El deseo sexual en las mujeres y en los hombres puede pasar por diferentes etapas a lo largo de la vida. No siempre se tienen las mismas ganas de tener sexo y hay épocas en las que la libido puede verse disminuida por muchos y diversos factores. Si hablamos del deseo sexual en las mujeres debemos tener en cuenta que los motivos que llevan a una falta de apetito sexual pueden estar interrelacionados y que la causa de la falta de deseo sexual suele ser multifactorial.
Si la falta de deseo sexual es un problema persistente, es recomendable buscar ayuda de un profesional, como un médico o un terapeuta especializado en salud sexual, para explorar las causas subyacentes y encontrar soluciones adecuadas.
Motivos de falta de deseo sexual
-Cambios fisiológicos. En ciertas etapas de la vida de la mujer se pueden producir alteraciones en los niveles de hormonas como el estrógeno, la progesterona y la testosterona que pueden afectar el deseo sexual. Estos cambios pueden ocurrir durante el embarazo, la lactancia, la menopausia o debido a trastornos endocrinos como el síndrome de ovario poliquístico (SOP).
-Causas médicas. Enfermedades crónicas como diabetes, problemas cardíacos, trastornos de la tiroides, endometriosis, síndrome de fatiga crónica o artritis pueden influir negativamente en la libido. Condiciones como el vaginismo, la vulvodinia o infecciones vaginales pueden hacer que el sexo sea doloroso, lo que disminuye el deseo.
-Estilo de vida poco saludable. Un sueño inadecuado o la fatiga constante, a menudo derivada de responsabilidades laborales, domésticas o del cuidado de los hijos, pueden reducir el deseo sexual, igual que el consumo de sustancias nocivas para la salud. Una mala alimentación, falta de ejercicio o deficiencias nutricionales pueden influir en la energía y el bienestar general, lo que puede repercutir en el apetito sexual.
-Uso de algunos medicamentos. Algunos medicamentos, como antidepresivos, antihipertensivos, anticonceptivos hormonales y ciertos medicamentos para tratar enfermedades crónicas, pueden tener efectos secundarios que reducen el deseo sexual.
-Motivos de salud mental. Situaciones de estrés, problemas en el trabajo, preocupaciones financieras o cualquier tipo de ansiedad pueden reducir el interés en la actividad sexual. La depresión es una de las principales causas de disminución del deseo sexual. Los síntomas como la fatiga, la tristeza y la falta de motivación también afectan la libido. Además, a veces una percepción negativa del propio cuerpo puede causar inseguridad, inhibición y falta de interés en el sexo.
-Factores emocionales. Los problemas que pueden surgir en una pareja, conflictos, falta de comunicación, problemas de confianza o resentimiento dentro de una relación pueden afectar negativamente el deseo sexual. Además, hay ocasiones en las que se da una falta de conexión o una desconexión emocional o falta de intimidad y esto influye a la hora de tener relaciones sexuales.
-La rutina o la falta de novedad en la vida sexual pueden hacer que disminuya el deseo con el tiempo. Por supuesto, situaciones traumáticas pueden tener un gran impacto en la libido.
Creencias culturales, religiosas o normas sociales que consideran el sexo como tabú o que reprimen la sexualidad pueden llevar a una falta de deseo sexual. A esto se le puede sumar la falta de información o educación sexual puede llevar a temores, inseguridades o ideas erróneas sobre la sexualidad.
Cómo aumentar el deseo sexual
Es importante tener en cuenta que cada persona es única, y lo que funciona para una mujer puede no funcionar para otra. Además, si la falta de libido no es algo temporal, lo mejor es que consultes a un especialista. Te damos algunos consejos generales que podrían ayudar:
-Comunicación abierta. Hablar con la pareja sobre deseos, necesidades, y expectativas puede ser clave. Una comunicación sincera puede mejorar la intimidad y la conexión emocional, lo que puede aumentar el deseo sexual. Es saludable añadir más tiempo para los juegos preliminares y probar nuevas experiencias sexuales que ayuden a aumentar la excitación y el deseo.
Realizar actividades que fortalezcan el vínculo emocional en la pareja, como practicar hobbies juntos, realizar viajes o actividades recreativas, o simplemente compartir tiempo de calidad, puede aumentar la conexión y el deseo sexual.
-La autoexploración puede ayudar a entender mejor qué genera placer. La masturbación o la exploración de fantasías sexuales puede aumentar la confianza y el deseo.
-Adiós al estrés (o al menos redúcelo). El estrés y la ansiedad son factores que pueden disminuir significativamente el deseo sexual. Técnicas de manejo del estrés, como la meditación, el yoga, o la respiración profunda, pueden ser útiles.
-El descanso adecuado es fundamental para la salud física y mental, y la falta de sueño puede disminuir el deseo sexual. Intentar mantener una rutina de sueño regular y priorizar el descanso puede ser útil.
-Ponte las pilas con el deporte. El ejercicio regular mejora la circulación sanguínea, aumenta los niveles de energía y mejora el estado de ánimo, todos factores que pueden influir positivamente en la libido.
-A esto súmale una dieta equilibrada rica en frutas, verduras, proteínas magras, y grasas saludables puede ayudar a mejorar el bienestar general, incluidos los niveles de energía y el deseo sexual. Algunos alimentos como el chocolate, las ostras, o el aguacate son considerados ‘afrodisíacos’.
En algunos casos, los desequilibrios hormonales pueden afectar el deseo sexual. Consulta a un médico para evaluar los niveles hormonales, especialmente si se estás en etapas como la menopausia. Existen suplementos y medicamentos que pueden ser útiles para aumentar el deseo sexual, pero deben ser utilizados bajo la supervisión de un profesional de la salud.
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