Casi toda la gente conoce al aceite de árbol de té por sus diferentes beneficios saludable. Sin embargo, no todo es como parece (tal y como sucede con la gran mayoría de las cosas). Así lo enuncia la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en su portal web, dando alerta sobre los diferentes riesgos que supone el uso inadecuado de este producto cosmético sobre el organismo.
Se trata de un aceite con un potente antiséptico de triple acción, ya que combate las bacterias, hongos y virus con múltiples empleos. Esa es la razón por la que la gran mayoría de personas los considera un producto básico de su botiquín y de su día a día: un elemento imprescindible para ayudar a mantener una "vida saludable". Bajo el concepto de "curalotodo", el aceite de árbol de té, además, no resulta muy caro, puesto que para cada tratamiento sólo se emplean unas pocas gotas. Eso sí, cuenta con un olor potente y algo desagradable.
Sin embargo, su reducida aplicación le permite pasar desapercibido. No obstante, tal y como señala la mencionada entidad, este producto no se puede ingerir o inhalar y si nunca ha sido usado o se tiene la piel sensible, es recomendable comprobar que no se le tenga alergia. En estos casos, donde surge reacción, se deberá usar siempre diluido en agua u otros aceites (jojoba, oliva, almendras dulces, etc.).
Ante tal panorama, la OCU ha querido salir, nuevamente, en defensa de los derechos de los ciudadanos y, con ello, seguir apostando por una sociedad de consumo trasparente y justa, tal y como indican con su misión. Para cumplir esta tarea, la entidad ofrece información objetiva y veraz para que las personas tomen las mejores decisiones, dando cabida a cientos de informes sobre diferentes temas de ámbito social: consejos para el trabajo, alimentarios, sobre salud, etc.
Casi 50 años han pasado desde que la OCU empezó a dar sus primeros pasos. Su labor ha hecho que se haya ganado un hueco y el respeto de todos los ciudadanos, convirtiéndose así en una fuente muy fiable de información a la que recurren miles de personas a diario. En su nueva entrada, la OCU ha dado aviso sobre los efectos negativos que se desconocen del recurrente aceite de árbol de té.
Los riesgos asociados a un mal uso del aceite de árbol de té, según la OCU
Dicha esencia, también denominada 'aceite esencial de melaleuca', se deriva de las hojas de un árbol originario de Austrlia llamado Melaleuca alternifolia. Este aceite es ampliamente conocido por sus propiedades antimicrobianas, antiinflamatorias y antifúngicas, lo que lo convierte en un agente efectivo en el tratamiento de varios problemas que afectan a la piel directamente, como es el caso del acné o la prevención y eliminación de los piojos, entre otros muchos.
Sin embargo, tal y como señala la propia OCU, antes de aplicar el aceite de árbol de té es importante diluirlo con un aceite portador (una o dos gotas por cada cucharada de este último), como el de coco, ya que el aceite de árbol de té puede ser demasiado fuerte y causar diferentes irritaciones en la piel. También se aconseja limpiar el rostro con un limpiador suave y secarlo después con cuidado y aplicar únicamente las mezclas a las áreas afectadas de la piel.
No seguir estos consejos o esta "rutina" específica en el empleo de dicho producto, podría desencadenar, como se ha expuesto anteriormente, graves problemas. En primer lugar, la OCU señala que este aceite sólo debe usarse por vía tópica, siendo tóxico por vía oral (no se debe tragar ni inhalar). Las consecuencias: intoxicaciones y somnolencia, desorientación, erupción cutánea y ataxia (pérdida del equilibrio y la coordinación) o incluso el estado de coma.
Por ello, la OCU advierte además ser de suma importancia mantener el aceite de árbol de té fuera del alcance de los niños y con un tapón de seguridad. Pero eso no es todo, otro de los efectos negativos de su mal empleo pueden ser la irritación de la piel o dermatitis de contacto en algunas personas. Aunque este problema se considera infrecuente en nuestro alrededor, en los últimos años ha aumentado su incidencia por la popularidad de las terapias alternativas y su presencia en distintos productos de uso habitual.
Por otro lado lado, la preparaciones de aceite de árbol de té no son muy estables y se alteran con la presencia de oxígeno, luz o altas temperaturas. Esto hace que, tal y como afirma la OCU, este aceite pueda desencadenar más alergia al haber sido expuesto al aire. Además, algunos estudios no concluyente, defiende la entidad, apuntan a una posible acción disruptiva del sistema endocrino.
Por último, apunta la OCU, el Methyleugenol es una sustancia presente de manera natural en algunos aceites esenciales y aparece, en muy baja concentración, en el aceite de árbol de té. Esta sustancia, carcinogénica, está restringida por el reglamento de cosméticos: en productos sin aclarado el contenido debe ser indicado en la etiqueta y no debe superar el 0,0002% (2 ppm) y en productos con aclarado el 0,001% (10 ppm), aproximadamente.
La OCU concluye que en general, los aceites esenciales usados como ingredientes de los cosméticos son seguros, pero el aceite puro, con concentraciones mucho más elevadas que las propias de su uso en cosméticos y productos de higiene personal, es una sustancia química no exenta de riesgo. Es decir, natural no es sinónimo de seguro y aquí el aceite de árbol de té no es una excepción.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación