La estética oncológica abarca el cuidado de la piel tanto antes del tratamiento oncológico, como durante y después, teniendo en cuenta el tipo de cáncer, el estadío, el tratamiento recibido por el paciente -en su mayoría mujeres- y, por supuesto, siempre bajo la supervisión de su médico oncólogo.
Cuando una persona se somete a un proceso oncológico los tratamientos resultan tan agresivos que afectan de manera directa al estado físico y como consecuencia esto ocasiona un impacto personal y una repercusión social en la imagen de la persona afectada teniendo un impacto importante en la parte psicológica del paciente.
“En este duro proceso, los tratamientos como la quimioterapia o la radioterapia generan también efectos secundarios en la piel como deshidratación extrema, piel reactiva, labios resecos, erupciones cutáneas, picores, sensibilidad, pérdida del cabello… En este punto entra en valor la estética oncológica como una terapia efectiva para recuperar la autoestima y una alternativa para evitar el impacto producido por los efectos secundarios de las terapias contra el cáncer”, nos dice Vicky Moraleda, profesional de referencia en estética oncológica y creadora y directora del Máster en Estética Oncológica.
Es muy importante siempre asistir a profesionales cualificados en estética oncológica, solicitar referencias y tener una consulta previa. Tanto las técnicas utilizadas como los cosméticos para pacientes oncológicos deben restaurar la fisiología de la piel es decir aliviar, calmar, hidratar, nutrir y proteger en función de las manifestaciones cutáneas durante todas las fases del tratamiento.
“Una de las herramientas terapéuticas que más aceptación tienen entre las pacientes es la del maquillaje correctivo, utilizado para corregir imperfecciones, alteraciones pigmentarias, rediseñar cejas y disimular la pérdida de pestañas para que tu piel luzca natural y saludable”, nos dice Moraleda.
“Uno de los mitos que conviene desmentir es que los masajes están contraindicados durante la enfermedad, ya que siempre que los de una persona cualificada con la presión adecuada pueden llegar a aliviar las posturas antiálgicas; dolores musculares y pesadez en las extremidades además de mejorar el estado emotivo y mental del paciente”, aclara. Por supuesto, siempre hay que consultarlo con el médico.
La estética oncológica permite que la piel del paciente esté en óptimas condiciones para recibir los tratamientos aportando confort y bienestar, además de devolver la autoestima, el equilibrio y la confianza al paciente, lo que repercute de forma positiva a la hora de enfrentarse a su enfermedad. “No olvidemos nunca que cuerpo, mente y espíritu van unidos, y que ahora más que nunca es el momento de cuidar de ti”, añade.
Qué pacientes solicitan estética oncológica
Si bien es cierto que cuando una persona es diagnosticada de cáncer lo primero en lo que piensa es en recibir lo antes posible el tratamiento, también ocurre que transcurrido un tiempo cuando los cambios físicos comienzan a tener más presencia en la vida del paciente, la estética oncológica les devuelve la confianza y el amor por su cuerpo, aportando fortaleza emocional quedando científicamente demostrado que al minimizar en la medida de lo posible estos cambios físicos el paciente afronta con más fuerza el tratamiento oncológico, recuperando la confianza en sí misma/o y mejorando su calidad de vida.
En su mayoría son mujeres, aunque se desconoce aún mucho esta especialidad y queda un gran recorrido por hacer. “Aún muchas pacientes se sorprenden porque no sabían que había especialistas enfocadas en el cuidado de la piel ni nada parecido que los pudiese acompañar en este duro proceso. Tampoco en los hospitales hay información al respecto con lo cual a no ser que su esteticista habitual tenga esta especialidad o alguien se lo haga saber, no tienen ni idea”, nos dice la experta.
El servicio que más se suele solicitar es el de maquillaje terapéutico el cual logra un efecto buena cara, simula pestañas y “les proporciona una imagen más positiva, haciendo que se enfrenten mejor a su día a día”.
Fases del tratamiento estético oncológico
FASE 1. Antes de comenzar el tratamiento médico. Es el momento de preparar la piel, con tratamientos confortables que aportan bienestar y que, de manera preventiva, mejoran su calidad y aspecto. “Limpieza e hidratación son técnicas que se realizan en cabina enfocadas a cuidar la piel antes del tratamiento oncológico. Si va a haber pérdida de pestañas y cejas, se recomienda micropigmentación o microblading”, explica Moraleda.
FASE 2. Durante el tratamiento. En esta fase se realiza un tratamiento conservador y de apoyo al tratamiento específico de cada paciente. “Comienzan a aparecer síntomas como sequedad, irritaciones de la piel, pérdida de cabello y vello facial en cejas y pestañas. Realizaremos tratamientos suaves en cabina para hidratar la piel, recomendación de fotoprotector de amplio espectro y maquillaje terapéutico”, añade la experta.
Se trata de “dar un acompañamiento durante la enfermedad y soluciones eficaces y personalizadas a cada paciente para las afecciones de la piel es una combinación ganadora que ofrece mejoras en su salud general”. Por todo esto, los profesionales deben tener la formación adecuada y estar en contacto directo con las unidades de oncología de los centros médicos para poder trabajar de forma alineada con el personal sanitario. “Esta es una de las grandes carencias de la sanidad, la ausencia de protocolos que incorporen la figura del esteticista oncológico"
"A los profesionales de estética oncológica no se les da acceso a estas unidades o áreas, lo que impide que podamos tratar de forma más integrativa al paciente oncológico, minimizando las afecciones que ocasionan los tratamientos en la piel para facilitar de este modo la adherencia a los tratamientos médicos que recibe el paciente, al mismo tiempo que mejoramos la actitud del paciente frente a la enfermedad”, reclama la experta. En la actualidad, son pocos los hospitales que ofrecen tratamientos estéticos oncológicos a sus pacientes y la mayoría lo hacen a través del voluntariado.
FASE 3. Después del tratamiento médico una vez dada el alta. “Evaluar el estado de la piel y, llegado el momento tras el duro proceso vivido, equilibrar la piel y revitalizarla, utilizando vitaminas esenciales”, concluye.
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