Aunque la pérdida de la memoria es un aspecto relacionado a la edad, todo el mundo está expuesto a padecer este problema a lo largo de la vida. Principalmente, porque nadie cuenta con un control absoluto del comportamiento del cerebro. Sin embargo, cuando los considerados pequeños despistes, como olvidarnos las llaves dentro de casa o no recordar dónde hemos aparcado el coche, se convierten en algo frecuente e incluso llegan a afectar a nuestro día a día, es cuando verdaderamente empezamos a tenerlo en cuenta y cuando diagnosticamos que hay algo que no está funcionando del todo bien.
Según los expertos, combatir la pérdida de la memoria es posible gracias, en parte, a ciertos trucos y cambios en nuestro estilo de vida y en nuestra rutina diaria. Ejemplos de ello son mantener activa la mente, realizar ejercicio físico de manera constante o descansar adecuadamente. Sin embargo, hay otros aspectos que también influyen en las capacidades humanas y que no se suelen prestar mucha atención, como cuidar una alimentación sana y equilibrada.
La alimentación está muy relacionada con la pérdida y el desgaste de la memoria. Una dieta desequilibrada, con falta de vitaminas o con exceso de grasas saturadas, favorece al envejecimiento cerebral prematuro, lo que conlleva, a su vez. un más que notable deterioro de la memoria. Principalmente, es un problema con especial atención en personas mayores de cincuenta años, quienes presentan los síntomas marcados con mayor frecuencia que el resto.
Así, numerosos estudios han confirmado durante los últimos años que el consumo de determinados alimentos puede ser bueno para mejorar la memoria, evitando, o al menos retrasando, su pérdida; algo que preocupa a miles de personas. Gracias a sus notables propiedades nutricionales, estos superalimentos ayudan a mantener sano el organismo y previenen algunas enfermedades, motivos suficientes por los que se recomienda siempre su consumo. En este caso, una conocida fruta destaca por encima del resto gracias a sus notables beneficios en el desarrollo y la mejora cognitiva.
La fresa, el superalimento que mejora la memoria en mayores de 50 años
Protagonista de muchas dietas y con un papel clave también en desayunos y meriendas, las fresas tienen algunas propiedades antinflamatorias, son ricas en fibra y el 80% de su contenido es agua, algo que no favorece únicamente a la depuración del organismo, sino que también ayuda a aumentar la sensación de saciedad, aspecto vital a la hora de perder peso. Además, tal y como señala la Fundación Española de la Nutrición (FEN), la fresa es una importante fuente de vitamina C "con un porcentaje incluso superior al que posee la naranja" y es una de las frutas con mayor capacidad antioxidante, que contribuye a su vez a la protección de las células.
La última hora apunta un nuevo beneficio inscrito en esta lista: un estudio publicado en la revista Nutrients asegura que el consumo diario de fresas ayuda a mejorar la memoria y la capacidad cognitiva. A través de una muestra de 30 adultos escogidos al azar, mayoritariamente mujeres y con edades comprendidas entre los 50 y los 65 años, la investigación puso de relieve que el consumo diario de fresas reduce la interferencia en la memoria entre adultos de mediana edad con sobrepeso y deterioro cognitivo leve.
Durante doce semanas, las 30 personas fueron divididas en dos grupos. El primero de ellos recibió un polvo de fresas preparado a partir de fruta entera desecada, liofilizada y molida en una cantidad equivalente a un cuenco de fresas frescas enteras, Mientras tanto, el otro grupo tomó un placebo: un polvo de control diseñado con la misma apariencia, sabor que el de las fresas. Al final de los 84 días de experimento, los participantes que recibieron la fruta en polvo cometieron menos errores de intrusión durante una tarea de aprendizaje concluyente. Además, estos mismo participantes informaron niveles más bajos de síntomas depresivos, lo que implica también una mejora en las emociones.
Los hallazgos se podrían atribuir, según apuntan desde el estudio, a las acciones antiinflamatorias secundarias de las antocianinas que se encuentran en las fresas: antioxidantes naturales extraordinarios que ayudan al cuerpo humano a contrarrestar la degeneración celular. Sin embargo, esta no es la primera vez que se habla sobre esta cualidad de las fresas. Una publicación de American Society Nutrition apuntó ya en verano que el consumo diario de 26 gramos de polvo de fresa "mejora moderadamente la velocidad de procesamiento cognitivo, reduce la presión arterial sistólica y aumenta la capacidad antioxidante total".
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