Salud mental

Remordimientos de conciencia: qué son y cómo puedes deshacerte de ellos

Los remordimientos de conciencia pueden surgir en diferentes momentos y deberíamos entender por qué se producen y cómo podemos 'librarnos' de ellos

Los remordimientos de conciencia pueden aparecer en momentos puntuales de nuestra vida y por muy diferentes motivos. Pueden tener que ver con ciertos miedos, por haber tomado algunas decisiones o porque sencillamente se toma conciencia de algún momento en el que creemos no haber actuado de la mejor manera posible. 

“En ocasiones nos invade un profundo sentimiento de angustia, ansiedad o incluso depresión, cuando tomamos consciencia o sentimos que hemos hecho algo contrario a nuestros valores, hemos herido a alguien, o hemos tomado las decisiones equivocadas en nuestra vida”, nos dice Laura Tiraboschi, doctora en Psicología.

Pero, ¿cuáles de estos sentimientos son remordimientos de conciencia y cuál es la tan temida sensación de culpa? “Freud decía que es una de las dos principales causas de buscar ayuda, la otra causa es el miedo a la muerte. Es decir, es un asunto mayor en la existencia humana. Por eso, conviene profundizar en la diferencia entre estos dos sentimientos, porque en lo coloquial y popular suelen confundirse”, añade Tiraboschi.

¿Remordimientos o culpa?

Los remordimientos de conciencia suelen perseguirnos y cada vez que vamos a nuestra profunda conexión suelen aparecer, como aquello que pudiéramos haber hecho mejor o donde quisiéramos estar nuevamente en aquel momento para decidir correctamente, pero ya no podemos, no sólo porque es pasado sino también porque aquellas decisiones cambiaron radicalmente nuestras vidas y la de los demás.

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Los remordimientos pueden generar mucha ansiedad.Pixabay

Es decir, “los remordimientos de conciencia abruman el alma como una ola de mareas de dudas y tristeza, inundando el corazón con la sensación de haber hecho algo equivocado. Son al fin y al cabo un autocastigo por las acciones cometidas en contra de los valores morales y éticos, arrojando dudas sobre nuestras decisiones. Esta agitación emocional nos recuerda que la vida no siempre es fácil y a veces hay que pagar un precio por nuestros ‘errores’ que al fin y al cabo tampoco son errores ya que hicimos lo que pudimos en aquel momento”, añade.

La culpa en cambio, “es una sensación de malestar que surge cuando se ha hecho algo erróneo o dañino, mientras que los remordimientos de consciencia son el arrepentimiento profundo por las acciones pasadas. La culpa nos hace sentir avergonzados y tristes por nuestros comportamientos; los remordimientos de conciencia nos incitan a reflexionar y aprender de nuestros errores”.

Freud fue el que ya a principios del siglo XX profundizó y diferenció estas dos sensaciones y él es claro al exponer la diferencia entre remordimiento de conciencia, y sentimiento de culpa. “Para él, remordimiento de conciencia se refiere al remordimiento de conciencia, como "mala conciencia" una incomodidad psíquica que surge cuando los impulsos instintivos, como los deseos sexuales y agresivos, entran en conflicto con las normas”, nos dice la psicóloga. 

En cambio, la culpa “es el sentimiento que se refiere a la responsabilidad que una persona siente por haber hecho algo malo y es mucho más complejo que los remordimientos de conciencia. Se trata de una experiencia emocional profunda en la cual el individuo asume su propia acción como errónea y desea arrepentirse o rectificar lo sucedido. El sentimiento de culpa, refleja una responsabilidad mayor hacia las acciones realizadas; se trata de una experiencia mucho más profunda e intensa donde el individuo asume su equivocación y quiere reparar sus errores para recuperar la estabilidad perdida”.

El sentimiento de culpa es una emoción más compleja y profunda que implica una evaluación más amplia y negativa de uno mismo. “A menudo, van más allá de la mera acción o omisión y afectan la autoimagen y la autoestima. Puede involucrar la creencia de que uno es inherentemente malo o defectuoso debido a las acciones pasadas. Los sentimientos de culpa pueden ser más duraderos y tienen una relación más cercana con la autoevaluación y la identidad. Es decir, ambos fenómenos emocionales están relacionados con la moralidad y la autorreflexión, pero difieren en la amplitud de su impacto en la autoimagen y la identidad personal”, comenta Tiraboschi.

Los remordimientos y el miedo

¿Pueden los remordimientos de conciencia surgir de manera infundada como un miedo irracional? “La respuesta es sí. A lo largo de mi experiencia dando terapia a infinidad de pacientes he logrado darme cuenta de que todo es percepción de la realidad, valoraciones y autovaloraciones basadas en ‘lo que es correcto’ y lo que es ‘incorrecto”.

En resumen, el surgimiento del remordimiento y sentimiento de culpa infundados “puede entenderse a través de interpretaciones cognitivas distorsionadas, la influencia de la ansiedad y la autocrítica, y la formación de asociaciones erróneas en la mente del individuo. Abordar estos patrones de pensamiento a través de terapia cognitivo-conductual u otras intervenciones psicológicas puede ser fundamental para aliviar este tipo de respuestas emocionales desproporcionadas y promover una perspectiva más realista y adaptativa ya que es un tipo de distorsión cognitiva denominada ‘culpabilidad irracional”. 

La culpabilidad infundada “también puede relacionarse con la ansiedad y la autocrítica excesiva. En un individuo propenso a la ansiedad, es posible que los niveles elevados de preocupación anticipatoria y la tendencia a anticipar resultados negativos conduzcan a un sentido injustificado de culpabilidad. Asimismo, la autocrítica severa puede amplificar la percepción de que se ha cometido un error, independientemente de la realidad de la situación”.

Consecuencias

Tanto los remordimientos de conciencia como la sensación de culpa “provocan un profundo deterioro del bienestar emocional, pensamientos rumiantes y repetitivos, el sentimiento de ‘yo soy el peor/ la peor de tod@s’ que disminuye la autoestima y la percepción del yo. También generan aislamiento social, muchos síntomas físicos de estrés, como aumento de la frecuencia cardíaca y liberación de hormonas del estrés como el cortisol. Si esta activación se mantiene crónicamente, puede tener efectos adversos en la salud física y la salud mental a largo plazo, autoimagen negativa, dificultad para relacionarse”, explica Laura Tiraboschi.

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Conviene diferenciar entre remordimientos y sentimiento de culpa.Pixabay

Cómo lidiar con los remordimientos

Lidiar con el sentimiento de culpa puede ser desafiante, pero hay varias estrategias que puedes utilizar para liberarte de este sentimiento. Recuerda que liberarse de los remordimientos lleva tiempo y esfuerzo. No te apresures y sé amable contigo mismo durante este proceso. Aquí tienes algunos consejos importantes que nos brinda la psicóloga:

1. Reconoce y acepta tus emociones: El primer paso para liberarse de la culpa es reconocer y aceptar que estás experimentando este sentimiento. No te juzgues por sentirte culpable, ya que es una emoción natural en ciertas situaciones.

2. Identifica la causa de la culpa: Examina cuidadosamente la situación que está generando el sentimiento de culpa. ¿Es algo que realmente hiciste mal o es una expectativa poco realista que tienes sobre ti mismo? Comprender la causa te ayudará a abordarla de manera efectiva.

3. Evalúa la culpa objetivamente: Pregúntate a ti mismo si la culpa es razonable y proporcional a la situación. A veces, tendemos a exagerar nuestra culpabilidad. Trata de ver las cosas desde una perspectiva más equilibrada.

4. Aprende de tus errores: Si realmente cometiste un error, en lugar de quedarte atascado en la culpa, busca lecciones y oportunidades de crecimiento. Los errores son oportunidades para aprender y mejorar en el futuro.

5. Haz las paces contigo mismo: Acepta que todos somos humanos y cometemos errores. No puedes cambiar el pasado, pero puedes elegir cómo enfrentar el futuro. Practica la autocompasión y habla contigo mismo de la misma manera amable que lo harías con un amigo.

6. Ofrece disculpas y repara si es necesario: Si tu culpa está relacionada con dañar a otra persona, considera disculparte y hacer lo que esté en tu poder para reparar el daño. Esto no solo puede aliviar tu sentimiento de culpa, sino también fortalecer tus relaciones.

7. Cambia patrones de comportamiento: Si la culpa está relacionada con un comportamiento recurrente, trabaja en cambiar esos patrones. Establece metas realistas y da pequeños pasos hacia un cambio positivo.

8. Enfócate en lo positivo: A veces, nos centramos tanto en lo que hicimos mal que olvidamos todo lo bueno que hemos hecho. Haz una lista de tus logros, virtudes y acciones positivas para equilibrar tu perspectiva.

9. Practica el autocuidado: La culpa puede ser emocionalmente agotadora. Practicar el autocuidado, como hacer ejercicio, meditar, pasar tiempo con seres queridos o realizar actividades que te gusten, puede ayudarte a manejar mejor tus emociones.

10. Busca ayuda profesional: Si la culpa persiste y está afectando significativamente tu bienestar emocional, considera hablar con un terapeuta o consejero. Ellos pueden brindarte herramientas y técnicas específicas para lidiar con la culpa de manera más efectiva.

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