El embutido es una de las opciones más socorridas a la hora de comer o cenar. También es una de las tapas preferidas de los bares, y lo cierto es que combina de maravilla con las cervezas y los vinos, y que es perfecto para tomarlo tanto a media mañana como a medi atarde.
No obstante, y a pesar de que con pan entra solo, el fiambre no es tan sano como creemos. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconseja su consumo, al relacionarlo con el cáncer. Además, lo que compramos en el supermercado tiene demasiadas mezclas y muy poca carne.
Sin embargo, no todos son iguales y tampoco todos engordan igual. Vamos a ver qué diferencias hay entre ellos y si los podemos comer su estamos en proceso de adelgazamiento.
Qué embutidos son mejores si queremos adelgazar
La mayoría de los fiambres y embutidos son ricos en grasas saturadas, colesterol y sodio. Los que más grasa tienen son el chorizo, las salchichas, el salami, el choped, el salchichón y la mortadela; y los que menos y, por tanto, sí podemos comer con moderación si queremos adelgazar son son el jamón serrano, el jamón cocido o 'york', y las pechugas de pollo y pavo, ya que son las carnes más magras.
Lo ideal es leer las etiquetas de la charcutería que compramos y elegir aquella que no contenga mucho sodio ni nitratos o nitritos añadidos. “El pavo y el jamón son mejores opciones que el salami, la mortadela o el pastrami, porque son más bajos en sodio, calorías y grasas”, asegura la nutricionista Keri Gans, autora de The Small Change Diet, que insta además a que busquemos los fiambres 'delicatessen' del súper, ya que, aunque un poco más caros, contienen menos conservantes y, por lo tanto, menos sodio.
A continuación, vemos la diferencia en composición nutricional por 100 gramos entre (de izquierda a derecha) el pavo, el jamón cocido, el jamón serrano y el chorizo:
Se pueden comer, pero con moderación
Los expertos, como Gans, no instan a que dejemos de comer fiambre, pero tampoco nos animan. Piden precaución y moderación, y, obviamente, que elijamos las opciones más sanas.
Si necesitas decantarte por una opción sí o sí, opta por el jamón serrano, pues es el más sano y el que más grasas buenas tiene. Eso sí, intenta no comerte la parte grasa, que distinguirás por ser de color blanco.
El pavo es más light pero si te fijas en la composición, la mayoría sólo lleva un 50% de carne, y el otro 50% vete tú a saber qué es. Tampoco está prohibido, como el york, pero lo mejor es que limites al máximo su consumo. Si sigues una dieta equilibrada y comes las suficientes verduras, frutas y proteínas, no hay excesivo problema en que tomes fiambre de vez en cuando. No obstante, lector, debes ser consciente de que no es sano y de que la OMS lo ha relacionado con el cáncer.
¿Comes mucho fiambre?
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