El ghosting no es más que desaparecer cuando una relación ya no tiene interés para esa persona. El que lo hace no da ninguna explicación (¡ni siquiera por Whatsapp!) y no da la cara ante la otra persona. Esto puede pasar tras una primera cita o después de muchas citas y la otra persona suele quedar impactada (y esto puede afectar a su salud mental) al ver que quien le daba los buenos días a diario o le escribía y mostraba interés por ella, de repente se va sin decir ni adiós.
El tipo de personalidad que hace ghosting a la hora de ligar nunca va a tener en cuenta a la otra persona o el daño que le pueda hacer desapareciendo sin más. Son personas egoístas y con cierta falta de autoestima a las que les parece mucho más fácil irse que enfrentarse a una situación que podría ser incómoda para ellos. Te explicamos cómo son para que, quizá, puedas identificarlos antes de que desaparezcan.
Así suele ser quien hace ghosting
-No le gustan los conflictos. Sin duda, una persona que hace ghosting es alguien que trata por todos los medios de evitar cualquier tipo de conflicto en el amor. Siente un miedo total a estar dentro de una situación incómoda en la que pueda surgir una conversación más directa y honesta con la persona con la que ha quedado en alguna ocasión.
Para él o ella el conflicto supone una amenaza emocional de importancia. La tensión emocional no forma parte de su personalidad. Solo tener que explicar sus sentimientos o por qué no quiere seguir conociendo a la otra persona le supone un gran problema y le hace alejarse sin más y sin dar ninguna explicación. Irse en silencio es su forma de evitar dar la cara y que alguien le pueda pedir ser claro y honesto mirando a los ojos del otro.
-Cero empatía. Una persona que desaparece y no da ninguna explicación no piensa en ningún momento en la otra persona. Solo está él en su cabeza y pretende que nadie pueda hacerle daño llegado el caso. Pero nunca se pone en el lugar del otro, en cómo se puede sentir al ver que la persona con la que ha tenido algo (ya sea en un periodo largo de tiempo o en una cita) se la traga la tierra sin ninguna explicación, ni un simple adiós.
Esa falta de empatía puede ser algo innato en esa persona o una reacción ante una situación en la que le hayan podido hacer daño anteriormente.
-Pocas habilidades de comunicación. Tener que sentarte frente a otra persona para decirle que no quieres seguir con ella no es fácil para todo el mundo. Hay que elegir bien las palabras para no herir al otro, sentir empatía y ser honesto al mismo tiempo.
No todos son capaces de hacerlo ni siquiera a través de una llamada o un mensaje de Whatsapp. Expresar los sentimientos no es algo sencillo y hay personas a las que les cuesta mucho hacerlo bien por una cuestión de educación o porque han sufrido en el pasado.
-Temor al rechazo. Además de ese miedo a los conflictos, la persona que hace ghosting teme tener que afrontar una situación de rechazo. ¿Qué ocurre si sigo cerca de esa persona y de repente me deja? Esa es una de las preguntas que suelen hacerse y antes de enfrentarse a una ruptura y vivir esa angustia o posible dolor sentimental, prefieren ser ellos los que dejan sin más ni más.
Todos podemos sentir ese ‘miedo’ en algún momento por inseguridad, pero en este tipo de personalidades es intolerable y ese proceso de gestión de emociones no es algo natural y sencillo. Al desaparecer, esa persona siente que tiene el control y que antes de que le hagan supuestamente daño, es él el que se va aunque haga daño al otro.
-Miedo al compromiso. Cuando una persona así siente que la cosa se va poniendo seria, huye. Ese miedo al compromiso, a tener que estar pendiente de otra persona y a esa cercanía emocional, le hace alejarse de inmediato. No entiende las relaciones de pareja como algo sano y que te puede hacer muy feliz, sino como algo que te ata y que te puede hacer daño en algún momento de tu vida.
-Falta de autoestima. Esa inseguridad de la que hemos hablado forma parte de la personalidad de este tipo de personas que hacen ghosting. Tienen una percepción negativa de ellos mismos y eso les lleva a no sentirse lo suficientemente buenos para que el otro pueda estar con ellos.
No se valoran y todo depende de lo que los demás piensen de ellos. Piensan incluso que si desaparecen, el otro no va a notarlo o no le echará de menos. Solo piensan en ellos y en cómo protegerse de posibles daños que el otro les pueda hacer.
Cómo superar el ghosting
Una vez detectado el ghosting, lo primero que deberíamos hacer es aceptarlo y no tratar de pedir explicaciones. Una persona que hace eso no merece ni un minuto de tus pensamientos, aunque es normal sentir cierta tristeza y confusión en una situación de este tipo. Reconoce tus sentimientos y a partir de ahí empieza a asumir que esa persona no es para ti y que además, no te conviene. ¿Quién te dice que no lo volvería a hacer si de repente reaparece?
No eres la primera persona a la que le pasa esto, así que por supuesto, una vez que lo asumas, no trates de culparte. Tú no has hecho nada para que alguien se vaya sin más y sin dar una explicación. El problema lo tiene él o ella, no tú. Trata de rodearte de gente que de verdad te quiere y aprecia y pasa tiempo con ellos.
Si lo necesitas, por supuesto, pide ayuda a un profesional para que te dé algunas pautas para superarlo. Además, no trates de buscarle con la excusa de que quieres una explicación, solo hará que esa persona siga en tu cabeza y no deje avanzar en tu vida. El contacto cero en estas situaciones de ghosting suele ser lo mejor.
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