Consumida desde la antigüedad, en los últimos años la avena ha ganado popularidad. Y no solo por ser considerada un superalimento al que se le atribuyen numerosos beneficios para la salud, también por su capacidad para ayudarnos a adelgazar. Por eso, este admirado cereal es el protagonista absoluto de la conocida dieta de la avena.
Aunque forma parte de las denominadas dietas milagro o exprés, como la dieta de la manzana o la dieta del arroz, aseguran que este plan para perder peso es uno de los menos rígidos gracias a las propiedades nutricionales de la avena. Y además, ofrece rápidos resultados. Según apuntan, con la dieta de la avena se pueden perder hasta cinco kilos en cinco días.
Considerado uno de los cereales más completos y equilibrados que existen, este alimento es perfecto para reducir el colesterol, regular los niveles de azúcar y ayudar a perder peso. Pero además, influye en el sistema nervioso e inmunológico y en los huesos.
Los beneficios y propiedades de la avena
Tal y como señala la Fundación Española de la Nutrición (FEN), la avena destaca especialmente por su alto contenido en fibra, aunque también por otras propiedades nutricionales. Este cereal es una gran fuente de proteínas que tiene un alto contenido en hierro, magnesio, zinc, fósforo, tiamina (vitamina B1), vitamina B6 y folatos. También ofrece potasio y vitamina E, antioxidante que ayuda a proteger las células contra los daños causados por los radicales libres.
La avena es fuente de carbohidratos de absorción lenta, lo que proporciona sensación de saciedad durante más tiempo y permite al organismo aprovechar ese aporte extra de energía. Por eso se recomienda tomarla en el desayuno.
Según apuntan los expertos, y recoge la FEN: “La avena, por su composición nutricional y presencia de compuestos no nutritivos/bioactivos, no sólo puede considerarse beneficiosa nutricionalmente, sino que además podría ser utilizada para prevenir enfermedades y disminuir factores de riesgo de enfermedades crónicas, según declaran multitud de estudios científicos”.
¿Cómo se hace la dieta de la avena?
Aunque son muchos los beneficios que se le atribuyen a este cereal, la dieta de la avena se aprovecha de algunos de ellos para garantizar la pérdida de peso: su efecto saciante, su capacidad para regular el tránsito intestinal y su ayuda en las digestiones y para desinflar el abdomen.
Al igual que ocurre con otros planes de adelgazamiento, antes de comenzar la dieta de la avena es recomendable consultar con un especialista que garantice el buen estado de nuestra salud. Y es que, aunque no es uno de los regímenes más estrictos, sí restringe el consumo de algunos grupos nutricionales, por lo que no se recomienda llevar a cabo durante más de los cinco días establecidos, ya que podría poner en riesgo la salud.
La base de la dieta de la avena está en consumir este cereal en las principales comidas del día, e incluye la ingesta de otros alimentos bajos en calorías como frutas y verduras. Algunas versiones también permiten, aunque de manera más moderada, hidratos de carbono como el arroz, la pasta o las legumbres. Eso sí, se excluyen los alimentos ricos en grasas y azúcares, prohibidos durante los días que dure la dieta. Además, se recomiendan mantener unos buenos hábitos saludables como beber agua, eliminar las bebidas alcohólicas y hacer algo de ejercicio moderado.
Menú de la dieta de la avena
Aunque siguiendo las pautas antes comentadas, existen variaciones en la dieta de la avena. Algunas más restrictivas que otras. Te proponemos una idea para llevar a cabo este plan para adelgazar.
- En el desayuno: tres cucharadas de avena con agua, yogur desnatado, leche desnatada o leche vegetal. Se le puede añadir una pequeña cantidad de frutos secos o de fruta.
- Para la comida: tres cucharadas de avena con agua, yogur desnatado, leche desnatada o leche vegetal; una porción de ensalada de lechuga y tomate a la que podremos añadir unas tiras de pollo (como aliño, un poco de aceite de oliva virgen extra). Puedes tomar fruta de postre.
- A media tarde: para merendar, opta por una pieza de fruta.
- En la cena: un vaso de leche desnatada, agua o leche vegetal con avena y una ensalada a la que podremos añadir huevo, espinacas o espárragos.
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