Bienestar

Si rompes con tu pareja tendrás mucho sexo desenfrenado, según una filósofa

La filósofa Claire Marin aborda en su nuevo libro el tema de las rupturas de pareja, y dedica un capítulo a una de las consecuencias que vienen tras ellas: el sexo turbulento

Las rupturas de pareja son un tema complejo pero que se puede abordar si atendemos a las generalidades. De hecho, es posible que estés leyendo esto porque estás pensando en cortar con tu amor. No eres el único: se ha demostrado que el otoño es la estación en la que más parejas rompen.

Así lo han revelado numerosos expertos, como David McCandless y Lee Byron, quienes publicaron una estadística de separaciones usando las actualizaciones de estado de Facebook, o Antonio Bolinches, que llevó a cabo un estudio, en el que participaron más de 500 parejas, que concluyó con que los meses otoñales son los más usuales para romper, seguidos de los primeros del año.

Como el otoño se acerca –hoy vamos a dejar de lado las causas que llevan a las personas a tomar caminos separados, que ya te contamos en Vozpópuli–, vamos a hablar de qué viene después de una ruptura y por qué, de pronto, tenemos un deseo sexual incontrolable, entre otras cosas.

Si rompes con tu pareja tendrás mucho sexo desenfrenado, según la filósofa Claire Marin

Claire Marin, Doctora en Filosofía por la Universidad de París y miembro del Centro Internacional de Filosofía Francesa Contemporánea, acaba de publicar en España su libro 'Rupturas: cómo superar el desgarro que produce una experiencia dolorosa' (Ed. Alienta).

Marin explora en este libro las diferentes situaciones de ruptura a las que podemos vernos expuestos y nos muestra cómo podemos convertirlas en un revulsivo con el que reinventar nuestra vida. Porque ya sean voluntarias o involuntarias, trágicas o alegres, visibles o invisibles, las rupturas marcan nuestra existencia y no nos queda otra que sobrevivir a ellas.

Claire Marin

Los sentimientos que nos invaden tras cortar con quien era 'nuestra persona', nos transforman. Por eso, es importante que aprendamos a aplacar la violencia de esos sentimientos, tolerarlos y controlarlos progresivamente para asumir nuestra propia identidad, quiénes somos ahora sin esa persona.

Y una de las consecuencias que sufrimos tras una ruptura es un deseo sexual desenfrenado que nos lleva a querer explorar, según Marin.

La violencia de la experiencia traumática transforma nuestro deseo y modifica nuestra sexualidad, que se vuelve más intensa, más 'turbulenta'

"El individuo ya no es el mismo, y la curación o la remisión des otro tipo de vida. (...) No empezamos de cero, llevamos la marca de una cierta gravedad que nos ha dejado esa experiencia dolorosa. La vuelta a ña vida normal no es automática. (...)", comienza en uno de los capítulos.

"La catástrofe ha dejado su huella en lo más profundo de nuestro ser, en nuestro pulso primitivo, en la fuerza arcaica del deseo sexual. La violencia de la experiencia traumática transforma nuestro deseo y modifica nuestra sexualidad, que se vuelve más intensa, más 'turbulenta'. El deseo sexual, incrementado, insaciable, arrastra al individuo a su desmesura. (...)", sigue.

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"Con el deseo sexual liberado, liberamos la tensión de la ruptura"

Aunque Marin no recomienda abiertamente en el libro que tengamos mucho sexo tras la ruptura, sí que asegura que si nos dejamos llevar en este terreno, liberaremos "parte de esa tensión destructora" que arrastramos tras el suceso.

"No suele hablarse de este tema de la sexualidad tras la catástrofe. (...) El abandono a esa sexualidad es la expresión paradójica de esa destructividad grabada en nosotros. Esa sexualidad devoradora es como la recuperación del vacío y la aceptación de su presencia, y ahora ocupa un lugar centrar en nuestras vidas. Hay algo de la violencia sufrida que se ha abierto paso en nuestro interior, y nos queda dentro el rastro de la quemadura".

Con ese deseo liberado, el individuo que ha sufrido libera parte de esa tensión destructora que lleva dentro

"Con ese deseo liberado, el individuo que ha sufrido libera parte de esa tensión destructora que lleva dentro. (...) La sexualidad es, pues, memoria de la demolición, y el deseo, el lugar en el que se aloja la violencia sexual. No es tanto la expresión de un amor, de un impulso hacia otra persona, como el momento en que se recrea la pérdida, indefinidamente, con la vana esperanza de aplacar la violencia".

Portada de 'Rupturas'

¿Qué opinas? ¿Estás de acuerdo en que, tras la ruptura, tenemos sexo desenfrenado solo para intentar olvidar?

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