Una infidelidad puede llevar a romper una relación de pareja… o no. Una infidelidad puede reforzar una relación de pareja… o no. Y como en todo lo que tiene que ver con el amor, cada persona y cada relación es un mundo y no siempre se actúa de la misma manera ante una misma circunstancia. Si hablamos de infidelidades, sucede lo mismo. ¿Hay que contar cuando se ha sido desleal? ¿Es preferible no hacerlo para no hacer daño a la otra persona? ¿Cuál es la mejor manera de hacerlo si decidimos confesar que hemos sido infiel a nuestra pareja?
Lo primero que hay que saber diferenciar es qué tipo de infidelidad se ha cometido. Puede que haya sido una aventura de una noche o que haya complicidad con la tercera persona y en un futuro pueda convertirse en algo más o que ya sea algo más y no hay vuelta atrás porque te has enamorado de alguien que no es tu pareja sentimental.
Cuando alguien es infiel puede darse cuenta de muchas cosas. Quizá no sabías que no eras feliz en tu actual relación y quieres mejorarla, tal vez ha sido solo un desliz y te arrepientes de lo que has hecho, o es posible que descubras que es el momento de romper con tu pareja y empezar de cero.
No te agobies. No eres el primero que comete una infidelidad. Según el estudio Infidelidad y evolución de las relaciones no monógamas en España y Europa realizado por la consultora Yougov para Gleeden, un 42 por ciento de los españoles y un 31 por ciento de las españolas han sido infieles alguna vez. La valentía y la honestidad son dos palabras clave a la hora de hablar con tu pareja de una infidelidad, eso debes tenerlo claro.
Cómo le hablo de la infidelidad
No va a ser fácil. Esto es lo primero que debes saber. Enfrentarse a la otra persona y romperle la confianza que pudiera tener en ti, va a ser una de las situaciones más complicadas a las que te puedas enfrentar en una relación de pareja. Si ha sido un desliz y te arrepientes de lo que has hecho, sé claro y transparente con la otra persona. Pero si no quieres perder a esa persona, deberás actuar con honestidad pero sin entrar en demasiados detalles que quizá sean innecesarios y solo causarán un dolor adicional.
Antes de poner las cartas sobre la mesa, deberías preguntarte por qué has sido infiel. Eso es lo primero que deberías saber antes de contarle lo que ha sucedido. ¿Buscabas algo en esa otra persona? ¿Cómo está tu relación de pareja? ¿Crees que hay algo que podéis mejorar para que la pareja siga funcionando? Encuentra respuestas a esas preguntas y así podrás ser totalmente honesto con el otro miembro.
Esto no es una tarea sencilla, no nos vamos a engañar, y en algunos casos es necesario acudir a un terapeuta que te ayuda a encontrarlas y a aclarar tu cabeza y tus sentimientos. Incluso puede ser positivo hacer terapia de pareja para que entendáis posibles carencias y posibilidades de tener una relación más feliz y sana.
Es bueno saber qué tipo de relación tenéis y queréis tener en un futuro. Si está basada en la confianza, si es quizá una relación abierta o si un tipo de desliz así puede ser perdonado o si supondrá la ruptura total. Si tu pareja tiene alguna sospecha, lo mejor será que le cuentes toda la verdad, sino vivirá en una incertidumbre constante sin poder saber a ciencia cierta si ha sucedido o no. Vivir con la duda es lo peor que puede sucederle a alguien que puede sentirse más insegura, obsesionada o con la autoestima más baja ante la gran duda que le harás sentir.
Si ya estás decidido a contarlo, asume que corres el riesgo de que la pareja se rompa y que quizá la otra persona no quiera perdonarte. Piensa bien cómo se lo vas a decir para no hacer un daño innecesario. No entres en demasiados detalles pero sé honesto siempre. Pide perdón desde el corazón y admite que la otra persona sea libre de querer tomarse un tiempo para asimilar lo sucedido. Encaja el enfado de la otra persona, la posible rabia y asume tu error con humildad y sin echar porquería encima al otro.
Si la otra persona decide perdonar y seguir adelante con la relación, estableced juntos las bases de la relación a partir de ese momento y si es necesario, pedid ayuda. Ahora tú tendrás que volver a ganarte la confianza y eso requiere tiempo.
¿Y si no quiero contar la infidelidad?
Es una decisión absolutamente personal. Aunque la verdad, la sinceridad y la honestidad son valores y principios fundamentales en una relación de pareja, puede que tú decidas no contarle a la otra persona que le has sido desleal. A veces se prefiere trabajar la culpa por cuenta propia y detectar por sí mismo cuáles son las circunstancias o sentimientos que te han llevado a cometer una infidelidad para tratar de cambiarlas. Pero piénsalo, ¿serás capaz de vivir manteniendo el secreto para siempre? ¿Tu conciencia va a estar tranquila ocultando algo tan importante?
Hay ocasiones en las que si ha sido algo puntual y la otra persona no tiene ninguna sospecha de lo sucedido, la alternativa es guardar silencio. Si ha sido una infidelidad de una noche y sabes a ciencia cierta que no va a volver a repetirse, puede que al confesarlo solo causes un daño y un dolor innecesario a tu pareja que tal vez pierda la confianza en ti para siempre. Confesarlo no siempre es lo mejor puesto que no te hará sentir menos culpable ni te hará ‘menos infiel’ y después de hacerlo te será bastante difícil volver a tener una relación como la que tenías antes.
Pero, ¿y si en un futuro la otra persona se entera de la infidelidad por otro lado? ¿Y si te había preguntado y tú lo habías negado pero finalmente descubre que era verdad? En ese momento sí que la relación será difícil de recomponer puesto que además de la infidelidad, estamos hablando de una mentira y la confianza se romperá para siempre. Es muy difícil volver a confiar en alguien que además de haber estado con otra persona, aunque sea una sola vez, nos ha engañado, ocultado o mentido a la cara.
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