La inflamación abdominal es uno de los problemas digestivos más comunes. Y es que todos, en algún momento de nuestra vida, hemos notado la tripa hinchada, sobre todo después de alguna comida. Una molesta sensación que muchas personas sufren de manera habitual, llegando incluso a condicionar su día a día.
Tal y como señalan los expertos, y confirman estudios como el llevado a cabo por la doctora Jacqueline Wolf, profesora asociada a la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard y gastroenteróloga en el Centro Médico Israel de Boston, gran parte de los casos de inflamación abdominal se deben al consumo de determinados alimentos, responsables de gran parte de los problemas digestivos.
Así, evitando el consumo de dichos alimentos podemos combatir la inflamación abdominal. Sin embargo, esta no es la única solución. Ya que las causas de la hinchazón son varias, los expertos recomiendan seguir unos sencillos consejos para evitar sufrir esta molestia.
Consejos para evitar la inflamación abdominal después de las comidas
Como comentábamos, la inflamación abdominal después de las comidas puede tener diferentes causas, entre ellas, una digestión lenta o pesada o la producción excesiva de gases por la fermentación de los alimentos que hemos tomado.
Según apuntan los expertos, podemos evitar, o al menos reducir en parte, la hinchazón siguiendo unos sencillos consejos:
-Adelantar la hora de la cena y controlar los alimentos: según los expertos, cenar alimentos ligeros y fáciles de digerir y adelantar la hora de la última ingesta del día, por lo menos dos horas antes de dormir, ayuda a reducir la hinchazón. Así, daremos tiempo suficiente para que el cuerpo digiera los alimentos.
-Evitar el consumo de algunos alimentos que dificultad la digestión o producen gases. Es el caso de las legumbres; las bebidas gaseosas; los alimentos ricos en grasas con un alto nivel de sodio, como los embutidos, que además de que pueden irritar el sistema digestivo, promueven la retención de líquidos; algunas verduras que favorecen la inflamación abdominal como los espárragos o las coles de Bruselas; o los alimentos con un alto contenido en azúcares, que pueden provocar fermentación en el intestino.
-Infusiones: gracias a sus propiedades, encontramos varias infusiones capaces de reducir la inflamación abdominal. Así, tomar una infusión de menta, de jengibre o de manzanilla después de la comida, puede convertirse en efectivo remedio para facilitar la digestión.
-Mantenerse hidratado durante todo el día: beber agua es siempre un aspecto clave para una buena salud, pero además, ayuda al funcionamiento del sistema digestivo. Son muchos los expertos que recomiendan comenzar el día con un vaso de agua tibia en ayunas para activar el metabolismo nada más levantarse.
-Cuidar la postura: tal y como apuntan desde la Universidad de Harvard, la postura que tiene nuestro cuerpo después de comer también influye en la digestión. Así, además de recomendar caminar después de cualquier comida, señalan que la postura idónea para estar sentados es con la espalda recta, ya que adoptar una posición con la espalda encorvada puede ejercer presión en el abdomen, provocando problemas y molestias digestivas.
-Incrementar la ingesta de alimentos con fibra: es importante evitar situaciones de estreñimiento, ya que la acumulación de heces en el intestino favorece la aparición de gases.
-Masticar despacio: puede parecer algo irrelevante, pero nuestra forma de masticar los alimentos también influye en la digestión, y con ello en la inflamación abdominal. Lo recomendable es masticar despacio y sin distracciones, ya que de lo contrario, puede producir gases que alteren el proceso digestivo. Algo que ocurre, por ejemplo, cuando se mastica chicle, una práctica que puede introducir grandes cantidades de aire en el estómago.
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