Un estudio de Choco Krispies de Kellogg desvela cuáles son los principales desafíos en cuanto a los hábitos y preocupaciones de los españoles respecto al desayuno en familia. La encuesta ha sido realizada por la agencia de investigación de mercados More Than Research Group y ha contado con la participación de 1.350 familias españolas con hijos entre 6 y 15 años.
Lo más valorado por el 72% de los padres es que los alimentos sean saludables, nutritivos y ayuden a seguir una dieta equilibrada. A pesar de que el desayuno es uno de los buenos momentos del día, según afirman el 97% de los padres encuestados, genera algunos desacuerdos entre padres e hijos.
Y es que mientras que los padres se preocupan por la calidad del desayuno, cuidando tanto que el ambiente sea positivo y de buen ánimo (un 53%) como el aspecto nutricional (un 34%); sus hijos están más interesados en tomar lo que le gusta y que los alimentos estén ricos (62%).
Los padres ceden ante los hijos
Del estudio se desprende que la disputa se resuelve casi siempre con acuerdos, ya que un 88% de los padres afirma que deciden junto con sus hijos lo que se toma en el desayuno, admitiendo que en ocasiones ceden ante las preferencias de los niños.
La psicóloga especialista en psicoeducación y docente universitaria, Úrsula Perona, apoya la actitud de los padres, apuntando que "los expertos recomiendan que la alimentación no se convierta en un motivo de conflicto, ya que esto puede resultar aún más contraproducente. Sería ideal poder disfrutar del desayuno sin problemas y en familia".
Desayunos "solitarios"
Y es que con quién se comparte el momento del desayuno es otra de las cuestiones abordadas por la investigación. Sólo una de cada tres familias encuestadas afirma que desayunan siempre en familia, pesé a que el 77% de los niños piensan que si se lo pasan bien con su familia durante el desayuno el día les irá mucho mejor.
Hasta el punto de que la mayoría de los niños (un 59%) prefieren desayunar acompañados de su familia aunque eso suponga tener que renunciar a ver la tele o jugar con la tableta o el teléfono móvil. Entre los resultados de la encuesta también se desprende que 6 de cada 10 padres admiten dejar a sus hijos ver la televisión o usar aparatos tecnológicos durante el desayuno, aunque en su mayoría (49%) solo en ocasiones especiales o fines de semana.
Según Úrsula Perona, "igual con menos tecnología en la mesa a la hora del desayuno, convertiremos un momento de aislamiento, en un momento de convivencia familiar y comunicación". La experta añade que "cuando nuestros hijos cumplen 10-12 años parece que los padres nos relajamos y nos echamos una siesta educativa, pensamos que ya lo tenemos todo hecho. Sin embargo, es una de las etapas en las que más nos necesitan. Por eso, cuidar el momento del desayuno debería seguir siendo importante a esa edad".
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