Consumir azúcar en exceso no es bueno para nuestra salud. Lo dice la Organización Mundial de la Salud y cualquier médico que se precie. El azúcar abarca un buen número de endulzantes que se pueden dividir en monosacáridos (la glucosa, la fructosa, la galactosa… ) y endulzantes complejos (como la sucralosa, lactosa, maltosa...). El azúcar que solemos ingerir y utilizar en alimentación es la sucralosa y está compuesta por dos tipos de endulzantes simples: fructosa y glucosa. Pero, ¿sabías que el azúcar puede ser beneficiosa para la piel? ¿De qué manera?
No es ningún secreto: el consumo excesivo de azúcar está íntimamente relacionado con numerosos problemas de salud, pero también es negativo para la piel porque es el causante del envejecimiento prematuro. La culpable es la glicación, una reacción química que se origina cuando las proteínas de la belleza (colágeno y elastina), entran en contacto con la glucosa y se vuelven rígidas, se ‘caramelizan’, sin ningún tipo de control.
La piel pierde humedad, se vuelve opaca, menos elástica y más quebradiza, convirtiéndose en el caldo de cultivo perfecto para la aparición de arrugas. Pero como explica Pedro Catalá, cosmetólogo, doctor en Farmacia y fundador de Twelve Beauty, “lo asombroso es que, aplicada de forma tópica sobre la piel, esta golosa sustancia, obra la magia y hace que ésta recupere su tersura y luminosidad”.
Bioglúcidos, glicanos, complejos poliglucósidos, matrices polisacáridas… La terminología se complica de forma directamente proporcional a las nuevas propiedades descubiertas y día a día surgen nuevos tipos que afinan sus virtudes y mejoran la acción cosmética.
Propiedades del azúcar para la piel
Con una enorme capacidad para atrapar y retener el agua, la popularidad de los azúcares radica en que son ingredientes versátiles y bastante seguros, avalados por décadas de estudios. Son fácilmente solubles en agua y, gracias a sus propiedades químicas, no alteran el pH de las fórmulas. Además, son excelentes prebióticos. Cuando las bacterias de la piel están bien nutridas, la función barrera es más eficaz. Pero hay más: estas bacterias generan un subproducto metabólico -el ácido láctico-, un agente exfoliante natural muy eficaz que además mantiene el film hidrolipídico saludable.
Azúcares buenos para la piel
- Fucosa. Se trata de un monosacárido con propiedades anti bactericidas, lo que lo convierte en una alternativa natural a los conservantes de síntesis.
- Hidrolizado Sacarídico. Es una mezcla de compuestos activos obtenidos por hidrólisis enzimática de las bayas de Schizandra, con una composición única de péptidos, azúcares e hidroxiácidos. Esta combinación mejora la función de barrera y suaviza incluso las pieles más sensibles.
- Inulina. Obtenida de la achicoria y de la caña de azúcar, es un fantástico prebiótico y se considera una alternativa natural a los acondicionadores del cabello.
- Isomerato de Sacárido. Se trata de un azúcar natural derivado de las plantas, similar a los carbohidratos que se encuentran de forma natural en la piel, que funciona como un imán de humedad evitando la pérdida de agua transepidérmica.
- Sacarosa. Refinada y molida, es una válida alternativa natural a los microplásticos.
- Sodium PCA. Sus propiedades higroscópicas (atrae y retiene el agua), hacen que sea más hidratante que la glicerina. Derivado natural del ácido glutámico, es uno de los componentes clave del factor natural de hidratación y aporta a la piel frescura y elasticidad. Además, no es pegajoso ni influye en la viscosidad de las formulaciones.
- Sorbitol. Aporta estabilidad en presencia de tensioactivos naturales y no deja la sensación pegajosa de otros azúcares (su principal inconveniente) a dosis elevadas.
- Xilitol. Extraído de algunas plantas, sobre todo, de la corteza del abedul, es altamente hidratante. En los laboratorios lo modifican mediante procesos naturales para aplicaciones como desodorantes.
Tratamientos con azúcar
Además del uso del azúcar como ingrediente en algunos productos de cosmética, podemos hacer nosotros mismos mascarillas con azúcar. Por supuesto, ante cualquier problema en la piel, siempre hay que acudir al dermatólogo. Su acción astringente es una buena aliada para eliminar el exceso de grasa y puede combinarse con corteza de naranja a modo de exfoliante natural para limpiar nuestra piel.
Si hablamos de nuestros pies, la sequedad puede afectar de manera muy notable a esa parte del cuerpo durante todo el año. Se ven agrietados y poco saludables y una buena manera de hidratarlos es con una pasta hecha a base de azúcar y aceite de oliva, que hará que se eliminen las células muertas y les dará un aspecto más saludable. Unida a aceite de coco podemos aplicarla también en nuestros codos y rodillas cuando tengan un aspecto seco y agrietado.
Efectos negativos del azúcar
Si hablamos de consumo de azúcar y no de su aplicación de manera tópica, debemos saber que cuando llevamos una alimentación saludable, no es malo tomar azúcar de vez en cuando, pero si su ingesta es excesiva puede producir problemas de salud. Se aconseja que el consumo de azúcar represente como máximo el 10 por ciento de la ingesta calórica diaria y a ser posible por debajo del 5 por ciento.
Esto quiere decir que los adultos no deberían tomar más de 50-60 gramos y los niños no más de 30-35 gramos, como máximo (lo recomendable es la mitad de eso). Uno de los objetivos es restringir al máximo la ingesta de productos procesados con azúcar añadido. No decimos que haya que eliminarla por completo de la dieta, pero sí controlar la cantidad que consumimos. Y esto podemos hacerlo leyendo bien las etiquetas de los alimentos que compramos y aprendiendo qué tipos de azúcar hay para apostar por el azúcar natural que nos ofrecen algunos alimentos como la miel o la fruta.
Si el consumo de azúcar supera esos límites, además te tener consecuencias en nuestra piel, lo tendrá en nuestra salud con estos problemas, entre otros:
- Tensión alta y un aumento de la presión arterial. Esto puede ser incluso crónico si no se controlan los niveles de glucosa en sangre, por lo que puede llevar también a algunos problemas cardiovasculares.
- Aumento de peso. El azúcar añadido en productos industriales tiene muchas grasas saturadas y por lo tanto muchas calorías, lo que hará que subamos de peso.
- Problemas dentales. El exceso de azúcar puede provocar caries y otros problemas relacionados con nuestros dientes, ya que la flora bacteriana de la dentadura puede sobrealimentarse con este nutriente.
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