El amor varía con el paso de los años. Seguro que alguna vez te has parado a pensar en ese primer amor adolescente, en las mariposas que sentías en el estómago entonces y en cómo esos sentimientos quizá hayan ido cambiando con el paso del tiempo y el paso de las diferentes relaciones de pareja por tu vida.
Fue en el año 1986 cuando el psicólogo y profesor de la Universidad de Yale Robert Sternberg publicó en la revista 'Psychological Review' su teoría triangular del amor, una teoría que en Psicología cambió el conocimiento que se tenía del mundo de los sentimientos en el que, por supuesto, nada es ni blanco ni negro y existe una gran gama de grises que cambia de persona a persona y de relación de pareja a relación de pareja.
El psicólogo estadounidense define el amor como “un conjunto de sentimientos, emociones y valores que se encuentran presentes en una relación y que está compuesto por tres elementos fundamentales: la intimidad, la pasión y el compromiso”. Con esta teoría aparecen los siete tipos de amor a través de los sentimientos que vamos sintiendo con cada persona con la que estamos.
Qué es la teoría triangular del amor
Como ya sabemos, el amor puede ir cambiando con el paso de los años. No es lo mismo cuando conocemos a alguien y comenzamos una relación, que cuando ya se habla de una relación estable de varios años. Los sentimientos van cambiando y adaptándose a nuevos retos, conflictos y situaciones que hacen que las parejas evolucionen, se vayan asentando y viviendo momentos que les hacen más fuertes o que por el contrario pueden hacer que se produzca una ruptura.
Según el psicólogo, se podría hablar de una teoría llamada 'la teoría triangular del amor' para definir cada tipo de relación. Podemos vivir todos estos tipos de amor a lo largo de nuestra vida y uno se puede transformar en otro por diferentes circunstancias. La primera característica que configura el tipo de relación de pareja que tenemos es la intimidad.
No hablamos de intimidad física sino de una conexión que va más allá de la atracción y que engloba la conexión, el afecto, el preocuparse por lo que le sucede a la otra persona y por su bienestar. A través de esa intimidad confiamos en el otro, queremos que se sienta bien y le contamos lo que nos sucede o lo que nos hace felices.
La segunda característica es la pasión y aquí sí que hablamos de una atracción física que nos lleva a querer compartir con el otro parte de la vida y también esa intimidad física a través de las relaciones sexuales. La tercera y última característica es el compromiso. Esto es lo que hace que una pareja mantenga el amor a largo plazo, que tenga planes de futuro y que se apoyen en los buenos y en los malos momentos haciéndose más fuertes y superando los problemas que puedan ir surgiendo.
Esas tres características pueden ir juntas o por separado y ahí es donde encontramos los diferentes tipos de amor. También se pueden ir uniendo o separando con el paso del tiempo dando lugar a diferentes tipos de amor dentro de una misma relación.
Tipos de amor
Conociendo las tres características que componen una relación, se establecen estos siete tipos de amor:
- Cariño. Como ya hemos explicado, no es lo mismo el amor que el cariño. En este tipo de relación hablamos de dos personas que únicamente tienen entre ellas un sentimiento de amistad y entre ellos no habrá una situación de intimidad ni unos planes de unión y compromiso a largo plazo. Cuando se siente cariño, no hay pasión ni atracción física, pero sí confianza, lealtad y sinceridad. Es cierto, que algunas relaciones de pareja que terminan en una relación sentimental comienzan por una amistad que puede ir convirtiéndose en algo romántico y con pasión.
- Encaprichamiento. La única palabra para definir este tipo de relación es pasión. No existe un conocimiento íntimo por parte de ninguna de las dos partes, no comparten momentos felices ni situaciones complicadas y tampoco hacen planes de futuro juntos. Lo que hay es un flechazo y una atracción física que puede ir o no más allá en cuanto a sentimientos. Si va más allá, muchos hablan de un amor a primera vista que luego ha derivado en una relación de pareja en el sentido más amplio de la palabra.
- Amor vacío. Podríamos hablar aquí por ejemplo de un matrimonio de conveniencia en el que solo hay un compromiso mutuo para estar juntos pero ninguno de los dos miembros de la pareja tiene confianza ni siente ningún tipo de pasión o atracción sexual por el otro. Hay veces que un amor romántico puede pasar a ser un amor vacío cuando ninguno de los dos siente ya nada por el otro y están juntos únicamente por rutina o por no dar un paso que cambie sus vidas en algún aspecto.
- Amor romántico. Pasión e intimidad. Estas relaciones, según Sternberg, son una combinación de esas dos sensaciones en las que la pareja comparte todo pero no tiene sin embargo un proyecto de futuro en común.
- Amor sociable. Este tipo de relación incluye las características de intimidad y compromiso. La característica que falta es la pasión, que podría haber desaparecido con el paso de los años de relación de pareja.
- Amor fatuo. Aquí sí se unen pasión y compromiso, pero ninguno de los miembros de la pareja se muestra abierto por lo que no hay esa intimidad y confianza ya que la conexión no es tan fuerte.
- Amor consumado. Es el tipo de relación con el que muchas personas sueñan y que muchos buscan, ya que une la intimidad, la pasión y el compromiso. Según el psicólogo, lo difícil no es alcanzar esta etapa sino permanecer en ella, pues con el paso de los años es habitual que las parejas terminen por perder la pasión que una vez sintieron debido a la rutina o los problemas ajenos a ellos.
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