No vamos a negar que las fotos de un verano cargado de surf acaban siendo muy resultonas en redes sociales, pero nuestra intención no está hoy en buscar likes, ni tampoco en parecer el protagonista de Le llaman Bodhi, sino demostrar que más allá de su buena fama y de su tirón comercial, es una perfecta manera de ponerse muy en forma.
Evidentemente necesitaremos alguna playa y una tabla, pero no necesariamente pretendemos que el primer día seas Kelly Slater -reputadísimo surfer-, ni que manejes el mar a tu antojo como si fueras Aritz Aranburu, uno de los más conocidos de nuestro país. También sabemos que no es un deporte sencillo de primeras porque requiere bastante coordinación, equilibrio y, evidentemente, el concurso de las olas para que sea tan entretenido como práctico.
La ventaja es que es un deporte que se puede practicar desde muy jóvenes, donde sirve para fomentar el correcto equilibrio del cuerpo gracias a mantener los centros de gravedad muy bajos, y permitiendo un control del cuerpo casi total.
Por eso y porque no seréis pocos los que este verano hagáis vuestros pinitos sobre una tabla, nos dedicamos hoy a glosar sus virtudes para que tengáis claro que con cierta dedicación y algo de paciencia podéis estar ante un deporte todoterreno.
Las cuatro grandes ventajas del surf para tu cuerpo
Si alguna vez te has tirado, neopreno mediante, sobre una tabla y catado las mieles -y las hieles- de este deporte de tabla habrás visto que tu debut es algo ingrato y que, evidentemente, te acaba doliendo todo el cuerpo. No te preocupes porque eso es algo inherente a este deporte, el cual te mantiene en perpetua tensión y al que sus bondades físicas le acompañan también ciertas virtudes espaciales.
Un potentísimo ejercicio de cardio
Existen deportes en los que, con sus más y sus menos, se puede desconectar bastante y no estar sometido a una gran carga física. Al surf le pasa lo contrario y es que incluso las fases más calmadas, en esas en las que estemos buscando la ola perfecta, estaremos remando con nuestros brazos o intentando ponernos de pie sobre la tabla.
La realidad es que cada vez que lo practicamos pasamos alrededor de un 45% del tiempo remando, por lo cual estaremos favoreciendo un potente ejercicio aeróbico que además alterna momentos de gran intensidad y muy explosivos cuando buscamos la propulsión, con otros momentos más tranquilos.
Trabaja todos los grupos musculares
Sí, no estás solo. Si en tu debut tienes agujetas por todo el cuerpo debes saber que es la sensación que se experimenta en estos comienzos. No tiene más que fijarte en la postura y el trabajo que todo tu cuerpo exige cuando quieres surfear, ya sea remando, esperando o cuando estás montado sobre la tabla, incluso cuando no estás practicándolo valiéndote de estos 12 ejercicios.
Influye muchísimo el tren inferior, que además está en constante tensión cuando estamos cabalgando la ola, y también es un deporte perfecto para favorecer el denominado core, que son los músculos que equilibran el cuerpo, como los abdominales, los glúteos o la musculatura de la cadera.
La postura habitual, ligeramente encogido, exige mucha potencia a esta parte del cuerpo, ya sea para mantener el equilibrio o para controlar los giros, por lo que su demanda física es altísima.
Lejos no se quedan los brazos, quizá los que más desapercibidos pasan durante la ola, pero importantísimos como hemos visto para la remada y la propulsión, potenciando así los músculos del torso, como los pectorales, o los grupos musculares de la espalda y los hombros como el trapecio, el deltoides o los dorsales.
Movilidad y agilidad
Uno de los grandes errores de novato cuando se comienza a practicalo es no calentar antes de echarse al mar, y el de no estirar después de practicarlo. Además de agotador, también es un deporte que pide al cuerpo una enorme capacidad de reacción, y ahí es donde la movilidad y la agilidad juegan papeles fundamentales.
Son muchos los surfistas que realizan yoga o pilates para favorecer su concentración o una correcta respiración, sino que también permite una gran movilidad, clave para protegerse de las lesiones porque tendremos más control sobre las articulaciones, no olvidando nunca que podemos estar expuestos a posiciones incómodas en la vida real pero que forman parte del pan nuestro de cada día en este deporte.
No hace falta más que pensar en la clásica postura en cuclillas, infrecuente en nuestro día a día pero clave para manejar el equilibrio de nuestro cuerpo y jugar con el balance de pesos para los giros, por lo que practicar surf con asiduidad puede venirnos genial para ser más ágiles y móviles.
Un quemagrasas natural
Seguramente conozcas pocos surfistas que tengan cierta panza o que tengan un claro sobrepeso y es que es un ejercicio muy exigente y que por tanto quema un montón de calorías. Se estima que una hora de surf quema alrededor de 400kcal, más de las que quemaríamos montando en bicicleta, corriendo a buena velocidad o jugando al pádel, perfecto para quemar grasa.
Esto obedece a que todo nuestro cuerpo está puesto a la vez en marcha, generando al mismo tiempo esfuerzos explosivos y esfuerzos de corta intensidad, y todo ello garantizando además un deporte de bajo impacto, por lo que nuestras articulaciones no están sometidas a la misma intensidad que podríamos tener corriendo, con el importante desgaste que sufren las rodillas y tobillos, o levantando pesas.
Un auténtico win-win que no solo quedará bien en tus redes sociales, sino que también te puede echar una mano para combatir algunos kilos de más y que vuelvas estupendamente en septiembre. Solo falta elegir destino.
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