Hablar de sexo con tu pareja es algo que debes empezar a hacer si quieres tener una relación más fuerte y saludable. La comunicación sexual fortalece los vínculos, ayuda a conocer mejor los gustos y deseos del otro y favorece una vida sexual más plena y satisfactoria. Pero, ¿cómo llevarlo a cabo si no es lo habitual en una pareja? ¿Cuál es el mejor momento para hacerlo?
Una comunicación fluida entre los dos miembros de una pareja solo aporta beneficios a la relación. Y en el caso de las relaciones sexuales, muchos más todavía.
Hablar, explicar qué sentimos y cómo nos sentimos, si queremos unas cosas u otras en las relaciones íntimas o comunicar al otro que estamos pasando por un momento de cambio en el plano sexual, nos ayudará a estar más felices con nosotros mismos y, por lo tanto, con la otra persona con la que tenemos una relación sentimental o íntima.
Según un estudio realizado por el Centro de Investigación en Salud Sexual de la Universidad de Southampton y recogido por la revista BMJ Journal analizando los datos de la tercera Encuesta Nacional de Actitudes y Estilos Sexuales, la mayor investigación sobre el estilo de vida sexual en Estados Unidos, tanto aquellos hombres como mujeres a los que les resultaba fácil tener una conversación sexual con su pareja, tenían menos probabilidades tener un deseo sexual bajo o muy bajo. Concretamente, el estudio confirmó que para las mujeres, esa comunicación con su pareja es muy importante para incentivar el interés sexual por el otro.
En muchas ocasiones, sobre todo al inicio de una relación, muchas personas no son capaces de contar a la otra persona cuáles son sus gustos o apetencias sexuales por vergüenza o por no hacer sentir mal al otro si está haciendo algo que no nos provoca la excitación necesaria para una actividad sexual satisfactoria.
Hay veces en las que la falta de experiencia puede hacer que un miembro crea que está haciendo todo bien cuando no es así, porque además cada persona es un mundo y también es así en el sexo.
Esto puede dar lugar a decepciones, frustración y hasta a una falta de deseo sexual que puede llevar a una ruptura tal vez inesperada para una de las dos partes. También cuando la pareja lleva un tiempo y está consolidada pueden darse estas situaciones incómodas y frustrantes. La rutina o los cambios en el humor también influyen a la hora de tener sexo, con la edad vamos cambiando, nos excitan más o menos unas cosas u otras y esto debemos hacérselo llegar a la otra persona.
Ante esto, la mejor forma de combatir esas situaciones es hablando. Aquí la comunicación es esencial para hacer entender al otro lo que nos gusta, lo que no nos gusta o lo que nos gustaría hacer o probar en una relación íntima. La otra persona debe hacer lo mismo y así ambos sabrán cómo actuar para hacer que la pareja disfrute de cada relación sexual.
Cómo hablar de sexo con tu pareja
A algunas personas, hablar de temas sexuales les puede provocar incomodidad, pero debemos entender que es algo natural como la vida misma. Si cuando nos preocupa algo en el trabajo o en el entorno familiar lo hablamos abiertamente con nuestra pareja, ¿por qué no hablar igual de sexo si es algo que nos inquieta o que nos hace no ser plenamente felices?
Para comenzar esa conversación, puedes empezar destacando las cosas que te gustan de las relaciones con la otra persona y buscando puntos positivos que te llenan cuando tienes sexo con tu pareja. Otra buena forma de afrontar esta conversación por primera vez es preguntándole a la otra persona qué es lo que a él o a ella le gusta o qué actividades sexuales son las que más le excitan, qué fantasía sexual le gustaría cumplir o cuáles son sus preferencias a la hora de mantener una relación sexual.
A partir de ahí puedes plantearle qué es lo que a ti te gusta hacer, que te hagan y también cuáles son tus fantasías y los límites que nunca vas a traspasar, para que todo quede claro entre los dos.
Según una encuesta de la marca Bijoux, el 21 por ciento de los hombres finge el orgasmo y más de la mitad de las mujeres lo ha hecho alguna vez en su vida. ¿Por qué fingir y tener una vida sexual poco satisfactoria cuando puedes disfrutar del sexo teniendo una sencilla conversación?
¿De qué vais a hablar?
Es importante contarle al otro (y conocer su respuesta) dónde quieres que te toque y qué es lo que más te excita a la hora de afrontar los preliminares en el momento anterior a la relación sexual completa. Explícale cómo de rápido te gusta que lo haga y qué presión debe ejercer para estimularte y dile qué es lo que te gusta y lo que no te acaba de convencer para llegar al orgasmo con más facilidad. Y haz preguntas al otro para que la charla sea más fluida, consigas conocerle mejor y saber qué le gusta, y logréis que la conversación sea incluso un momento excitante.
Por supuesto, deja claro qué tipo de actividad sexual no quieres tener, exprésale con detalle y siendo concreto lo que no quieres hacer con palabras y no solo con lenguaje corporal. Además, si has hecho algo que luego no te apetece repetir, también díselo para que los límites queden claros para los dos y tengáis una relación sana y sincera.
Es importante también proponer y explorar nuevas prácticas sexuales, nuevas posturas que os hagan disfrutar a ambos y hasta introducir en vuestras rutinas sexuales juguetes sexuales para alcanzar el orgasmo de una forma más divertida y excitante. Sé positivo y asertivo, deja las discusiones para otros temas, en este se trata de construir juntos y no de echar en cara nada al otro o hacer que se sienta acorralado o juzgado.
Estas charlas no hace falta tenerlas todos los días, pero quizá una vez a la semana, cuando estéis relajados, durante una cena para dos, es una buena manera de mejorar vuestra confianza y, con esto, vuestras relaciones sexuales.
