El orgasmo femenino encierra multitud de secretos y no siempre se ha hablado de él con naturalidad y de manera abierta. Muy al contrario, en muchas épocas se ha considerado un tabú hablar del placer femenino en las relaciones sexuales y ha sido gracias a la lucha feminista que hoy en día las mujeres pueden disfrutar del sexo igual que los hombres y no hay problema en gritarlo a los cuatro vientos.
“El orgasmo femenino trataba de ser ocultado y evitado a lo largo de los siglos. El placer y el deseo sexual de la mujer ha sido un tema históricamente tabú, una represión que gracias a las luchas de las feministas y del sexo positivo, nos estamos liberando”, explica Cecilia Bizzotto, portavoz de JOYclub en España. Existen multitud de curiosidades acerca del orgasmo femenino que probablemente pocos conocen y que lo hacen, además de divertido y satisfactorio, muy interesante.
Una de esas curiosidades es que el orgasmo femenino está en el origen del psicoanálisis. Hasta la mitad del siglo XIX existía una enfermedad conocida como la histeria femenina, cuyos síntomas pasaban por sufrir desvanecimientos, insomnio, espasmos musculares, irritabilidad o pérdida de apetito entre otros. Las pacientes diagnosticadas con esta ‘enfermedad’ tenían que acudir al médico para que éste les realizase el conocido como masaje pélvico, que no era otra cosa que masturbar a la paciente hasta llegar al orgasmo.
En el ese contexto histórico, esto se llamaba ‘paroxismo histérico’, ya que lo que verdaderamente se estaba considerando una enfermedad no era otra cosa que la represión del deseo sexual en las mujeres. Fue a partir de esta mal llamada patología con la que Sigmund Freud llegó a afirmar que este paroxismo histérico estaba provocado por la represión del deseo sexual en el inconsciente, lo cual fue la antesala para el desarrollo posterior del psicoanálisis.
Las teorías del Freud, una de las figuras más influyentes del siglo pasado, que recogió en sus libros 'Tres ensayos sobre la teoría de la sexualidad' (1905) y 'Sobre la sexualidad femenina' (1931), afirmaban que la mujer sólo podía recibir una satisfacción plena y saludable a través de la estimulación de la vagina. Para él, el placer obtenido por los orgasmos conseguidos a través de la estimulación del clítoris eran inmaduros y podían, según él, inducir a trastornos psicológicos.
De hecho, Sigmund Freud distinguió los orgasmos femeninos como clitorianos en jóvenes y vaginales, en aquellas mujeres con una respuesta sexual saludable. Es más, si la mujer madura no llegaba al clímax a través del coito, para el psicoanalista ella era “frígida” e incapaz de cumplir con “su rol natural”. Obviamente, se equivocaba. Por el contrario, otros investigadores como Betty Dodson han clasificado el orgasmo femenino en nueve formas diferentes.
Otras curiosidades del orgasmo femenino
El 8 de agosto está marcado en el calendario como el Día Internacional del Orgasmo Femenino. Fue José Arimateia Dantas Lacerda el que en el año 2006, siendo concejal del municipio brasileño de Espertina, leyó una encuesta realizada por la Universidad Federal de Piauí que afirmaba que el 28 por ciento de las mujeres de esa región no conseguían llegar al orgasmo. A partir de ahí, impulsó una ley para defender el placer sexual de las mujeres y sus problemas y tratarlo así como un problema más de salud. El objetivo de este día internacional es concienciar sobre la importancia de conocer el propio cuerpo y una reivindicación del derecho a unas relaciones sexuales plenas y satisfactorias.
¿Sabes cuánto dura un orgasmo en una mujer? Pues aunque es complicado dar una cifra exacta porque como siempre decimos, cada mujer es un mundo, se ha llegado a la conclusión de que el orgasmo en la mujer dura entre seis y 10 segundos de media, frente a los cinco a ocho segundos que dura en el caso de los hombres.
Orgasmo del sueño. No solo los hombres se lo pasan bien cuando están en su fase REM. También hay mujeres que han podido disfrutar de orgasmos mientras se encuentran durmiendo plácidamente, y lo mejor es que se produce sin ningún tipo de intención. La función sexual del cerebro femenino sigue activa durante el sueño, por lo que si por ejemplo tenemos un sueño subidito de tono mientras estamos descansando, esto provocará un mayor flujo de sangre y una sensación mayor de relajación, por lo que no es de extrañar que la mujer pueda llegar al orgasmo cuando ni siquiera está despierta.
Hay alimentos que ayudan a llegar al clímax. Que el chocolate y la canela son afrodisíacos son detalles que, aunque se sepan, nunca está de más recordar. Pero lo que es más excitante si cabe, es conocer cuáles son algunos alimentos que además de aportar nutrientes a nuestro organismo, favorecen positivamente que lleguemos al orgasmo. Toma nota y añádelos a tu dieta, que además, son muy fresquitos y apetecibles.
Hablamos de la sandía, una fruta con alto contenido en citrulina que ayuda a que aumente el flujo sanguíneo hacia los genitales femeninos, por lo que viene muy bien para llegar al orgasmo más rápidamente. También del pepino, que tiene un olor que despierta la excitación femenina, mientras que, aunque parezca mentira, el ajo lo que hace es aumentar la libido gracias a un componente llamado alicina, que cuando entra en combinación con la vitamina B1 hace que el apetito sexual se ponga por las nubes.
No solo se llega al orgasmo mediante la masturbación. La estimulación genital es una forma más de alcanzar el orgasmo en un encuentro sexual, bien individualmente o con más personas. Está comprobado que hay muchas mujeres que llegan al orgasmo únicamente mediante la estimulación de los pezones, debido a que tienen muchísimas terminaciones nerviosas.
Genial para evitar el dolor de cabeza. Según una investigación llevada a cabo por la Universidad de Rutgers, en New Jersey (Estados Unidos), durante las relaciones sexuales se liberan endorfinas y esto puede llegar a ser un analgésico natural, además de serotonina y oxitocina, hormonas que ayudan al alivio de jaquecas, cefaleas y otros dolores.
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