Una alimentación sana y equilibrada es imprescindible para la salud, incluida la cerebral. Según señalan los expertos, los alimentos que consumimos deben asegurar el aporte de nutrientes necesarios para proteger al cerebro y prevenir el deterioro cognitivo y con él, problemas de memoria y enfermedades como el Alzheimer.
Al igual que ocurre con el resto de órganos, el cerebro requiere de una correcta alimentación para el buen funcionamiento de sus capacidades, como son la concentración, la memoria, la atención o las actividades sensoriomotoras.
Por ello, en los últimos años, los estudios han demostrado que la base para una buena salud del cerebro es proveerlo de buenos nutrientes como son las grasas de buena calidad, vitaminas y antioxidantes. Unos nutrientes que podemos encontrar en conocidos alimentos saludables como el pescado azul, los frutos rojos, los huevos o las nueces.
Sin embargo, al igual que estos ingredientes ayudan a proteger el cerebro y combatir la pérdida de memoria, existen otros que pueden tener un efecto contrario. Así lo señala una experta de la Universidad de Harvard que desvela los alimentos que perjudican a la salud del cerebro.
Los alimentos que dañan la salud del cerebro y perjudican la memoria
Según Uma Naidoo, directora de Psiquiatría Nutricional en la prestigiosa universidad, y autora del libro ‘This is your brain on food’ (‘Lo que la comida le hace a tu cerebro’) hay algunos nutrientes clave para mejorar la concentración y la memoria. Nutrientes como los ácidos grasos omega-3, flavonoides y vitaminas, entre ellas las B12, E y K, imprescindibles para la salud cerebral.
Tal y como apunta la experta en un artículo publicado en el CNBC, hay alimentos que actúan al contrario, perjudicando las funciones del cerebro. Algo por lo que recomienda moderar su consumo. “Algunos estudios actuales mantienen la idea de que podemos reducir la posibilidad de demencia evitando ciertos alimentos que comprometen a nuestras bacterias intestinales y debilitan nuestra memoria”, explica Naidoo.
Para la experta de la Universidad de Harvard, estos son algunos de los alimentos cuyo consumo deberíamos reducir de manera importante en nuestra dieta:
-Aceites industriales: para la experta, deberíamos controlar el consumo de los alimentos elaborados con aceites industriales o procesados de semillas como la soja o el maíz. La razón es su alto contenido en ácidos grasos omega-6, que pueden provocar inflamación en el cerebro. La experta recomienda otros aceites más saludables como el de oliva, el de coco o el de aguacate.
-Ultraprocesados: estos alimentos, sometidos a diferentes tipos de procesamientos, cuentan con una gran cantidad de compuestos considerados perjudiciales para la salud, que incluso pueden provocar daños genéticos en las células. Están relacionados con un acortamiento de los telómeros, los extremos protectores de nuestros cromosomas, algo que podría precipitar enfermedades degenerativas prematuramente.
-Azúcares añadidos: aunque es cierto que el cerebro necesita glucosa para su funcionamiento, un exceso de azúcares añadidos y refinados puede ser malo. Hay que tener en cuenta que este tipo de azúcares no se encuentra solo en los dulces y bollería, numerosos alimentos cuentan con importantes cantidades de lo que se denomina ‘azúcar invisible’.
-Frituras: muy comunes en la dieta diaria de la población, incluida la infantil, los fritos y rebozados son uno de los grandes enemigos de nuestro cerebro y están relacionados con una disminución de las capacidades de memoria y cognición. Estos alimentos concentran una alta cantidad de grasas saturadas, relacionadas con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y con el aumento del riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.
-Edulcorantes: aunque para muchos son la mejor alternativa al azúcar, los edulcorantes artificiales tampoco son una buena opción. Aunque es cierto que no tienen calorías, diferentes estudios relacionan su consumo con un deterioro del estado de ánimo y la salud mental.
-Bebidas alcohólicas: el consumo excesivo de alcohol puede dañar las células cerebrales afectando a la memoria y a otras funciones del cerebro. Según los expertos, ningún consumo de este tipo de bebidas es seguro para la salud del cerebro y está relacionado con una reducción de la materia gris.
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