La diabetes es una enfermedad metabólica crónica caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre. En esta patología es muy importante la alimentación y llevar un estilo de vida saludable, siempre bajo el asesoramiento de un médico de confianza.
Según los datos de la Federación Internacional de Diabetes (FID), 537 millones de adultos viven actualmente con diabetes en todo el mundo; lo que supone un incremento del 16% (74 millones) desde 2019. La 10ª Edición del Atlas de la Diabetes de la FID, revela, además, que hasta 5,1 millones de adultos en España viven con diabetes. Esto supone que el número de personas que la padecen ha incrementado en nuestro país en un 42% desde 2019.
Existen diferentes tipos de diagnóstico de diabetes: la tipo 1, que es de origen autoinmune; y la tipo 2, que suele ser más secundaria y es dada por una falta progresiva de secreción de insulina o de resistencia a esta, y que es más frecuente en la edad adulta. También existen otros tipos de diabetes, como la diabetes gestacional.
Dieta y diabetes
¿Qué importancia tiene el cuidado de la dieta cuando se padece diabetes? “El tratamiento de la diabetes incluye una modificación en los estilos de vida de quienes la padecen, que van desde llevar una alimentación equilibrada, hasta la realización de actividad física (siempre adaptada a cada persona). El cuidado de la alimentación en la diabetes es muy importante, ya que la elección de alimentos y, especialmente, el control de la ingesta de carbohidratos y azúcares, pueden tener un impacto significativo en la mejora de esta enfermedad”, nos explica Mireya García y Marta Guzmán, nutricionistas dietistas y miembros de Doctoralia.
Por esta razón, la educación nutricional es una pieza clave para que los pacientes diabéticos puedan entender la enfermedad y evitar sus complicaciones y, así, mejorar su calidad de vida. Marta Guzmán, defiende que “el cuidado de la alimentación en esta enfermedad requiere tener mayor cuidado en ciertos macronutrientes”.
Principalmente, se debe tener en cuenta:
- El control de los carbohidratos: estos alimentos tienen un alto impacto directo en los niveles de glucosa en sangre, por lo que es esencial controlar su ingesta. Algunos de estos alimentos serían el pan, la pasta, el arroz, y se deben consumir preferentemente integrales.
- El control de las cantidades: no comer en exceso, ya que, sino aumentaran más los niveles de glucosa en sangre, sobre todo ante una alta ingesta de carbohidratos.
- El consumo de alimentos ricos en fibra: verdura, fruta, legumbres y frutos secos. La fibra ayuda a controlar los niveles de glucosa en sangre y mejora la saciedad.
En este sentido, existen también ciertas vitaminas que deben estar activas en el sistema para poder mantener una buena salud. Según Guzmán, estas son las esenciales, aunque, en cualquier caso, siempre se deberá valorar previamente con el médico:
- Vitamina D: está relacionada con la sensibilidad a la insulina y la regulación de los niveles de glucosa en sangre.
- Vitamina B12: la deficiencia de esta vitamina puede ser más común en personas con diabetes tipo 2 que toman medicamentos como la metformina.
- Vitamina C: es un antioxidante que puede ayudar a proteger los vasos sanguíneos y reducir el riesgo de complicaciones cardiovasculares.
- Omega 3: es muy importante tener un consumo adecuado de omega 3, que proviene del pescado azul, frutos secos y semillas que nos ayuda a prevenir la enfermedad cardiovascular.
Mireya García comparte que “lo más importante es la unión de la alimentación equilibrada y el ejercicio físico. El ejercicio tiene muchos beneficios a la hora de reducir la glucemia y hemoglobina glicosilada, mejora la inflamación y sensibilidad a la insulina aparte de ayudarnos a aumentar la masa muscular”.
Alimentos que se deben evitar
Las especialistas coinciden en que “se deberían moderar los cereales refinados, lácteos azucarados, carne roja y procesada, refrescos, zumos, alcohol y procesados, aunque, como hemos comentado anteriormente, nada diferente a las recomendaciones generales de una alimentación equilibrada”. Además, explican que “es importante no sustituir los dulces y procesados por alimentos light o para diabéticos, ya que también deben ser alimentos de consumo ocasional”.
Según las nutricionistas, “existen algunos alimentos que no pueden faltar en este tipo de dieta y son los de origen vegetal. Por ejemplo, la verdura, la fruta, las legumbres y las proteínas de buena calidad, como la carne magra, el pescado y los huevos”. Según García, “un mal control de la diabetes puede tener implicaciones en otros órganos. Por ejemplo, puede haber afectación ocular o en el sistema renal, entre otros. Por ello, es muy importante tener un buen control de la diabetes y evitar riesgos de patologías asociadas”.
En este sentido, defiende que los principales riesgos que puede suponer una alimentación inadecuada para una persona con diabetes son:
- El descontrol de los niveles de la glucosa en sangre.
- El aumento de hiperglucemias o hipoglucemias.
- Una mayor probabilidad de padecer sobrepeso u obesidad.
- El aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares, el daño a los nervios, los problemas renales y los problemas oculares.
Consejos para personas con diabetes
Las dietistas nos dan algunos consejos y qué factores hay que tener en cuenta para poder llevar una alimentación saludable y adecuada. “Centrándonos en la diabetes tipo 2, la alimentación de la persona no va a ser muy diferente a las recomendaciones de una pauta equilibrada, y sería muy importante poderlo complementar con algún tipo de actividad física”.
La alimentación se debe adaptar a las necesidades específicas de cada persona (gustos, gasto energético, etc) y tener en cuenta si hay alguna patología asociada, por lo que siempre hay que consultarlo con el médico. Además, los platos deben contener todos los nutrientes necesarios:
- El grupo de verduras y hortalizas tienen que priorizarse en los platos ya que aportan vitaminas, minerales y fibra (en este caso, priorizar las de bajo índice glucémico).
- Los carbohidratos donde encontramos la pasta, harinas, quinoa, patata, boniato, cus cus… es importante consumirlos en la ración adecuada (según necesidades específicas), ya que es esencial para mantener las glucemias en la normalidad, y hay que priorizar los integrales a los refinados.
- La ración de proteína puede ser de origen animal (carne, pescado, huevos) o vegetal (legumbres y derivados).
- Utilizar el aceite de oliva virgen para cocinar y/o aliñar.
“En el caso de la diabetes tipo 1, es muy importante aprender qué alimentos llevan hidratos de carbono y saber contar las raciones para poder adaptarlas a las lecturas de glucemia y dosis de insulina”, añaden.
Finalmente, a modo general, existen una serie de cuestiones que deben tenerse en cuenta para conseguir una alimentación adecuada y que aporte un máximo bienestar. “Las personas con diabetes deben mantener un horario regular de comidas para que no haya subidas ni bajadas constantes de azúcar, y también comer tentempiés entre horas. Además, tienen que controlar los hidratos de carbono que comen, que sean preferentemente integrales y procedentes de fruta y fibra. También optar por las grasas saludables, como el aceite de oliva y los frutos secos, y evitar grasas trans y saturadas, de las carnes procesadas y la bollería industrial”, concluyen las expertas.
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