Comúnmente conocido como ‘mal aliento’, la halitosis es un motivo bastante frecuente de consulta médica. Y es que, aunque a muchos les avergüence reconocerlo, afecta a un importante porcentaje de la población.
Según la SEPA (Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración), alrededor del 30 por ciento de la población adulta padece o ha padecido halitosis en alguna ocasión, aunque algunos estudios aseguran que esta cifra alcanza el 50 por ciento.
“Se define como el conjunto de olores desagradables u ofensivos que emanan de la cavidad bucal, independientemente de su origen”. Así define dicha sociedad a este problema, del que existen varias categorías, dependiendo de su origen, y que en ocasiones requiere del diagnóstico y tratamiento por parte de un especialista.
Convivir o mantener una conversación con alguien con mal aliento puede llegar a ser complicado, pero más aún lo es para el que lo sufre. De hecho, existe una fobia, conocida como halitofobia, que genera una obsesión por tener mal aliento, incluso en quien realmente no lo sufre.
Normalmente, la halitosis está ocasionada por las miles de bacterias que se originan en nuestra boca y que producen compuestos azufrados con los restos de alimento que se quedan en la cavidad bucal. En otros casos, puede ser causado por enfermedades o medicamentos.
En la mayoría de las ocasiones, combatir el mal aliento está en nuestra mano. Y aunque la higiene bucodental es una parte importante, también existen alimentos que debemos desterrar (o al menos controlar) de nuestra dieta.
Alimentos que provocan mal aliento
Los expertos aseguran que la alimentación influye directamente en nuestra salud, incluida la bucal. Y no solo se refieren a los alimentos que pueden manchar o desgastar nuestros dientes, sino también a los que afectan al aliento.
Según desvelan los estudios, existen algunos alimentos que por su composición, favorecen a la halitosis y que deberíamos evitar si sufrimos este problema:
- Ajo: aunque son muchos los estudios que confirman los beneficios del ajo, también hay que tener en cuenta que es uno de los alimentos que más favorecen el mal aliento. Y es que el ajo no solo deja huella en la boca, donde el fuerte olor es evidente, además, los compuestos sulfúricos entran en nuestro organismo y pasan a la sangre, lo que hace que el olor permanezca mucho más tiempo.
- Cebolla: al igual que ocurre con el ajo, el olor de la cebolla persiste bastante tiempo después de haberlo consumido.
- Rábano: a pesar de que su aroma es dulce, se trata de un alimento ácido que favorece la aparición de bacterias en la boca. Además reduce la producción de saliva, por lo que potencia la sequedad y el mal olor. Su sabor, ligeramente picante, también permanece en la boca durante tiempo.
- Brócoli: al igual que otras verduras de su misma familia, como el repollo o la coliflor, el brócoli es un alimento rico en azufre, que una vez que se digiere se libera en sangre genera mal olor.
- Café: aunque su aroma y su sabor sea considerado una delicia por los amantes del café, también favorece la halitosis. Se trata de un alimento que reduce la producción de saliva haciendo que la boca esté seca, convirtiéndose en un caldo de cultivo para las bacterias. Además, muchas personas toman el café con leche, siendo los lácteos otros enemigos del aliento.
- Los lácteos: tal y como desvelan diversos estudios, las baterías naturales de la boca se alimentan de los aminoácidos que contienen los productos lácteos como la leche o el queso, produciendo un mal aliento.
- Zumo de piña: a pesar de su sabor dulce y los beneficios que tiene la piña para nuestro organismo, su zumo puede provocar halitosis. Al tratarse de una fruta ácida, reduce la producción de saliva y favorece la aparición de bacterias.
- Alcohol: además de ser perjudicial para la salud, el consumo de alcohol deja mal aliento, disminuye la producción de saliva y aumenta la cantidad de bacterias en la boca que generan mal aliento.
Cómo combatir el mal aliento
Una de las claves que apuntan los expertos para combatir el mal aliento es beber agua. De esta manera, no solo hidrataremos nuestro organismo, también estimularemos la producción de saliva y eliminaremos los posibles restos de alimentos de la boca, causantes del crecimiento de bacterias que produzcan ese mal olor.
El consumo de infusiones de hierbas aromáticas como la menta, el romero, o el cilantro también nos puede ayudar a luchar contra la halitosis. Al igual que masticar chicles mentolados, siempre sin azúcar, durante unos minutos.
Al igual que existen alimentos que favorecen la aparición de mal aliento, también algunos lo combaten. Como el yogur, uno de los probióticos más admirados, cuyas bacterias contrarrestan la acción de las que ocasionan el olor bucal.
Investigaciones recientes también señalan al jengibre como aliado contra el mal aliento, concretamente a uno de sus componentes que estimula una enzima de la saliva que descompone las sustancias malolientes.
Existen también algunos hábitos que perjudican nuestro aliento, como hacer dieta. Y es que, según aseguran los expertos, los ayunos prolongados tienden a provocar halitosis porque se provoca un estado de hipoglucemia que hace que nuestro cuerpo utilice vías metabólicas alternativas.
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