Sexualidad

Viajar con juguetes sexuales: ¿sabes que no en todos los países están permitidos?

No en todo el mundo está permitido el uso de los juguetes sexuales. Si no quieres sorpresa al llegar a tu destino, aquí te damos las claves para no tener ningún percance

Los juguetes sexuales son un compañero ideal si estas vacaciones has decidido viajar solo y también son un accesorio perfecto si tus días de relax son con tu pareja. Pero hay lugares en los que no están permitidos y debemos conocer algunos datos para no tener problemas a la hora de coger un avión o un barco y quedarnos sin ellos (o algo peor) a la hora de llegar a nuestro destino vacacional.

Además, queremos darte algunos buenos consejos si es la primera vez que usas juguetes sexuales para que puedas hacerlo con seguridad, higiene máxima y sobre todo disfrutando al máximo solo o en compañía, que al final es de lo que se trata. Las relaciones sexuales pueden ser muy satisfactorias también con ellos si los usas de la manera ‘correcta’.

Claves para viajar con juguetes sexuales

¡Ha llegado, al fin! Con la llegada de las vacaciones, es el momento perfecto para hacer la maleta. Desde un viaje en solitario, a una escapada romántica en pareja o de vacaciones con amigos, no hay por qué renunciar a un toque extra de placer en el equipaje. Desde Satisfyer nos dan algunos consejos sobre cuáles son los juguetes sexuales ideales y tips para viajar con ellos:

-En esta ocasión, ¡el tamaño sí importa!: en los controles de seguridad de los aeropuertos, los juguetes de gran tamaño pueden confundirse con armas u objetos peligrosos. Para evitar cualquier situación incómoda, es recomendable optar por otros más compactos y discretos que pasen desapercibidos y no llamen la atención.

Puedes llevar juguetes sexuales tanto en el equipaje de mano como en el facturado. Sin embargo, los líquidos (como lubricantes) deben cumplir con las regulaciones de líquidos en el equipaje de mano (máximo de 100 ml por envase).

Si tu equipaje es seleccionado para una revisión adicional, los agentes de seguridad pueden ver tus juguetes sexuales. Esto es común y no debería ser motivo de preocupación, ya que los agentes están entrenados para manejar estas situaciones de manera profesional.

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Si viajas con juguetes sexuales, infórmate de la normativa del país al que vas.Pixabay

-Información sobre la normativa de cada país: en ciertos países, los juguetes sexuales están prohibidos. Es importante comprobar las regulaciones del lugar de destino para evitar inconvenientes al llegar. Algunos de estos países son Tailandia, Malasia, Maldivas o Vietnam, donde no se pueden distribuir ni poseer, Arabia Saudí, Bahréin o Emiratos Árabes, donde la ley islámica lo prohíbe, o Indonesia y un estado de USA, Texas, donde quienes los vendan o muestren en público pueden llegar a ser sancionados con pena de prisión.

Investiga las leyes y regulaciones del país al que viajas, ya que en algunos lugares los juguetes sexuales pueden estar restringidos o prohibidos. En algunos países además es posible que debas declarar en la aduana los juguetes sexuales.

-Retirar las pilas: los juguetes que funcionan con pilas se pueden transportar sin problema en el equipaje de mano o en la maleta facturada. No obstante, es crucial comprobar que el botón de encendido/apagado esté bien asegurado y que las pilas estén quitadas.

-Recargables por USB: los juguetes sexuales con carga USB hacen que no sea necesario llevar pilas adicionales, pero es importante no olvidar el cargador. Si llevas un juguete sexual con conectividad (Bluetooth, Wi-Fi), considera desconectarlo y mantenerlo en modo avión.

-Limpieza antes y después: es imprescindible limpiar los juguetes tanto antes de salir como al llegar al destino. Se trata de una tarea sencilla, simplemente con agua, jabón neutro y un poco de limpiador específico para juguetes sexuales.

-Uso de una funda de viaje: para proteger el juguete en la maleta o bolso puedes usar una bolsa especial para llevar los juguetes sexuales y así mantenerlos limpios y a salvo de golpes o suciedad.

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En los viajes, mejor llevar los juguetes sexuales sin pilas y en una bolsita por una cuestión de higiene.Pixabay

Si es tu primera vez…

Si eres principiante en el tema de los juguetes sexuales, deberías tener en cuenta algunos detalles a la hora de usarlos o viajar con ellos estas vacaciones:

Antes de ponerte manos a la obra, lee las instrucciones de uso del juguete para luego no tener sorpresas desagradables. Prueba cada botón, ve mirando la velocidad e intensidad que es mejor para ti y conoce cuáles son las vibraciones que más placer pueden darte. A lo mejor la primera vez no le pillas el truco, pero seguro que después lo harás y será muy placentero para ti. Compra siempre juguetes sexuales de calidad y de marcas cien por cien fiables y homologadas para evitar algunos problemas.

Usa lubricante. Las relaciones sexuales puede ser más agradable si usas un lubricante que te ayude en el uso de los juguetes sexuales. Existen muchos lubricantes en el mercado, pero uno bueno puede ser que contenga base de agua, más natural. Como cualquier producto cosmético, antes de utilizar un lubricante en los genitales es recomendable probarlo en otra zona de la piel para ver si puedes tener algún tipo de reacción alérgica. Si se produce deshidratación o irritación, es mejor dejar de utilizarlo. 

No usar suficiente lubricante o usar uno que no sea compatible con el juguete que hayas elegido. Existen dos tipos de lubricantes: los de base acuosa y los de base de aceite. Cada uno de ellos sirve para unos determinados tipos de juguetes sexuales. Evita usar el de base de aceite con juguetes de silicona. 

Poco a poco. Ve probando en diferentes zonas y con diferentes velocidades e intensidades. Poco a poco irás descubriendo qué es lo que más te gusta, lo que menos te gusta y en qué zonas es para ti más interesante utilizarlo. Piensa que son sensaciones únicas y que solo tú puedes saber qué es lo que más te satisface. 

Limpieza máxima. Si los juguetes sexuales que usas son resistentes al agua, la limpieza es sencilla: empieza por eliminar los fluidos una vez usado, aunque sea de forma superficial con un paño o unas toallitas húmedas; luego mételo en agua y límpialo con jabón neutro y un cepillo suave para no dañar la textura; finalmente sécalo muy bien para evitar las bacterias que pueda haber si queda algo de humedad. Puedes dejarlo al aire libre unas horas antes de volver a guardarlo en el cajón.

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