Si normalmente tienes ganas de dejar a tu pareja pero en las últimas semanas ese deseo de huir de todo se ha acrecentado, igual te consuela saber que no eres el único al que le ocurre.
Las Navidades, igual que el verano, pueden ser perjudiciales para las parejas. Por lo menos es lo que se traduce de los datos sobre rupturas matrimoniales. Por un lado, el portal Information Is Beautiful destaca que las semanas previas a comenzar la Navidad, son el periodo en el que es más probable que se rompa una relación. Para determinar esta fecha, desde la web han analizado la información que aportan los 2.271 millones de usuarios activos que Facebook tiene en el mundo cuando actualizan la pestaña que indica Situación sentimental. Y, por otro, los datos del Servicio de Estadística del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) confirman que en el primer trimestre del año, después de las fiestas, en España aumentan las demandas de disolución matrimonial.
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¿Por qué queremos cortar antes de Navidad?
Según la estadística de nulidades, separaciones y divorcios (ENSD) correspondiente a 2018 y difundida por el Instituto Nacional de Estadística (INE), los matrimonios disueltos por divorcio tuvieron una duración media de 16,6 años, mientras que la de los matrimonios separados fue de 22,8 años. En estos casos de relaciones más prolongadas, la decisión de separarse se tomó en unas fechas tan señaladas como son las previas a la Navidad.
En la rutina es más sencillo dejarse llevar por la inercia, mientras que en los periodos vacacionales, y especialmente en la Navidad, las parejas saben que van a afrontar un periodo intenso de vida familiar y, por tanto, es el momento en el que precipitan la decisión
En la rutina es más sencillo dejarse llevar por la inercia, mientras que en los periodos vacacionales, y especialmente en la Navidad, "las parejas saben que van a afrontar un periodo intenso de vida familiar y, por tanto, es el momento en el que precipitan la decisión", explica Adrián Montesano, profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC) y experto en terapia familiar y de pareja.
"Por ejemplo —continúa Montesano—, alguien insatisfecho en una relación que no lleva mucho tiempo puede pensar: 'No quiero que él o ella se vincule más con mi familia, si en realidad la relación no tiene futuro'. Así, en estas relaciones menos estables o con un nivel de compromiso menor, las razones para romper pueden ser tan livianas como querer volver al pueblo solo".
En Navidad se comunica, pero está pensada de antes
Francesc Núñez, sociólogo y director del máster de Humanidades de la UOC, asegura que aunque se aproveche la Navidad para comunicar una ruptura (retenida en su versión pública), "esta ya lleva tiempo cocinándose".
Cortando ahora, ambos se ahorran pasar por las situaciones familiares con una relación que ya está rota o muy deteriorada. "Se ahorran, pues, un mal rollo, por decirlo lisa y llanamente. La Navidad te fuerza, te obliga a que la vivas como un periodo familiar de proximidad emocional a los tuyos, y este ambiente familiar y amoroso hace que aún pueda resultar más difícil mantener una relación de pareja que lleva tiempo deteriorada", añade.
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¿No te ves en 2020 con esa pareja?
Muchas personas aprovechan el nuevo año (o un periodo señalado) para hacer buenos propósitos y cambiar aspectos de su vida que no le gustan. Y hay muchas personas que deciden empezar el año con una nueva vida en la que su pareja no tiene cabida.
"Digamos que el buen propósito y el imaginar y empezar a sentir todo lo bueno que eso puede comportar pueden dar valor, ánimos e impulso para llevar a la práctica una situación (separarse de la pareja) que ya hace tiempo que se estaba pensando", matiza Núñez.
Entonces, ¿es bueno cortar en Navidad o no?
En el caso de que la separación llegue en unas fechas tan señaladas como la Navidad, ¿cómo se debería afrontar? Aunque ninguno de nosotros estamos preparados para las pérdidas, ya que somos una sociedad educada en el apego, "las rupturas de pareja, cuando tocan, son muy saludables", afirma Montesano.
¿Por qué? "Es importante que seamos conscientes del hecho de que el estrés relacional es uno de los factores que mayor incidencia tienen en el bienestar psicológico de las personas. Así, los miembros de una pareja con un nivel de conflicto alto o con un grado alto de desvinculación emocional están expuestos a niveles de estrés equiparables a haber sufrido un trauma y que pueden desembocar en importantes problemas de salud tanto físicos como psicológicos. Así pues, una ruptura a tiempo es siempre una victoria para la familia, incluidos los hijos, si los hubiere".
Pues esto es todo, lector. Si lo ves claro, es mejor cortar ahora y te ahorras todo el mal trago de las reuniones familiares. Y podrás empezar el año nuevo totalmente renovado. Si no lo tienes claro, piénsalo más o busca si lo vuestro tiene arreglo.
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