La depresión es un trastorno mental común que, según la OMS, sufren 280 millones de personas en todo el mundo. Una alarmante cifra que no mejora dentro de nuestras fronteras. Y es que, según la última encuesta europea de salud en España, se estima que en el año 2020, 2,1 millones de personas tuvieron depresión.
Tal y como señala la Organización Mundial de la Salud, la depresión afecta más a la mujer que al hombre e “implica un estado de ánimo deprimido o la pérdida del placer o el interés por actividades durante largos periodos de tiempo”. Así, el organismo advierte que “puede convertirse en un problema de salud serio, especialmente cuando es recurrente y la intensidad moderada o grave”. Un problema que se estima que para el año 2023 sea la principal causa de discapacidad de jóvenes y adultos.
Según los expertos es importante actuar lo antes posible y ponerse en manos de un profesional para tratar este trastorno. Sin embargo, advierten de que un importante porcentaje de las personas que padecen depresión no reciben el tratamiento que necesitan, bien porque no siguen correctamente las indicaciones del médico o porque no están diagnosticados.
Así, aprender a reconocer la depresión y pedir ayuda son los primeros y muy importantes pasos para poder combatirla.
Las señales de alerta más comunes de la depresión
Tal y como apuntan desde el Centro Médico Teknon de Barcelona, “la depresión ocurre por interacción de factores genéticos, psicológicos y ambientales. Y existen diversos tipos de depresiones que pueden estar provocadas por diversas causas”.
Para quienes nunca han sufrido depresión, puede ser complicado reconocerla e incluso difícil diferenciarla de un estado prolongado de tristeza. Sin embargo, existen algunas señales comunes que pueden ser clave para detectarla y poder tratarla. Según el doctor Albert Majó Ricart, psiquiatra en el Centro Médico Teknon, estos son los síntomas más frecuentes de la depresión:
- Sentimiento persistente de tristeza, ansiedad o vacío
- Desesperanza
- Pesimismo
- Culpa
- Inutilidad
- Impotencia
- Anhedonia, que causa incapacidad de obtener placer o disfrutar de casi todas las actividades de la vida
Pero además, existen otros síntomas que las personas con depresión presentan a menudo y que son más difíciles de asociar a la enfermedad. Es el caso de la irritabilidad, la inquietud, la fatiga, la falta de energía, los problemas de concentración, menos sociabilidad, falta de decisión, insomnio (aunque en ocasiones ocurre lo contrario y se produce somnolencia), cambios en el apetito, dolores y malestares persistentes como dolor de cabeza, problemas digestivos…
Aunque el citado centro advierte de que no es lo común, también señala que en situaciones límite se pueden llegar a originar pensamientos suicidadas: “Conviene no olvidar que la depresión es el factor de riesgo más importante del suicidio, y que detrás del 65% de las muertes por esta causa se esconde una depresión grave”.
Cómo se trata la depresión
Ante la sospecha de padecer depresión, lo importante es consultar con un especialista que valore la situación y decida cómo actuar. Y es que, cada caso es distinto y el tratamiento personalizado.
“Para diagnosticar la depresión es necesario realizar una exhaustiva historia clínica y una exploración psicopatológica en la que se identifiquen al menos cinco de los síntomas anteriores durante, al menos, dos semanas, y que estos no sean el resultado de una enfermedad psiquiátrica, consumo de tóxicos o reacción del duelo” señala el experto, que además, apunta que para hacer este diagnóstico de depresión, “es necesario que el trastorno interfiera negativamente en las diferentes áreas de la vida del paciente”.
Será un experto quien evalúe al paciente y decida el mejor procedimiento en cada caso. “En la mayor parte de los casos, el tratamiento de la depresión suele ser mixto, y combina fármacos con terapia psicológica” apunta el doctor Albert Majó Ricart.
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