Nutrición

La cerveza podría ser más beneficiosa para la salud que muchos de los probióticos más populares

Convertida en una de las bebidas más populares, la cerveza, consumida de forma moderada, ofrece importantes beneficios para la salud. Ahora, un estudio asegura que podría ser más favorable para la salud intestinal e inmunitaria que los probióticos más famosos

La cerveza es una de las bebidas más consumidas en todo el mundo, después del agua y el té. También en nuestro país. Según los datos, en 2022 los españoles consumimos 58 litros de media por persona. Una cantidad que confirma el éxito de esta bebida milenaria, importante fuente de nutrientes que aporta numerosos beneficios para la salud.

Sin embargo, en los últimos años, existe un debate entre los expertos que recomiendan su consumo admirando sus buenas propiedades nutricionales, y aquellos que advierten de los peligros que pueden ocasionar en la salud el consumo de bebidas alcohólicas.

Probablemente debido a esta controversia, la cerveza se ha convertido en objeto de numerosos estudios. Estudios como el que recoge la Fundación Española del Corazón (FEC), que concluye que “las personas que consumían cerveza habitualmente de forma moderada, presentaban una menor incidencia de diabetes mellitus e hipertensión, así como unas cifras de colesterol HDL (bueno) mayores que los no bebedores”; o como el reciente estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Médica de Dalian, en China, que ha llamado poderosamente la atención.

Y es que, según desvelan, la cerveza aumenta las bacterias buenas del intestino, ofreciendo un efecto antiinflamatorio y antioxidante, que podría tener mejores beneficios para la salud que algunos de los considerados superalimentos probióticos como el yogur, la col, el miso o la kombucha.

Cerveza
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Los efectos probióticos de la cerveza que podrían ser mejores que los de otros alimentos

Aunque son muchos los expertos que desaconsejan su consumo habitual, nadie pone en duda las buenas propiedades nutricionales de la cerveza. Propiedades como la mejoran del sistema inmunológico, tal y como apunta un estudio realizado por el Instituto del Frío del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC); ayuda a tener los huesos sanos gracias a su aporte de silicio; beneficia la salud cardiovascular; lucha contra la obesidad; y "aumenta el colesterol HDL 'colesterol bueno' y reduce el riesgo de enfermedades y accidentes cardiovasculares", tal y como apunta la Fundación Española de la Nutrición (FEC).

Pero los beneficios parecen ir más allá, y gracias a los efectos de la levadura de la cerveza y sus microorganismos en el intestino.

Así lo apunta este estudio que ha demostrado que entre los beneficios del consumo moderado de cerveza se encuentra su capacidad para mejorar la microbiota intestinal, incluso más que otros conocidos alimentos probióticos: “Debido a la conversión de los sustratos de la cerveza, la formación de productos finales bioactivos y la presencia de microorganismos, algunos de sus componentes ejercer efectos ‘similares’ e incluso superiores a los de los probióticos’.

Cerveza
drazen Zigic en freepik

Según los científicos encargados del estudio, “cuando la cerveza se consume con moderación, los fenoles y otros nutrientes que contiene son fermentados y descompuestos por los microbios que residen en la capa mucosa externa del intestino. Este milagroso proceso digestivo produce una gran cantidad de metabolitos que aumentan las bacterias beneficiosas. Se trata de bacterias que producen ácidos grasos de cadena corta, ejerciendo una variedad de efectos antiinflamatorios, antioxidantes e inmunomoduladores”.

Aunque señalan que todavía es necesario seguir investigando, los autores de este estudio añaden: “Sabemos que el alcohol en exceso no es bueno, pero cuando se consume con moderación, la cerveza puede tener un impacto positivo en nuestra inmunidad. Ayuda  a reducir la inflamación y aumenta nuestra capacidad antioxidativa. Así que disfrutar de una cerveza puede ser beneficioso”.

Ante estos resultados, los científicos deslizan la posibilidad de que se puedan desarrollar “cervezas saludables” que podrían “elaborarse enriqueciéndolas con sustancias bioactivas como fibra, antioxidantes y probióticos”, e incluso se puedan utilizar como “tratamiento” para enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión o la obesidad. Algo para lo que, recalcan, todavía es necesario seguir investigando.

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