Mosquitos y verano van de la mano. La actividad de los mosquitos está condicionada por el clima: cuando hace calor, los mosquitos están presentes en nuestras vidas; sin embargo, en las estaciones frías, su actividad disminuye o desaparece. Así que, en lugares en los que el clima es cálido durante todo el año, hay mosquitos todo el año. En cambio, en países como España, lo habitual es que los mosquitos comiencen a reaparecer cuando llega el buen tiempo y que vayan desapareciendo cuando los días se vuelven más fríos.
¿Cuál es el problema? Pues el aumento global de las temperaturas, que está favoreciendo que los veranos sean cada vez más largos y los inviernos más cortos y cálidos y esto, inevitablemente, hace que la presencia de los mosquitos se alargue cada vez más en nuestro país y en el sur de Europa, en general.
¿Qué sucedería si dejaran de existir los mosquitos? “Es indudable que para los humanos tendría efectos bastante positivos, como la reducción de enfermedades transmitidas por estos insectos y muchas menos molestias asociadas a sus picaduras. Además, llevaría asociada la reducción del uso de insecticidas y esto beneficiaría al medio ambiente”, explica Celso Clariana, CEO de Glycoscience.
Sin embargo, la lucha contra ellos no se centra en eliminarlos por completo, sino en controlar las poblaciones y reducir su efecto en la salud humana. “Esto es así porque son necesarios en los ecosistemas y su desaparición completa tendría consecuencias impredecibles. Tienen un impacto claro en la cadena alimentaria, ya que sirven de alimento para diversas especies y aunque no de una forma tan significativa como otras especies del mundo animal, juegan su papel en la polinización. Y también tienen un efecto claro en los ecosistemas acuáticos ya que las larvas, además de servir de alimento, favorecen la renovación de nutrientes en el agua”.
Mosquitos: ¿por qué te pican?
¿Por qué a algunas personas les pican y a otras, no? Lo primero es tener claro que cualquier persona puede ser víctima de un mosquito. “Lógicamente, siempre que haya donde elegir, se guiarán por determinadas preferencias. Determinar qué hace que una persona sea preferida sobre otra, ha sido objeto de muchos estudios y podríamos decir que hoy en día sigue sin estar del todo claro”, dice el experto.
Por un lado, se sabe que “pueden detectar el dióxido de carbono que emitimos con nuestra respiración. Y, aunque bien es cierto que emitimos diferentes cantidades de dióxido de carbono dependiendo de la situación, este hecho por sí solo no parece suficiente para explicar las diferencias en la atracción hacia una u otra persona. También se ha apuntado a la temperatura corporal, de modo que una temperatura corporal ligeramente más alta, favorece que te pique un mosquito”, explica Clariana.
Sin embargo, parece que la mayor influencia reside en las sustancias químicas que nos rodean. “Cada persona tiene su propio olor corporal y, aunque no se conocen todas las sustancias que pueden influir, sí se sabe que algunas como el ácido láctico (muy presente en el sudor) atraen a los mosquitos. Incluso se sabe que algunos aromas presentes en perfumes y otros productos cosméticos son especialmente atractivos para ellos”.
Picaduras de mosquitos graves
Por norma general, las picaduras de los mosquitos son molestas pero inofensivas. Para evitar que nuestros hijos sufran las molestias asociadas, conviene utilizar repelentes y ropa protectora cuando se está en zonas en las que es previsible que haya mosquitos. Cuando ya se ha producido la picadura, y aunque no sea lo más habitual, pueden desencadenarse ciertos problemas que nos lleven a consultar a profesionales médicos para evitar problemas mayores.
¿Cuáles serían los signos de alerta de que es una picadura grave? “Si aparece mucha hinchazón, urticaria o, incluso, dificultades para respirar, puesto que son indicativos de una reacción alérgica importante. También si aparecen síntomas de infección. Además, en zonas en las que las enfermedades transmitidas por mosquitos son comunes, habría que tener especial cuidado ante la aparición de fiebre, dolor de cabeza, erupciones cutáneas o cualquier otro síntoma asociado a la enfermedad o enfermedades que circulen por la zona”.
Cabe destacar aquí la importancia de conocer las enfermedades que son endémicas en los lugares a los que viajamos y de tomar las precauciones adecuadas (vacunas recomendadas, uso de repelentes y de ropa adecuada, etc.).
Mosquitos y enfermedades
A nivel mundial, hay muchas enfermedades que se transmiten a través de mosquitos. Algunos ejemplos podrían ser la malaria, el dengue, la fiebre amarilla, el virus del Zika o el virus del Nilo Occidental.
En España, la mayoría de los casos de estas u otras enfermedades son importadas, es decir, se contraen en países donde son endémicas, aunque en los últimos años sí se han registrado algunos casos de dengue autóctono, es decir, transmitido dentro de nuestro país y es previsible que esto empeore con el paso de los años. Según las advertencias de la Organización Mundial de la Salud el cambio climático está favoreciendo la propagación de especies de mosquitos asociadas a la transmisión de este tipo de enfermedades y se cree que, en aproximadamente una década, el dengue se convertirá en una grave amenaza en el sur de Europa.
Evitar las picaduras
¿Es cierto que, si nos ponemos cremas o colonias, los mosquitos irán más a por nosotros? Al igual que los repelentes de mosquitos contienen ingredientes específicos que actúan como disuasivos para los mosquitos, ciertas cremas y colonias pueden contener fragancias que atraen a los mosquitos debido a su olor dulce o floral. A pesar de que el uso de estos productos no provoca que los mosquitos piquen más en sí, si pueden hacer que resultemos más atractivos para los mosquitos.
Además de productos como los repelentes, ¿existen recomendaciones generales para evitar la picadura de los molestos mosquitos? “Para evitar las picaduras existen una serie de recomendaciones básicas como son el uso de repelentes de insectos con ingredientes de eficacia científicamente comprobada y usar ropa que cubra la mayor parte del cuerpo”.
Además, “al amanecer o al anochecer conviene evitar salir al aire libre y mantener las puertas y ventanas cerradas, al ser periodos en los que los mosquitos son más activos. En caso necesario también puede ser recomendable emplear mosquiteras en puertas y ventanas. Por último, se recomienda mantener el hogar limpio y asegurarnos de eliminar cualquier desecho o agua estancada que pueda servir como refugio para los mosquitos”, aconseja.
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