El love bombing o bombardeo de amor es una estrategia manipuladora encubierta que busca seducirte y ganar tu atención y admiración. Surge de la carencia de amor y la necesidad de llenar ese vacío con la aprobación y la atención de los demás. Aunque suene ‘moderno’, este comportamiento tiene sus raíces en las técnicas de reclutamiento utilizadas por sectas norteamericanas, que prometen a sus seguidores todo lo que desean escuchar para ganar su lealtad incondicional.
“Los love bombers son expertos en crear una ilusión de romance y felicidad absoluta. Te inundan con detalles y muestras de afecto, anticipándose a tus necesidades y deseos. Sin embargo, esta atención intensa suele tener un tiempo limitado. Después de la fase inicial de encanto, viene la siguiente etapa, en la que la hostilidad, las evasivas y el desprecio reemplazan a las muestras de amor y afecto”, nos explica la psicóloga María Padilla, fundadora de Capital Psicólogos.
Este comportamiento manipulador “busca personas con baja autoestima, que sean susceptibles a idealizaciones y se sientan atraídas por la intensidad de la atención recibida. Una vez que la víctima cae en la red del love bombing, puede quedar atrapada en una dinámica de dependencia emocional, buscando constantemente la validación y el afecto que recibió al principio”, añade.
“Identificar y evitar el love bombing es crucial para proteger tu bienestar emocional y cultivar relaciones saludables y equilibradas. Si te encuentras en una situación así, recuerda que siempre hay ayuda disponible y que mereces ser amado y respetado de manera genuina”, afirma.
La psicóloga nos explica que para detectar estas situaciones, es importante prestar atención a ciertos comportamientos:
1. El love bombing comienza con un paso muy fuerte en la relación, con planes a largo plazo y declaraciones de amor intensas y prematuras.
2. La intensidad inicial se vuelve intermitente o desaparece en un corto período de tiempo.
3. La víctima siente la necesidad de cambiar aspectos de sí misma para mantener el interés del otro.
4. Se pueden observar descuidos o gestos reveladores que sugieren un juicio crítico hacia la víctima.
5. La persona puede mostrar señales de control, como celos infundados.
6. Si has sido víctima de love bombing, es importante buscar ayuda para procesar la experiencia y evitar futuros contactos con este tipo de perfiles. Recuerda que no eres culpable y que mereces una relación sana y respetuosa.
7. Si sospechas que tienes patrones de comportamiento similares al love bombing, busca ayuda profesional para comprender y modificar estas tendencias. En última instancia, debajo de esa actitud manipuladora, suele haber un profundo sufrimiento que se intenta evitar constantemente.
Cómo evitar el love bombing
Le preguntamos a Padilla qué se puede hacer para evitar el love bombing y a los estafadores emocionales en tiempos de redes sociales. “Los estafadores emocionales, especialmente prevalentes en el contexto de las redes sociales, encuentran un terreno fértil para sus tácticas manipuladoras. La facilidad de comunicación digital y la distancia física permiten que estas personas cultiven estrategias más elaboradas para satisfacer e ilusionar las necesidades de sus víctimas”, dice.
La primera y más crucial advertencia es “no proyectar la personalidad de nuestro ideal romántico en alguien que apenas conocemos. En las primeras etapas de una relación, es vital dar espacio para conocer genuinamente a la otra persona, sin que nuestras fantasías románticas distorsionen la realidad. Construir ilusiones y aceptarlas como verdades absolutas antes de realmente conocer a alguien puede llevarnos a una experiencia realmente desagradable”, advierte la psicóloga.
Es importante comprender que “es difícil identificar a un estafador emocional en las primeras etapas de una relación, especialmente si son hábiles en ocultar sus verdaderas intenciones. Los narcisistas, en particular, son expertos en engañar consciente o inconscientemente, aprovechando la ausencia de responsabilidad por sus acciones y la falta de culpa por sus engaños. Caer en las garras de un perfil narcisista no es culpa de la víctima; estos individuos están entrenados para manipular y explotar a otros sin remordimientos”, añade.
Además de estas precauciones, es importante estar atentos a ciertos indicadores de alerta que podrían indicar la presencia de un estafador emocional:
- Observar patrones de comportamiento inconsistentes o contradictorios, por tanto, quedar con la persona que se ha conocido en las redes cuanto antes.
- Ser muy claro/a en lo que tú quieres en una pareja. Pedir a la otra persona lo mismo y si te responde con ambigüedades… ahí tienes una pista.
- Prestar atención a las señales de control o manipulación. Si estás “no haciendo” o “no diciendo” para que la otra persona no se enfade… aquí tenemos otra clave.
- No ignorar las discrepancias entre las palabras y las acciones de la otra persona. Estar muy atentos a lo que expresa. Si está en un ideal continuo, os diría: ¡Desconfiad!
- Y por último, cuando lo presentéis a los amigos, pedid opinión, hay cosas que tú no ves pero a tus amigos, al no estar enamorados, no les falla la intuición y puedes detectar comportamientos o actitudes más extrañas.
¿Y si eres tú el que hace love bombing?
Si por suerte en la vida nos damos cuenta de que somos nosotros los que estamos haciendo love bombing, “ya el simple acto de reconocimiento nos sitúa en un lugar privilegiado. Uno de los síntomas más importantes de este perfil narcisista es el no reconocimiento o la falta de responsabilidad de nuestras acciones, por lo que tomar conciencia de ello ya supone un paso significativo. Sin embargo, este primer paso no es suficiente por sí solo”.
Mirar atrás y reflexionar sobre la huella de daño que hemos dejado puede resultar esclarecedor. “Es importante enfrentarnos a la realidad de nuestras acciones y sus consecuencias, aunque esta tarea pueda resultar dolorosa. Más aún, acercarse a las personas afectadas y empatizar con su sufrimiento es fundamental. Lo que estaría aún mejor es acercarse a esas personas y empatizar con su daño”.
Si nos permiten hablar, escuchar su dolor y comprender el alcance del daño causado “puede ser una experiencia transformadora. Sentir el peso de la tristeza y el pesar que hemos causado puede ser un poderoso motivador para el cambio. Nos confronta con una realidad incómoda y nos insta a tomar medidas concretas para enmendar nuestros errores y evitar repetirlos en el futuro. Es en este punto donde la ayuda profesional de un psicólogo puede ser invaluable”, recomienda.
Desde un punto de vista psicológico, este tipo de experiencia de love bombing puede “dejar secuelas emocionales significativas en la persona que lo sufre que afectan la autoestima, la confianza en sí mismo y la capacidad para establecer relaciones saludables en el futuro que suele durar entre más de tres meses y años”, concluye la psicóloga.
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