Tú le tienes respeto al coronavirus y al contagio, con lo cual y aunque las piscinas públicas son un balón de oxígeno cuando la canícula aprieta, has decidido que este verano, poco te van a ver por allí. Lo entendemos pero como no queremos morir de calor, te vamos a dar algunas alternativas acuáticas que, sin ser la playa, también están muy bien. Hablamos de piscinas naturales, tenemos muchas en España y muy bellas. Y como este año va a ser el año del turismo nacional, las piscinas naturales en entornos rurales serán un estupendo descanso del guerrero.
Ahí van unas cuantas, la mayoría de ellas son gratuitas:
Diez piscinas naturales donde refrescarte este verano
A tiro de piedra de Madrid, en Extremadura, la provincia de Cáceres ofrece múltiples alternativas de turismo rural y de naturaleza. Por ejemplo, si te acercas hasta la preciosa región de Las Hurdes, en la localidad de Pinofranqueado encontrarás una estupenda piscina natural. Al estar en el pueblo, es idónea si vas con niños ya que justo al lado tienes restaurantes donde comer o picar algo.
Otras posibilidades, menos domesticadas, están en el valle del Jerte. Allí, la web Escapadarural.com recomienda la de la Garganta de los Infiernos, una reserva natural en la sierra de Gredos. Son conocidas como pilones, y desde allí hay varias rutas interesantes que cruzan cascadas y pozas. También en Cáceres, en la sierra de Gata, cerca de la frontera de Portugal, están las piscinas naturales Jevero y Carreciá, a dos kilómetros de Acebo. Las piscinas tienen servicios de bar.
En Galicia hay numerosas opciones. Por ejemplo, en el concello de Oia, en Pontevedra, tienes las piscinas naturales de Rego das Pías, que tienen área recreativa (tienes que coger la carretera que une A Guarda y Baiona). Si viajamos hasta Orense, allí están por ejemplo las piscinas naturales de Chavasqueira que son unas termas. Sus aguas llegan a las piscinas a más de 40 grados. En Galicia encontrarás varias piscinas naturales así, con aguas termales, es el caso también de las pozas de Outariz.
Naturaleza en estado puro y aguas frías y limpias es lo que ofrecen las piscinas naturales
En la Comunidad Valenciana hay varias opciones, por ejemplo, están les Fonts de l’Algar, en Alicante, a 15 km de la bulliciosa Benidorm. En 2002 se declaró Zona Húmeda protegida y aunque conserva un estupendo grado de conservación medioambiental, también hay servicios turísticos. El acceso cuesta 4 euros para adultos, 3 para los niños. Por su parte, en Ontinyent, en la provincia de Valencia, están las piscinas naturalres de Pou Clar, en el río Clariano. Cada pozo tiene un nombre (el gelat, el dels esclaus, el fosc….), así que tienes dónde elegir.
Ahora nos desplazamos a Teruel: allí está la piscina natural de Beceite, en una ruta de cañones practicados por el río Matarraña. Accesible para todos los públicos.
Un paisaje maravilloso y unas aguas heladas es lo que ofrecen estas piscinas naturales (hay muchas más, evidentemente), que serán un bálsamo para el cuerpo y el alma tras los meses de confinamiento.
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