La felicidad es un estado que todos buscamos a lo largo de la vida. Sin embargo, alcanzarla no es fácil, ya que existen diferentes factores, tanto internos como externos, que influyen en nuestro camino hasta esta ansiada meta. Factores entre los que, según la ciencia, se encuentra la alimentación.
Es de sobra conocida la importancia de una dieta sana y equilibrada para la salud. Pero no solo la física, también la salud mental. Y es que son muchos los alimentos que contienen sustancias que ayudan a nuestro cerebro a producir hormonas y neurotransmisores relacionados con la felicidad.
Así lo señala la doctora Uma Naidoo, experta en psiquiatría nutricional de la Universidad de Harvard y autora de ‘Lo que la comida hace a tu cerebro’, un libro en el que asegura que “lo que comemos puede tener el mismo impacto en nuestra salud mental que los fármacos que nos receta el médico”.
Según la experta, la alimentación es un factor que influye en la salud mental de varias formas. Por un lado, afecta a la producción de las hormonas de la felicidad que se obtienen de los alimentos. Pero además, puede afectar al funcionamiento del cerebro, favoreciendo el desarrollo de trastornos mentales como la depresión, la ansiedad o el deterioro cognitivo; aumentar la inflamación y el estrés oxidativo; y tiene un gran impacto en la microbiota intestinal que afecta en el cerebro.
Las cinco hormonas de la felicidad
Uno de los aspectos fundamentales para ser feliz son las llamadas hormonas de la felicidad, con las que el cuerpo regula nuestro estado de ánimo. Así, son cinco las conocidas como hormonas de la felicidad:
- Las endorfinas, que se liberan en situaciones de dolor o estrés, y que ayudan a reducir el dolor y producir efectos de euforia. Se liberan en respuesta a la actividad física, el estrés o actividades placenteras.
- La serotonina genera sensaciones de bienestar y relajación y aumenta la concentración y la autoestima. El ejercicio físico y la luz solar favorecen la síntesis de serotonina.
- La dopamina es el neurotransmisor del placer y la recompensa, se activa cuando conseguimos algo que nos motiva.
- La oxitocina es la hormona del amor y de la calma, se libera cuando tenemos contacto físico o emocional aunque algunos alimentos favorecen su producción.
- La melatonina, la hormona del sueño y del descanso, es una de las más conocidas. Para favorecer su producción es importante tener una buena salud del sueño, dormir las horas necesarias, evitar la exposición a la luz por la noche… pero también hay algunos alimentos que nos ayudan a dormir bien.
Los alimentos que liberan hormonas de la felicidad y no pueden faltar en tu dieta
Como decíamos, estas hormonas se pueden activar a través de algunos alimentos que, gracias a sus propiedades nutricionales ayudan al cerebro a producir estas sustancias químicas relacionadas con la felicidad. Así lo apuntan desde National Geographic que señalan en concreto a cinco alimentos que, aunque no es necesario excederse en su consumo, debemos tener incluirlos en nuestra alimentación.
-Frutos secos: importante fuente de nutrientes, destacamos las nueces, ricas en omega-3; las almendras, ricas en magnesio; y los pistachos, que cuentan con fitoesteroles, que reducen el cortisol.
-Plátanos: tiene un alto contenido en triptófano, aminoácido que el cerebro utiliza para fabricar serotonina. Además, esta fruta es rica en vitamina B6, que interviene en la síntesis de dopamina.
-Yogur: es rico en probióticos para el buen funcionamiento intestinal. Diferentes estudios señalan que los probióticos mejoran el estado del ánimo y reducen el estrés y la ansiedad.
-Espinacas: rica en vitaminas como las del grupo B, que favorecen la producción de serotonina, dopamina y endorfinas. Son ricas en hierro para prevenir la anemia, además, gracias a sus propiedades nutricionales, cuidan de la salud cerebral y mejoran el rendimiento cognitivo.
-Chocolate: además de delicioso, el chocolate contiene feniletilamina, una sustancia que estimula la liberación de dopamina; y cuenta con triptófano, que favorece la producción de serotonina. Pero además, es rico en flavonoides, antioxidantes que protegen las células cerebrales.
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