La depresión posparto es un tipo de depresión que ocurre después de tener un bebé. Afecta hasta al 15 por ciento de las mujeres, experimentando altibajos emocionales, llanto frecuente, fatiga, culpa, ansiedad y problemas para cuidar a su bebé. Normalmente aparece durante los tres primeros meses de vida del bebé aunque puede presentarse hasta un año más tarde.
El cuerpo y la mente pasan por muchos cambios durante y después del embarazo. La llegada de un hijo puede desencadenar muchas emociones que van del entusiasmo y la felicidad por el nacimiento del niño a otras como el miedo o la ansiedad a no ser capaz de cuidar de él o no estar a la altura de lo que se espera de la mujer como madre. Pero esos sentimientos, que son muy normales y no tienen por qué ser negativos, pueden derivar en algo más grave que lleve a la mujer a sufrir una depresión posparto que será necesario tratar con un médico especialista.
Sufrir problemas emocionales es más habitual de lo que pensamos entre las mujeres después de dar a luz, ya que el 75 por ciento experimenta cambios emocionales después del parto y un 15 por ciento sufre depresión. En general, se calcula que una de cada 10 madres sufrirá una depresión posparto y, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), puede llegar a afectar a una de cada seis mujeres.
Síntomas de la depresión posparto
¿Cómo sé si tengo 'baby blues' o depresión posparto? Muchas mujeres tienen melancolía después de dar a luz. La melancolía posparto y la depresión posparto tienen síntomas similares. Sin embargo, los síntomas de la melancolía duran alrededor de 10 días y son menos intensos. Con la depresión posparto, los síntomas duran semanas o meses y son más graves. Si se siente vacío, falta de emociones o tristeza la mayor parte del tiempo durante más de dos semanas, hay que buscar ayuda.
Si se experimenta que no se ama o no hay preocupación por el bebé, es posible que se tenga depresión posparto. Lo que siempre se debe hacer es compartir cualquier síntoma que se esté experimentando con el doctor de confianza para que pueda evaluar si es necesario un tratamiento y cuál es el más adecuado. El tratamiento para la depresión, como la terapia o los suplementos, funciona y ayudará a la mujer y al bebé a estar lo más sanos posibles en el futuro.
Es posible tener melancolía posparto cuando:
- Se tienen ataques de llanto.
- La persona se siente abrumada.
- Hay pérdida del apetito.
- Existen problemas para dormir.
- Ocurren cambios de humor repentinos.
Entre los síntomas que nos pueden decir que podemos estar ante una depresión en estas situaciones se encuentran, a grandes rasgos, la agitación e irritabilidad, aislamiento de la familia, cambios en el apetito, sentimiento de culpa, fatiga excesiva, pérdida de energía y concentración, apatía generalizada, ansiedad considerable, pensamientos negativos e insomnio. En el caso de la depresión posparto, la mujer puede sentir además cierta incapacidad para cuidar al bebé o de ella misma, miedo a estar sola con el bebé, tener poco interés por él, sentimientos negativos o una preocupación excesiva.
Causas
No existe una causa concreta que pueda provocar una depresión posparto, pero sí que puede haber algunas relacionadas bien con cambios físicos o con problemas emocionales. En cuanto a los cambios físicos, se produce una caída en los niveles hormonales de estrógenos y progesterona, algo que puede llevar a sentir un cansancio excesivo, apatía y ciertos signos de depresión.
Si hablamos de problemas emocionales, pueden surgir con la falta de tiempo, los nervios o los miedos habituales (sobre todo en madres primerizas) para manejar las nuevas situaciones que se van a ir presentando. Incluso algunas mujeres se sienten menos atractivas por los cambios sufridos con el embarazo y otras pueden sentir que han perdido el control de su vida ante la llegada de una nueva a su mundo.
Tratamiento de la depresión posparto
Como decíamos, se debe pedir ayuda en cuanto se empiezan a notar los primeros síntomas. Tal vez solo sean nervios o cansancio normales por la llegada del bebé, pero será mejor que nuestro médico nos haga un seguimiento para que no derive en algo más grave. Es bueno contar con la ayuda también de las personas queridas y cercanas a la hora de cuidar del bebé y no deberías ocultar lo que estás sintiendo, ya que seguro que alguien cercano a ti habrá vivido lo mismo y te podrá ser de gran ayuda.
Rodearte de amigos o familiares te hará desconectar y no estar solo centrada en el día a día de tu bebé. No te avergüences por no poder con todo, no puedes pretender ser perfecta o llegar a todo y en todo momento, pide ayuda. Una vez que se haya acudido al médico, será él el que proponga uno u otro tratamiento, ya sea con medicación o terapia, o con ambas cosas. Hablar con un psicólogo especialista en estos asuntos puede ser siempre una buena idea, ya que nos dará claves para poder salir adelante más fortalecidos.
La terapia conductual cognitiva (TCC) y la terapia interpersonal (TIP) son tipos de psicoterapia que a menudo ayudan en casos de depresión posparto. En la psicoterapia, la madre puede hablar con libertad, sin temor a ser juzgada, y contar todo lo que le está pasando. A partir de ahí se darán pautas para mejorar el ánimo, aprender a relacionarse de manera más saludable con su bebé y poder disfrutar de la maternidad.
¿Cuánto dura la depresión posparto?
La depresión posparto puede durar hasta un año después del nacimiento del hijo. Sin embargo, esto no significa que la mujer deba sentirse ‘curada’ en un año. “Es importante hablar con el médico de los síntomas y tratamientos. Ser honesta acerca de los sentimientos y pensar detenidamente si se está mejor que al comienzo del diagnóstico. Luego se le podrá recomendar un tratamiento continuo para los síntomas, como los suplementos”, nos explica la doctora Marta Sánchez-Dehesa. Cuanto más rápido se detecte, más rápido se podrá iniciar el tratamiento adecuado.
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