Pedir un aumento de sueldo puede suponer para muchas personas un momento de nervios y estrés que en algunas ocasiones les lleva a cometer ciertos errores de base. Las razones que llevan a los empleados a buscar un salario más competitivo suelen ser muy dispares, aunque el fundamento es que una brecha entre el salario y el desempeño laboral fácilmente puede dar lugar al descontento profesional.
De hecho, según los últimos datos reflejados en el informe Q3 Workplace Learning Trends Report de Udemy, la habilidad de ‘Negociación Salarial’ se posiciona como la habilidad de poder más demandada en todo el mundo, experimentando un aumento del 297 por ciento en el consumo de cursos en comparación con el segundo trimestre del año. Y en España, el 61 por ciento de los empleados pedirá aumento de sueldo para poder hacer frente al mayor coste de la vida y a la crisis financiera.
Esta tendencia también se ve reflejada en redes sociales como TikTok, el hashtag Salary Negotiation (Negociación Salarial en inglés), contiene hasta más de 45 millones de publicaciones. Lo que quiere decir que cada vez son más las personas que se animan a adquirir ciertas competencias para poder negociar mejoras en su remuneración.
El momento ideal para pedir aumento de sueldo
Lo primero que debemos hacer es buscar el momento ideal para pedir el aumento de sueldo en el trabajo. A principios de año es un buen momento, dado que muchas compañías comienzan a cerrar sus presupuestos. Un estudio de LinkedIn afirmaba que enero era el mejor mes. “Tan importante como tener claros los argumentos, es encontrar el momento perfecto para pedir una subida salarial. Es mejor solicitar una reunión cara a cara con tu superior directo, si no puede ser en persona, por videollamada”, nos recomiendan desde Fundación Adecco.
“Recuerda que ante todo se trata de una conversación entre dos personas adultas y que debes transmitir cercanía y generar empatía. Cuando expongas los motivos, mantén siempre el contacto visual y procura hablar con seguridad: el titubeo o el tono de duda puede poner en entredicho tus argumentos, haciendo que parezcan menos convincentes. El tono con el que solicitas una subida salarial debe ser siempre asertivo, es decir, honesto y firme, pero sin ser agresivo ni tampoco demasiado apocado. En el término medio está la virtud”, añaden.
“Además de recordar los logros que has alcanzado en el desempeño de tu trabajo, comenta las ideas o planes de futuro que tienes para seguir mejorando y/o creciendo en tu puesto de trabajo. Es decir, es importante que tu superior sepa que, una vez te suban el salario, seguirás igual o más ilusionado con tu trabajo en la empresa”, nos dicen.
Incluso la hora a la que lo hagas, cuenta. Según un informe de UK Biobank, es a las 11 de la mañana el mejor momento del día para pedir un aumento de sueldo. En ese momento, la hormona del estrés (cortisol) está bastante alta, de manera que la persona que va a solicitar un incremento del salario cuenta con la energía suficiente como para abordar esa conversación.
Así se pide un aumento de sueldo
¿Pero cómo enfrentar correctamente esta situación? ¿Qué pasos o aspectos se deberían tener en cuenta para negociar correctamente una subida salarial? El instructor y experto en potencial humano NC Kurt nos da cinco claves que deberíamos tener en cuenta a la hora de ponernos delante del jefe para pedirle un aumento de sueldo:
1. Analizar tanto nuestras necesidades como las de nuestra empresa. Las decisiones del empleado se deben basar en criterios reales y no en deseos. Como ayuda, a la hora de tomar ciertas decisiones, puede servir el planteamiento de preguntas como: “¿qué tiene más valor para mí?”, ¿cuánto peso tienen otros aspectos como el crecimiento, el aprendizaje, el nivel de desafío?”, etc. Además, debemos saber qué necesidades tiene la empresa y estar muy seguros de que somos la persona más indicada para satisfacer dichas necesidades.
2. Evaluar otras alternativas laborales disponibles. Antes de dar el paso y solicitar un aumento de salario también hay que tener en cuenta otros posibles escenarios u otras ofertas laborales que se puedan tener sobre la mesa. Esto también puede ayudar al empleado a comparar y analizar ciertas expectativas. Por otro lado, también es importante hacer uso de la autocrítica y comparar las habilidades que uno tiene con las que resulten indispensables para la empresa. Esto nos permitirá contar con un posible escenario y manejar probabilidades de cara a la negociación.
3. Establecer objetivos y prioridades. También es importante marcar cuáles son nuestros objetivos profesionales tanto a corto como a largo plazo y lo que esta negociación puede suponer. Hay que tener en cuenta que, sobre todo, se trata de un acuerdo que marcamos con nuestro responsable y la empresa empleadora y que, por consiguiente, este cambio puede conllevar ciertas modificaciones o nuevas responsabilidades en nuestro puesto de trabajo. En general, consiste en evaluar cuáles son nuestras necesidades y qué estamos dispuestos a dar a cambio por satisfacerlas.
4. Calcular el valor real de uno mismo. La petición de aumento salarial debe estar totalmente justificada con el valor que podemos aportar a la empresa. Así, debemos plantearnos también qué es lo que puede esperar la organización de nosotros y si realmente es compatible con lo que deseamos o esperamos. Además, también resulta primordial identificar en uno mismo aquello que nos diferencia del resto de empleados y que nos aporta aún más valor diferencial para desempeñar dicha tarea. Con ello, se conseguirá aportar razones de peso a la negociación salarial.
5. Evaluar nuestras expectativas respecto a nuestro desempeño laboral. También es relevante comparar nuestras expectativas con las de la organización, ya que resulta muy común que nuestro responsable tenga expectativas que puedan ser muy diferentes a las nuestras. Igualmente, y antes de iniciar la propuesta de aumento salarial, también se recomienda preguntarse a uno mismo: “¿realmente merecemos un aumento?”, “¿el trabajo que desempeñamos vale más?”.
Asimismo, el instructor NC Kurt destaca que, en caso de no salir airosos tras la negociación salarial, “siempre se puede buscar una alternativa que mejore la situación laboral como, por ejemplo, una reducción de horario laboral, contar con más vacaciones, poder teletrabajar más días durante la semana o cualquier otra concesión que la empresa pueda hacer que nos beneficie”.
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