A estas alturas, es más que probable que todos hayamos escuchado hablar alguna vez de la dieta de la fruta. Considerado uno de los planes para adelgazar más famosos, como la dieta de la alcachofa, la dieta Scarsdale o la dieta de la avena, este régimen promete rápidos resultados, aunque no por ello fáciles de conseguir.
De sobra son conocidos los beneficios que la fruta ofrece a nuestro organismo. Beneficios como los que le atribuye la Organización Mundial de la Salud, que señala que “comer al menos 400 gramos o cinco porciones de frutas y verduras al día reduce el riesgo de desarrollar enfermedades no transmisibles y ayuda a garantizar la ingesta diaria de fibra dietética”.
Según la Fundación Española del Corazón, las frutas, con un contenido mayoritario de agua “que oscila entre un 80 y un 95 por ciento”, “proporcionan un importante aporte vitamínico (vitaminas A, C, B1, B2, B6, ácido fólico) y mineral (potasio, hierro, calcio, magnesio, sílice, zinc, sulfatos, fosfatos, cloruros).
Pero además de ayudar a evitar enfermedades y aportar vitaminas y minerales, la fruta es, en contra de la creencia de muchos, clave para adelgazar. Así, es la protagonista de numerosos planes, como la dieta de la fresa, la dieta de la manzana, la dieta de la piña o, aún más amplia, la dieta de la fruta.
¿Qué es la dieta de la fruta?
Tal y como apuntan los expertos, una alimentación basada en el consumo de frutas durante varios días ayuda a depurar y eliminar las toxinas acumuladas en el cuerpo. Pero la dieta de la fruta, además de ser una eficaz manera de depurar el organismo, ayuda a perder peso. Así, este plan promete perder hasta cinco kilos en tan solo tres días. Eso sí, es importante no alargar más de recomendable esta dieta ya que además de baja en calorías, lo es en nutrientes, por lo que puede poner en riesgo nuestra salud.
Además, pasados los tres días siguiendo la dieta de la fruta, recomiendan mantener una alimentación equilibrada, sin excesos ni atracones, y evitando comidas grasas o pesadas, con el fin de evitar recuperar el peso perdido.
Cómo se hace este plan para adelgazar y qué se puede comer
Tal y como comentábamos, la dieta de la fruta propone alimentarnos durante tres días únicamente a base de frutas, aunque existen algunas variaciones de este plan que incluyen también algunas verduras en las principales comidas del día.
Podemos elegir cualquier tipo de frutas, desde las más ligeras, como el fresón o la naranja, a otras más saciantes como el plátano, la manzana o la pera. Además, no hay restricción de cantidad, por lo que podemos comer lo que deseemos, ni tampoco limita la forma de consumirla. Se puede optar por la fruta entera, e incluso combinada en forma de macedonia, en compota, en zumo o batido.
La clave de la dieta de la fruta es que las cinco comidas del día tienen que estar protagonizadas por frutas, a ser posible de temporada.
Riesgos y precauciones
Como ocurre con todos los planes para adelgazar tan restrictivos, es importante consultar con un especialista que confirme el buen estado de nuestra salud antes de someterla a un plan como la dieta de la fruta. Una consulta aún más necesaria para aquellas personas con algún tipo de enfermedad o afección, desde diabetes a problemas renales o incluso alergias alimentarias, para quienes este tipo de planes suele estar desaconsejados.
Al tratarse de un régimen tan restrictivo y pobre de calorías y nutrientes, durante los tres días que dura la dieta de la fruta pueden aparecer algunos síntomas ante los que es necesario interrumpir y consultar con un médico. Síntomas como mareos, debilidad, dolor de cabeza, visión borrosa o falta de energía.
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