Sexualidad

Recupera tu rutina sexual después de las vacaciones: trucos para que el deseo no decaiga en otoño

El deseo sexual se dispara en verano pero con la llegada del otoño puede verse resentido. ¿Cómo podemos mantenerlo una vez que ponemos fin a los días de descanso estival?

El deseo sexual puede ir y venir y depende, y mucho, también de nuestro estado de ánimo e incluso de la estación del año en la que nos encontramos. Durante el verano, nos sentimos más atractivos, con más ganas de salir y conocer gente y casi siempre con un mayor deseo para mantener relaciones sexuales. Pero, ¿el otoño influye en nuestra actividad sexual?

Por un lado, algunas investigaciones parecen apuntar a que en otoño podríamos tener más deseo sexual por causas hormonales. Por ejemplo, algunos estudios, de hecho, apuntan a una mayor concentración de testosterona en los hombres durante esta época del año.

"Sin embargo, otras investigaciones apuntan justamente a lo contrario, al decrecimiento de los niveles de libido debido al frío y la reducción de horas de luz. Así, no hay evidencia suficiente para exponer cómo afecta el clima a nuestro deseo sexual”, nos explica Cecilia Bizzotto, socióloga y portavoz de JOYclub.

Sin embargo, de lo que sí hay evidencia es de cómo afecta a nuestra sexualidad los condicionantes culturales y psicológicos, “infinitamente más determinantes que nuestras hormonas (salvo en casos de patologías concretas). Es bastante reduccionista pensar en que las estaciones climáticas por sí solas podrían mejorar o empeorar nuestra vida sexual

Por ello, es mucho más interesante preocuparnos por atender la variabilidad de nuestra libido desde un punto de vista psicosocial y comprender qué hay detrás de su disminución, si la hubiera. 

Hay algunas preguntas que nos solemos hacer, como: “¿Me están afectando temas del trabajo?”, “¿podría tener que ver con mi economía?”; ¿quizá me siento inseguro físicamente?”, “¿siento que mi pareja me desea menos que antes?”, “¿no me gusta el sexo que tengo con mi pareja?”, “¿tengo miedo de aceptar mis propias preferencias sexuales?”.

La psicóloga nos dice que “es mil veces más probable que nos afecten cuestiones como estas antes que el otoño, la primavera, el verano o el invierno. No somos sólo un manojo de hormonas, ADN y biología”.

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El otoño, cuida tu deseo sexual priorizando el tiempo de calidad con tu pareja.Pixabay

Deseo sexual a tope en otoño

¿Cómo podemos hacer que el deseo sexual regrese y no nos influya la depresión postvacacional? En vacaciones, puede haber pasado dos cosas: o bien que hayamos tenido más tiempo y libertad para disfrutar de nuestra sexualidad, o todo lo contrario.

“Algunos estudios hechos en parejas con hijas/os, demuestran que la vida sexual durante el verano puede decaer mucho por la falta de tiempo para el romanticismo en pareja. Según ese estudio, casi el 70 por ciento de los papás y mamás con hijas adolescentes (de 14 a 16) dice tener menos encuentros sexuales durante el verano”, nos dice Bizzotto.

A esto se suman las expectativas. “Hemos oido decir por todos lados que la mejor época para el sexo es el verano, que si durante las vacaciones te liberas del estrés y es tu momento para tener mucho sexo y hacer realidad fantasías. ¡Y al deseo no se le puede poner expectativas!”, comenta la experta.

Tips para que el deseo sexual no caiga

Si durante el verano has disfrutado a tope de tus relaciones sexuales, es posible que te afecte menos la ‘vuelta al cole’ o la depresión postvacacional. Si durante las vacaciones has gozado de tiempo de calidad en pareja o contigo misma, si te has dejado llevar por el deseo, si has innovado o cumplido fantasías, si has vivido experiencias eróticas, la vuelta a la rutina será dura, pero seguro que podrás afrontarla. 

“Lo importante es que te centres en seguir buscando tiempo de calidad para el placer. Y cuando hablo de placer, no hablo de sexo necesariamente. Un masaje en pareja, una ducha juntos, una cita romántica… El tiempo de calidad y los mimos son lo que más potencian la libido, así que prioriza esos espacios y seguro que la transición a la cotidianeidad no será tan dura”, añade la experta de JOYclub.

Ahora bien, lo que es más complejo de gestionar es cuando hemos tenido un mal verano sexualmente o cuando andamos bajas de deseo sexual. Cuando hemos caído en la monotonía sexual y hemos dejado de ‘priorizarnos’. Es entonces cuando hay que hacer un trabajo mayor. Los consejos concretos que la experta nos da para recuperar el deseo sexual son:

-Preocúpate por autoanalizarte y determinar qué es lo que hace que tengas poca libido. Pueden haber mil razones: desde la falta de tiempo para el sexo, el no disfrutar de los encuentros sexuales, falta de autoestima corporal, poca comunicación en pareja, miedos o tabús sexuales… ¡Lo primero es saber por qué tienes menos ganas! Una vez hecho este paso, puedes decidir qué hacer, aunque lo óptimo si es algo que te preocupa es acudir a un terapeuta especializado en sexología. 

-Trabaja tu deseo reactivo. “Hay dos tipos de deseo sexual: el espontáneo y el reactivo. El deseo espontáneo es el que vemos en las películas, por ejemplo, cuando dos personas se besan e inmediatamente se excitan y tienen sexo", explica Bizzotto.

"La realidad es que rara vez el deseo ocurre así, rara vez nos encendemos como una llama nada más ver un cuerpo desnudo del otro o de oler el aroma de su cuerpo. Especialmente cuando estamos en relaciones de larga duración”. Por eso, muchas parejas están esperando que el deseo aparezca como un milagro, espontáneo y desenfrenado, sin trabajar el deseo reactivo. 

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El deseo sexual puede decaer con la llegada de la rutina tras las vacaciones.Pixabay

El deseo reactivo es aquel que se produce sólo cuando nos sentimos seguros y confiados, con capacidad de comunicarnos libremente con nuestras parejas. “Un ejemplo: imaginemos que mi deseo está en 0/10 y el de mi pareja está en 5 ó 6. Hay una asincronía en el deseo, es decir, él o ella tiene más ganas que yo por lo que sea. Pero, aunque yo tenga 0 deseo sexual, sí que me puede apetecer que me acaricie, acariciarle, jugar con nuestras pieles buscando el tacto, dándonos besos, disfrutando de cada matiz, del sabor, textura y olor de la piel".

Así, "al jugar con el cuerpo puede provocar que surja el deseo reactivo y que se reavive nuestra libido aunque en un inicio estuviera apagada”.

-Deja de prestar atención a la penetración, los genitales y el orgasmo. Nos han dicho que el sexo es sinónimo del coito y que su mayor expresión es la eyaculación o el orgasmo. Deconstruye esta idea y sé consciente de que puedes obtener muchísimo placer más allá.

-Prioriza el tiempo de calidad contigo mismo o en pareja. La vida va muy deprisa y, en ocasiones, apenas tenemos tiempo para nada. De hecho, la causa de la depresión postvacacional suele ser el pasar de tener mucho tiempo libre, a sumergirte en la rutina de trabajo, cuidados, facturas… Si a todo ello le sumas que cuando llegas a casa y tienes un minuto de paz te dedicas a ver series sin cesar o quedarte embobado con la pantalla del móvil, te estás cargando el poco tiempo libre que te queda. 

“Cuidar tu tiempo en pareja implica, precisamente, no creer que mirar pantallas juntos es tiempo de calidad (puede serlo de vez en cuando, pero no a diario). Cuidar tu tiempo en pareja es preguntar cómo le ha ido el día, conversar sobre banalidades y no preocupaciones, mirarnos a los ojos, acariciarnos, atendernos”, concluye. 

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