En los últimos tiempos, la preocupación por llevar una vida saludable ha cobrado más protagonismo que nunca. Expertos e instituciones trabajan para informar y concienciar sobre la importancia de mantener unos buenos hábitos, basados en una adecuada alimentación y la práctica deportiva habitual.
Mantener una buena salud y luchar contra enfermedades como la obesidad, considerada una de las principales causas de muerte en el mundo tal se ha convertido en el objetivo de todos. Además, desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierten del aumento de enfermedades relacionadas con la obesidad que ponen en riesgo nuestra salud.
Desde hace años, las redes sociales han servido como escenario para mostrar y compartir hábitos saludables y correctas pautas alimenticias. Y es que cada vez son más los perfiles de ya considerados influencers del mundo 'healthy' que fomentan este tipo de vida entre sus miles de seguidores.
Eso sí, aunque cueste creerlo, esta conciencia por llevar un estilo de vida y una alimentación sana también puede suponer un riesgo para la salud. Los expertos advierten de un notable aumento de personas que llevan esta preocupación al extremo, dando lugar a enfermedades y problemas para la salud.
Es el caso de la ortorexia, un término aún desconocido para muchos para definir a las personas con una preocupación excesiva, que alcanza la obsesión, por la alimentación saludable. Un trastorno que, según aseguró la OMS en 2019, afectaba en torno a un 28 por ciento de la población occidental.
¿Qué es la ortorexia?
La aparición de este término se remonta al año 2000 cuando el doctor Steve Bratman publicó su libro 'Health Food Junkies' ('Los yonquis de la comida sana'), donde utilizó por primera vez la palabra ortorexia.
En este libro, que además de ser reseñado en 'The New York Times' causó un gran revuelo, Bratman desveló este trastorno de la alimentación que lleva a quien lo padece a sufrir una obsesión por la comida sana con graves consecuencias para la salud.
Aunque aún no ha sido registrada como enfermedad o trastorno alimenticio por la OMS, los expertos aseguran que el número de casos de personas que sufren ortorexia es cada vez mayor, y aumenta a grandes pasos con los años.
Los peligros de la obsesión por la alimentación sana
Este trastorno, que aseguran afecta más a las mujeres que los hombres, y principalmente a personas con un buen poder adquisitivo, puede ocasionar consecuencias tanto físicas y mentales.
Las personas que lo sufren realizan una dieta muy restrictiva, ya que su preocupación abarca desde el origen como la calidad de los alimentos que consume, eliminando algunos de su día a día. Es por ello, que se pueden ocasionar déficits nutricionales que ocasionen consecuencias físicas como anemias, desnutrición, una debilitación del sistema inmunológico, cansancio y mareos, entre otros.
Entre las causas psicológicas, las personas que sufren este trastorno pueden acusar episodios de ansiedad, depresión, sentimiento de exigencia y culpabilidad cuando ingieren alimentos considerados no adecuados o saludables, e incluso aislamiento social.
¿Cómo detectar la ortorexia?
Aunque los expertos desvelan la dificultad para ser diagnosticada, uno de los primeros pasos para detectar la ortorexia es saber hasta qué punto esa preocupación por la vida sana afecta al día a día de la persona.
Así lo desveló el doctor Bratman en su libro, donde establece una serie de preguntas que ayudan a detectar la ortorexia. Preguntas como “¿Tu conducta alimentaria te aísla socialmente?”, “¿Disminuye tu calidad de vida?” o “¿Te preocupa más la calidad de los alimentos que el placer de comerlos?”
Unas sencillas preguntas que desvelarían si la preocupación por la vida sana es extrema u obsesiva. Y es que, tal y como desvelan, una persona que sufre ortorexia acaba centrando su vida en cuidar su alimentación, dejando de lado otros aspectos de su vida y alejándose de su entorno.
Tratamiento contra la ortorexia
En general, el tratamiento para la ortorexia es similar al de otros trastornos de la alimentación. El profesional determinará el tipo de terapia psicológica necesaria y valorará contar también con un dietista nutricionista que guíe y reajuste las pautas alimentarias.
Los expertos encuentran vínculos entre la anorexia, uno de los TCA (Trastornos de la Conducta Alimentaria) más conocidos, e incluso aseguran que uno puede derivar en otro.
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