Aunque es su colorida flor la que mayor admiración genera, en los últimos años las semillas de amapola han ganado popularidad, no solo por su variado uso culinario, también por sus numerosas propiedades beneficiosas para la salud.
Conocida científicamente como ‘Papaver Rhoeas’, esta planta, que puede llegar a superar los 50 centímetros de altura, se extiende por los campos de Europa, Asia y África tiñéndolos de rojo. Y precisamente de sus llamativas flores rojas se extraen unas diminutas y redondas semillas de color negro habitualmente, aunque también se pueden encontrar azuladas o grises, dependiendo del lugar donde se cultiven.
Del interior de la cápsula de la amapola en la que se encuentran las semillas, también pueden obtenerse en algunas especies el opio y los alcaloides derivados del mismo como la morfina o la codeína. Algo que ha podido generar confusión entre la gente. Sin embargo, y aunque no se descarta la presencia de trazas, la concentración y el riesgo es mínimo.
Los beneficios de las semillas de amapola
Estas semillas de amapola, consideradas un remedio medicinal desde hace siglos, cuentan con numerosas propiedades, por lo que su consumo está recomendado por la Organización Mundial de la Salud. Y es que son ricas en fibra, proteínas, ácido fólico, vitaminas del grupo B, C y E, ácidos grasos esenciales y minerales como manganeso, cobre, calcio, fósforo, hierro y zinc.
- Fortalecen los huesos: las de amapola son de las semillas con mayor aporte de calcio, beneficioso para la salud de los huesos. Además, su contenido en fósforo ayuda a que el calcio se absorba mejor. El manganeso que contiene también es un gran aliado para la salud ósea.
- Regulan el tránsito intestinal y favorecen la digestión: su aporte de fibra favorece el tránsito intestinal combatiendo el estreñimiento.
- Son buenas para el corazón: su alto contenido en grasas poliinsaturadas protege ante las enfermedades cardiovasculares reduciendo el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
- Controlan el colesterol: su contenido en omega-3 y fibra ayuda a reducir los niveles del llamado colesterol malo, también beneficioso para la salud cardiovascular.
- Refuerzan el sistema inmunológico: gracias a sus ácidos grasos esenciales y a su aporte en zinc, las semillas de amapola ayudan a proteger y fortalecer el sistema inmune.
- Ayudan a adelgazar: gracias a su poder saciante, las semillas de amapola forman parte de las dietas para perder peso, ya que ayuda a pasar entre horas con menor sensación de hambre.
- Reducen la anemia: gracias a su aporte de hierro, combinado con la vitamina C y el ácido fólico, son un alimento recomendable para reponerse de anemias.
- Alivian el dolor: aunque en concentraciones bajas, sus principios activos con acción analgésica como la morfina, la codeína, la tebaína y otros alcaloides calman el dolor.
- Combaten el insomnio: dichos activos, también ayudan a relajarse. Sus propiedades levemente sedantes ayudan a conciliar el sueño.
Cómo consumir las semillas de amapola
Aunque las semillas de amapola se pueden consumir de diferentes maneras, es en la repostería donde más usos se le han dado. Prefectas para bizcochos y galletas, también forman parte del mundo de la panadería, decorando y dando un toque especial a sus elaboraciones.
Hay quien prefiere consumirlas en crudo, como ingrediente de ensaladas, o a modo de ‘topping’ para cereales, yogures, cremas o sopas. Sin embargo, otra opción que gana adeptos es en remojo en agua o leche, reduciendo así su contenido en alcaloide, por lo que origina menos morfina en nuestro organismo tras su metabolización. Otra de las opciones más populares es en forma de infusión.
Contraindicaciones
Aunque no existen oficialmente efectos secundarios perjudiciales para la salud, se recomienda el consumo moderado de las semillas de amapola. Sobre todo en el caso de mujeres embarazadas, ya que pueden contener niveles de morfina que afecten a la salud de la madre o el bebé. También es aconsejable tener precaución en casos que requieran especial concentración, ya su consumo excesivo puede hacer que las posibles propiedades afecten.
Tal y como advierte la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, organismo del Ministerio de Consumo: “La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) publicó en 2011 un dictamen científico sobre los riesgos para la salud pública relacionados con la presencia de alcaloides de opio en las semillas de amapola destinados al consumo humano”.
Además, el organismo apunta: “Partiendo de estos datos, se concluyó que existe probabilidad de que los consumidores de alimentos que contienen grandes cantidades de semillas de amapola superen la ARfD (dosis de referencia aguda) en algunas ocasiones”.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación