El hotel Relais& Château Orfila es una de esas pequeñas joyas que dan valor añadido a cualquier ciudad. Un palacete decimonónico totalmente restaurado que, con tan sólo 20 habitaciones y 12 suites, resulta ser todo un oasis.
Ahora, esta mansión que fue residencia de una familia de la alta burguesía a principios de siglo pasado, cumple 20 años como hotel de cinco estrellas. Situado en una pequeña y tranquila calle de la mejor zona de Chamberí, traspasar sus puertas supone entrar en otro mundo: un absoluto remanso de paz en la gran ciudad.
Cada detalle cuenta
Verónica García Castelo, una de las pocas mujeres en España que es propietaria de hotel y que dirige asimismo el Orfila, afirma para Vozpópuli que “somos un hotel- boutique, de pocas habitaciones, en los que cada detalle cuenta. Nosotros en concreto intentamos darle un estilo de casa particular”.
El cotizado interiorista Lorenzo Castillo ha renovado la decoración del hotel respetando el estilo inicial para darle un toque más actual
Ser los anfitriones y acoger a sus huéspedes es la filosofía que impera en este lujoso recinto, una empresa que también cuenta con los hoteles Príncipe Pío y Haroma, el primero más funcional y el segundo, otro Relais& Châteaux cinco estrellas en el barrio de Salamanca.
Clásico y actual
Ya desde la entrada se respira un ambiente refinado y pausado. Todo está absolutamente a punto: desde la gran composición floral que siempre nos recibe en el hall a esas obras de arte originales de los siglos XVIII y XIX, piezas de la colección privada de los propietarios.
A este valor de base se suma el interiorismo del profesional Lorenzo Castillo, quien ha sabido respetar el estilo inicial y darle un toque más actual. Un mundo clásico a base de mármoles, plata, pequeños objetos antiguos… todo distribuido con sumo buen gusto.
Todas las comodidades
Con relevantes premios en su haber, el hotel cuenta con 32 habitaciones- 12 de ellas son suites- decoradas con muebles de época y cada una de manera distinta. En este elegante marco, las estancias cuentan con todas las comodidades, desde wifi gratuito de alta velocidad a bañeras de hidromasaje o aire acondicionado y calefacción independiente.
Además, mini- bar, caja fuerte, servicio de habitaciones 24 horas… todo lo necesario en un hotel de cinco estrellas. Mención aparte merecen las suites, con vestidor independiente o cadena privada de música entre otras comodidades.
Exclusivo y sibarita
El restaurante El Jardín de Orfila es uno de los ejes principales del hotel. Asesorado por el cocinero Mario Sandoval (dos estrellas Michelin), se trata de un mágico rincón con vistas al precioso y recoleto jardín de estilo italiano del hotel. Abierto al público, en este espacio, Lorenzo Castillo ha conjugado a la perfección clasicismo y cierto toque actual en un elegante y luminoso comedor de mesas vestidas de hilo, cubertería de plata o delicado cristal.
Poseen dos menús: Ejecutivo (40 euros) y Degustación (72 euros) que acompañan con una espléndida carta de vinos. Cuando llega el buen tiempo sirven almuerzos o cenas en la bucólica terraza, también abierta para tomar algo. Cuentan con parking propio y aparcacoches.
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