El fiambre de pavo, alimento muy similar al conocido jamón york (aunque más sano el pavo por su procedencia distinta a la del cerdo y tener menos grasas), se ha convertido ya casi en uno de los alimentos imprescindibles en muchas de nuestras neveras, uno de los favoritos a la hora de sacarnos de un apuro y agregar algo de sabor a las comidas: sándwiches, tostadas, tortillas, pizzas, croquetas y un largo etcétera, ya que casa con todo.
No obstante, si se compra ya envasado en forma de paquetes de diversas lonchas, es probable perder la noción del tiempo sobre la fecha en que se abrió el envoltorio y, en consecuencia, que se pase. Entonces, se puede llegar a consumir este alimento en un estado que puede resultar poco saludable e, incluso, peligroso.
Tacto, olfato y vista: nuestros sentidos nos ayudarán a detectar señales
Los principales síntomas de que tu alimento no está en su mejor estado es que adquiere un tacto viscoso y gelatinoso y un fuerte olor más bien desagradable. Esta característica es una consecuencia de que se están desarrollando bacterias, moho y levaduras por la descomposición de dicho producto.
Los expertos nos dicen que estas bacterias son benignas y, a pesar del fuerte olor y sabor, en pequeñas cantidades no resultan perjudiciales para la salud. Aún así, los propios expertos no recomiendan consumir este alimento una vez aparecen estos componentes, ya que es imposible saber si han crecido otras bacterias que sí pueden resultar malignas y perjudiciales para nuestra salud intestinal.
Otro de los síntomas importantes de que hay que deshacerse de este producto es el color del mismo. Cuando tus lonchas de pavo empiecen a presentar una gama cromática fuera del rosa claro o blanco rosado y se aproxime al blanco extremo, negro, gris, marrón o verde, es un indicador de que el moho está empezando a florecer.
La conservación es la principal clave
La correcta preservación de los alimentos juega un papel fundamental en su duración en buen estado para consumirse. En el caso de los embutidos, estos deben conservarse a una temperatura de entre cero y dos grados desde su empaquetamiento hasta su consumo. Si en algún momento se rompe esta cadena de frío, es posible que se produzca una descomposición más veloz. Por eso, siempre es importante que, una vez lo adquieras en tu supermercado, te lleves la compra lo antes posible a tu casa y lo introduzcas rápidamente en tu nevera.
Otro factor a tener en cuenta es que, al abrir el paquete, el tiempo de vida del producto se acorta considerablemente, especialmente cuando la temperatura del lugar es alta y el frigorífico está a una temperatura superior a 4 ºC. En este caso, un fiambre de pavo abierto apenas dura una media de 3 a 4 días en el refrigerador. Y aún así, ya estará más seco y en peores condiciones que cuando se empaquetó.
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