar requiere de concentración constante en la técnica, la respiración y la coordinación. Estas habilidades pueden ser transferibles a otras áreas de la vida del niño, como la escuela y las tareas domésticas”, añaden los expertos.
- Resiliencia y perseverancia. Al enfrentarse a desafíos en la natación, como aprender una nueva técnica o mejorar un tiempo, los niños aprenden a ser resilientes y a perseverar, habilidades valiosas para enfrentar las dificultades de la vida. Superar retos, enfrentarse a posibles fracasos y tener una meta es clave para el correcto desarrollo de los pequeños de la casa.
La natación como herramienta de vida
La natación puede convertirse en una verdadera herramienta para la vida para muchos niños, proporcionándoles un entorno seguro y constructivo para crecer y aprender. Según David Meca, ex nadador olímpico español, "la natación me enseñó mucho más que simplemente moverme en el agua. Me ayudó a desarrollar disciplina, resistencia y el valor de la perseverancia. Las lecciones que aprendí en la piscina se han transferido a todas las áreas de mi vida".
Con estos beneficios, está claro que la natación es mucho más que un simple deporte. Es una herramienta poderosa para el desarrollo socioemocional de los niños, que les proporciona habilidades valiosas para la vida. Así que, ya sea en el mar, en un lago o en la piscina de tu ciudad, anima a tus hijos a sumergirse en la natación. No solo estarán mejorando su salud física, sino también construyendo una base sólida para su bienestar emocional y social.
¿Cuándo apuntarle a natación?
Para un mejor aprovechamiento de la natación en los niños debemos saber que este aprendizaje se divide habitualmente en dos fases. En la primera, que dura de seis meses a dos años, los pequeños aprenden a moverse en el agua y a jugar de forma lúdica. Los bebés empiezan a tener nociones de espacio y tiempo, aumentan su resistencia y aprenden a moverse en la piscina con mayor independencia.
En la segunda fase, entre los tres y los cuatro años, el niño aprende a moverse de un lado a otro, por lo que esta etapa se conoce como propulsión. A partir de ahí, los niños comenzarán a desarrollar la habilidad de nadar en los diferentes estilos y a partir de los siete años podrán perfeccionar las técnicas de esos estilos.
Si estás considerando introducir a tu hijo al mundo de la natación, aquí te dejamos algunos consejos para fomentar la práctica de esta disciplina entre los niños:
- Elige el momento adecuado. Se recomienda que se introduzca a una edad temprana, a menudo desde los tres años, pero la edad correcta puede variar dependiendo del niño.
- Encuentra un buen programa de natación. Un buen programa debe tener instructores calificados, enfocarse en la seguridad en el agua y proporcionar un ambiente de aprendizaje divertido y positivo.
- Sé un modelo a seguir. Si disfrutas de la natación y la practicas regularmente, como sucede con cualquier tipo de deporte, es más probable que tu hijo también se interese por este deporte.
- Apoya y motiva. “Celebra sus logros, alienta su progreso y estar allí para ellos cuando las cosas se pongan difíciles. Recuerda, el objetivo es que tu hijo disfrute de la natación y obtenga todos los beneficios que este deporte puede ofrecer”, afirman desde SeaHack.
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