La hipertensión es una de las causas principales de muerte en todo el mundo y, según la Organización Mundial de la Salud afecta a 1.280 millones de adultos de entre 30 y 79 años. Además, aseguran que es un problema que “se diagnostica y trata a menos de la mitad de los adultos que la presentan”.
En nuestro país, son once millones de personas los que padecen esta enfermedad. Así lo desvela la Fundación Española del Corazón que asegura que aunque la hipertensión puede aparecer a cualquier edad, es más frecuente a partir de los 40 años, aunque en muchas ocasiones suele pasar inadvertida.
La FEC define la hipertensión como “la elevación de los niveles de presión arterial de forma continua o sostenida”, siendo la presión arterial la acción por la que “el corazón ejerce presión sobre las arterias para que estas conduzcan la sangre hacia los diferentes órganos del cuerpo humano”.
Los alimentos que debes evitar si tienes hipertensión
Relacionada con 9,4 millones de muertes anuales, tal y como apuntan desde la OMS, la hipertensión se encuentra detrás de la mitad de los fallecimientos por accidentes cardiovasculares y cardiopatías. Motivo por el que se insiste en la necesidad de controlar los niveles de la tensión y cuidar la salud.
Para ello, los expertos recomiendan seguir un estilo de vida saludable. Algo en el que la alimentación juega un papel importante. Así, además de incluir alimentos sanos y naturales en nuestra dieta, como los frutos rojos, las alcachofas, los cereales integrales o el chocolate negro, también hay otros que debemos evitar si se sufre hipertensión ya que pueden empeorarla.
Sal
Desde hace años, los expertos advierten de un consumo excesivo de sal. Aunque se trata de un mineral esencial, su alto contenido en sodio provoca que el cuerpo retenga líquido, lo que aumenta la presión sanguínea.
Según la OMS, el consumo diario de un adulto debería limitarse a cinco gramos, pero en casos de hipertensión y según cumplimos años, es recomendable que la cantidad sea menor. Y no solo se hace referencia a la sal que se añade en las comidas, también a la que contienen los alimentos procesados, muchos de los cuales incluyen grandes cantidades de sal.
Dulces
Tal y como aseguran diferentes estudios, el aumento de azúcar en la sangre eleva los niveles de tensión arterial y la frecuencia cardiaca. Además, los picos de glucosa facilitan su acumulación como grasa favoreciendo el sobrepeso y la obesidad.
Al igual que ocurre con la sal, hay que tener en cuenta la denominada como ‘azúcar invisible’, aquella que se encuentra escondida en numerosos alimentos de consumo diario y de la que no somos conscientes.
Bebidas alcohólicas
Aunque hay quien señala que el consumo moderado de algunas bebidas con alcohol como la cerveza o el vino pueden incluso ofrecer beneficios para la salud cardiovascular, se recomienda controlarlo y, en caso de otro tipo de bebidas alcohólicas, evitarlas.
Fritos
Los alimentos fritos, incluidos los snacks comerciales, son enemigos de la hipertensión. Su alto contenido en grasa contribuye el sobrepeso y a la tensión alta. En lugar de consumir estos alimentos puede sustituirlos por otros cocidos, hervidos o al horno.
Carne roja
Según los expertos, es aconsejable limitar el consumo de carne roja ya que contiene mucha grasa saturada, lo que afecta a la salud de las arterias e incrementa la presión arterial. En su lugar, se puede optar por el pollo, el conejo o el pavo.
Encurtidos y ahumados
Aunque son bajos en calorías, los encurtidos y los ahumados contienen mucho sodio, algo que además de afectar a la salud de los riñones eleva la tensión.
Mantequillas y margarinas
Tal y como señalan desde la Fundación Española del Corazón, si tu tensión es normal, el consumo de mantequillas y margarinas debe ser moderado, pero en casos de hipertensión, es preferible evitarlas.
Embutidos
Los embutidos se caracterizan por contener altos niveles de grasas y de sodio, lo que pone en riesgo la salud de las arterias y la circulación de la sangre. Desde hace unos años, los expertos recomiendan limitar su consumo a la mayoría de la población, más aún en casos de hipertensión.
Lácteos enteros
Admirados por ser una buena fuente de minerales como el calcio y el magnesio, los lácteos enteros también son ricos en grasa saturada. Por ello, en casos de hipertensión, se recomienda sustituir dichos alimentos por sus versiones baja en grasa.
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