El mundo de la estética ha experimentado un crecimiento sin precedentes en los últimos años, impulsado por una combinación de factores que van desde la presión social y el impacto de las redes sociales hasta los avances tecnológicos que facilitan la accesibilidad a estos tratamientos. En el corazón de este fenómeno se encuentran clínicas como Enfry Clinic, que han sabido posicionarse en un mercado en auge, ofreciendo tratamientos que van desde el aumento de labios hasta la rinomodelación sin cirugía. Sin embargo, este crecimiento exponencial no está exento de críticas, especialmente en lo que respecta a la salud mental de los pacientes y las expectativas generadas por los resultados.
El fenómeno Enfry Clinic
Enfry Clinic, fundada por un especialista con una pasión desde la infancia por la estética, ha logrado establecerse como un referente en el sector. Enfry Salas Guzmán, fundador de la clínica, que desde pequeño deseaba "hacer que todas las chicas se vean guapas", encontró en la medicina estética la manera de canalizar su vocación. Tras completar su formación en diferentes países y especializarse en cirugía estética, Enfry se dio cuenta de la creciente demanda de tratamientos menos invasivos al llegar a España. Desde 2016, la clínica ha enfocado sus esfuerzos en procedimientos populares como el aumento de labios y la rinomodelación con rellenos, adaptándose a las preferencias del mercado.
La expansión de Enfry Clinic ha sido notable, con sucursales en España y el Caribe. La más reciente apertura en Barcelona el diciembre pasado es testimonio del éxito de su modelo de negocio. Enfocados en tratamientos como los rellenos de ácido hialurónico para rejuvenecimiento y armonización facial, la clínica ha desarrollado un proceso de consulta online que permite a los pacientes llegar bien informados y preparados, optimizando así la experiencia clínica. Se trata de un hecho que denuncian muchos pacientes debido a que en muchas otras clínicas estos pasos previos no se realizan con tanto detenimiento, dando lugar a resultados que no se corresponden, ya sea con la realidad o el objetivo de los pacientes.
La demanda creciente de los retoques estéticos: ¿una tendencia saludable?
El aumento de la demanda de tratamientos estéticos en España refleja una tendencia global. Según la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), en 2021 se realizaron más de 200.000 intervenciones estéticas en el país, un aumento del 215% en ocho años.
En este sentido, Enfry, como médico especializado en el sector, también afirma este aumento de cirugías estéticas. De hecho, el rango de edad de los pacientes de Enfry Clinic varía, aunque predominan aquellos entre 35 y 40 años para tratamientos de armonización facial, uno de las cirugías que más se practica. Aun así, la clínica también atiende a personas más jóvenes, incluyendo a menores acompañados por sus padres en casos excepcionales. El impacto de las redes sociales y la exposición constante a imágenes retocadas digitalmente ha generado un aumento en la demanda de tratamientos entre adolescentes y jóvenes adultos, lo que preocupa a algunos expertos.
Los riesgos psicológicos: expectativas y realidad
La creciente popularidad de los tratamientos estéticos ha dado lugar a un debate sobre sus posibles efectos en la salud mental de los pacientes. Aunque muchos cirujanos, como los de Enfry Clinic, aseguran que la mayoría de sus pacientes tienen expectativas razonables y no presentan patologías mentales graves, existen estudios que sugieren lo contrario. Una revisión realizada en 2022 por Albert Losken, de la Universidad Emory, encontró una mayor incidencia de trastornos del ánimo entre quienes se someten a cirugías estéticas en comparación con otras cirugías.
El fenómeno de la 'dismorfia del selfi', donde las personas buscan parecerse a sus imágenes retocadas en redes sociales, es un ejemplo de cómo las expectativas pueden desalinearse con la realidad. En Enfry Clinic, los profesionales se enfrentan regularmente a pacientes que solicitan resultados irreales. En estos casos, según Enfry, "el enfoque es educar y ajustar las expectativas a lo que es posible y saludable, evitando procedimientos que podrían ser perjudiciales".
La evaluación psicológica: ¿una necesidad?
Actualmente, la mayoría de las clínicas estéticas no realizan evaluaciones psicológicas formales a sus pacientes antes de proceder con los tratamientos. Este es un punto de preocupación para muchos profesionales de la salud mental, quienes argumentan que una evaluación psicológica podría prevenir intervenciones en pacientes con trastornos de autopercepción o expectativas poco realistas.
Rafael Tabares, catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Valencia, sugiere que una evaluación psicológica debería ser parte del protocolo estándar en las clínicas de estética. Este tipo de evaluación podría ayudar a identificar a pacientes que no se beneficiarían de la cirugía estética y que, en cambio, podrían necesitar apoyo psicológico. La presidenta de SECPRE, Isabel de Benito, reconoce que, aunque la mayoría de los pacientes no presenta patologías mentales graves, existe un pequeño porcentaje que sí las tiene, lo que justifica la necesidad de evaluaciones más rigurosas.
En este sentido, es crucial que las clínicas, como Enfry Clinic, sigan educando a sus pacientes sobre lo que pueden esperar de los tratamientos y los riesgos asociados. La cirugía estética no es solo una cuestión de apariencia, sino de bienestar general. Los pacientes deben ser conscientes de que, si bien los procedimientos pueden mejorar ciertos aspectos de su apariencia, no son una solución mágica para problemas más profundos de autoestima o salud mental.
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