Siempre se ha dicho que para perder peso hay que aplicarse lo siguiente: desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo. Todos conocemos este dicho, y tiene parte de razón, aunque más que las cantidades debemos fijarnos en la hora en la que tomamos la última comida del día.
Es de sentido común pensar que lo que comemos por la noche nos engorda más, ya que no nos movemos apenas y nuestro metabolismo se va ralentizando según cae la noche. Todo esto está además probado por la ciencia, que ha determinado que, efectivamente, si comemos a altas horas de la noche, además de a nuestras horas habituales, tendremos a aumentar de peso.
Aunque no hay un horario establecido en el que debamos dejar de comer por la noche, ya que cada persona es un mundo, sí que puedes determinar qué se adapta mejor a tus circunstancias personales.
La hora exacta a la que debes dejar de comer por la noche (si quieres perder peso)
Para que puedas determinar a qué hora es mejor que dejes de comer por la noche, has de fijarte en tu ritmo circadiano, que es tu reloj corporal. Éste puede influir en tu hambre, absorción de nutrientes, sensibilidad a la insulina y la rapidez del metabolismo.
Así pues, para que coincida con tu reloj biológico, la ventana de alimentación recomendada debe ser menor o igual a 8 a 12 horas al día. Comer fuera de este tramo puede hacer que tu cuerpo procese las calorías de manera menos eficiente, lo que puede contribuir al aumento de peso, tal y como han determinado varios estudios.
Si desayunas a las 8 de la mañana, tu última comida del día debe ser entre las 16 y las 20 horas
Esto significa que si desayunas a las 8 de la mañana, tu última comida del día debe ser entre las 16 y las 20 horas. De esta forma tan sencilla, conseguirás perder peso de manera rápida, controlar los antojos, el hambre, acelerar el metabolismo y tener más energía.
Si te parece poco probable que la cena la hagas a las 20 horas –es decir, a las ocho de la tarde–, hay un truco que te puede servir: levantarte y tomar un café solo (solo, o sea, sin azúcar ni leche) y luego a las 10 horas ya desayunar. De esta forma, puedes hacer la cena a las 22 horas.
Si no sigues esta regla y te alimentas por un periodo de más de 12 horas al día, seguidas, puedes aumentar tu riesgo de obesidad, diabetes y enfermedades cardiacas. Y si la cumples, no sólo conseguirás perder peso, sino que además mejorará tu nivel de azúcar en sangre, tu presión arterial y controlarás más tu apetito.
Otros trucos para cumplir el plan: infusiones y huevos para cenar
Sabemos que es difícil, sobre todo en vacaciones, cumplir con el horario mencionado. Podemos dejar de ingerir alimentos a las 22 horas, pero ¿y si nos ponemos una película y al acabar nos entra hambre? Para que esto no nos pase, podemos matar el gusanillo con una infusión. Son cero calóricas y asientan el estómago, quitándonos ese antojo de comer más cuando ya hemos cerrado la ventana de alimentación del día.
Otro truco consiste en tomarte un huevo por la noche, cocido, a ser posible, en tu última comida. "Descubrí que comer un poco de proteína por la noche antes de dormir, unos 6 gramos, que es el equivalente de un huevo, hace que el nivel de azúcar en la sangre se mantenga estable durante la mayor parte de noche", dijo Nick Bitz, médico, en una reciente charla en Nueva York.
Los huevos, además, son uno de los mejores alimentos para perder peso, ya que son ricos en proteínas, grasas saludables, aumentan la sensación de saciedad y son muy bajos de calorías. Un estudio realizado en mujeres con sobrepeso demostró que comer huevos aumentaba la sensación de saciedad y hacía que las participantes comieran menos durante las siguientes 36 horas.
Y esto es todo por hoy, lector. ¿Sabías todo esto?
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