Si quieres adelgazar pero no eres de hacer dietas, debes actuar con inteligencia y saber que hay trucos que te hacen perder peso con facilidad y con cierta rapidez. A ver, no son la panacea: si te comes un buey y luego aplicas un truco, poco vas a conseguir. Pero si comes con moderación, reduces el consumo de hidratos simples y te mueves, sí puedes notar resultados rápidamente si llevas a cabo ciertos hábitos que las personas delgadas conocen.
Uno de estos trucos es introducir en tu dieta una bebida que te ayuda a adelgazar: el té. En realidad sólo algunos tipos de té. Puedes consumirlo en cápsulas, bolsitas de infusiones o vertiendo agua caliente tú mismo sobre las hojas de la planta. Desde Vozpópuli te recomendamos esta última opción. Hazte con un hervidor de agua y compra las hojas en herbolarios. No sólo aprovecharás más los beneficios sino que además te saldrá más económico (a todos nos duele pagar más de 4 euros por una caja de 20 bolsitas de té, la verdad).
El té verde es mejor para adelgazar y acelerar el metabolismo
Además de para adelgazar, el consumo de té se ha relacionado desde siempre con numerosos beneficios para la salud, como la protección de las células y la reducción del riesgo de enfermedad cardíaca. No obstante, su beneficio más conocido es el de impulsar la pérdida de peso gracias a la aceleración del metabolismo.
El problema es que siempre existe la misma duda: ¿qué té es mejor para adelgazar? ¿El té verde, el rojo o el negro? Aunque los tres se encuentran ahí ahí, el mejor es el verde.
Así lo han demostrado numerosos estudios, como este, de 2008. Un total de 60 personas con sobrepeso siguieron una dieta durante tres meses. Algunas tomaron té verde y otras bebieron un placebo. Tras las doce semanas, los que tomaron té verde adelgazaron 3,3 kilos más que las personas que no lo hicieron. Otra investigación descubrió consumir extracto de té verde produce disminuciones significativas en el peso corporal, la grasa y la barriga.
Este poder quema-grasa puede deberse a que este té es especialmente rico en catequinas, unos antioxidantes naturales que aceleran el metabolismo y fomentan la pérdida de peso.
El té rojo y el té negro también son buenos para perder peso
Que el verde sea mejor no significa que sea el único. De hecho, lo mejor es combinar los tres que te hemos mencionado.
El té rojo, también conocido como pu-erh, es un tipo de té negro chino que tambiién se ha demostrado que ayuda a adelgazar. Un estudio en 70 personas comprobó, tras tres meses, que los que bebieron té rojo perdieron 1 kilo más que los que ingirieron un placebo. Además, se han hecho investigaciones en animales que apuntan en la misma dirección.
El té negro, por su parte, también es efectivo para adelgazar. Así lo demostró un estudio realizado en 111 personas, el cual reveló que beber tres tazas de té negro por día durante tres meses aumentaba significativamente la pérdida de peso y reducía la circunferencia de la cintura.
Tómalo antes de las comidas (si no te sienta mal)
Además de elegir bien el tipo de té que tenemos que beber si queremos potenciar la pérdida de peso, hay que saber cuándo hacerlo, porque en este caso no todo vale.
Aunque beber té después de las comidas te dará un chute de cafeína y catequinas que pueden ayudarte a perder peso, lo mejor, para potenciar los beneficios, es tomarlo antes de las comidas, ya que así comerás menos de tu plato y tendrás menos hambre. No obstante, a mucha gente –como a la que escribe–, le sienta mal tomar té con el estómago vacío (o casi), por ello, si ves que te sienta mal, opta por consumirlo tras las comidas.
Y otro apunte: lo ideal es tomarlo solo, sin leche y sin azúzar, ya que, según un estudio publicado en Nutrients en 2011, las proteínas de la leche inhiben los efectos beneficiosos del té en el metabolismo.
Otra bebida para perder peso: el zumo de pomelo
Si lo del té no te convence, puedes probar con el zumo de pomelo. Esta fruta que ayuda a adelgazar, de media, 1,5 kilos en 12 semanas sólo con tomar media fruta al día en cada comida, según numerosos estudios, como el capitaneado por el doctor Ken Fujioka. Dirás, pues no es mucho, pero contando que no haces nada más que tomar una fruta te sale bien la jugada.
Las investigaciones al respecto apuntan a que existe un vínculo fisiológico entre el pomelo y la insulina, y que esto afecta al peso corporal. Los expertos creen que las propiedades químicas del pomelo reducen el nivel de insulina de quien lo consume, estimulando así a la pérdida de peso.
El pomelo ayuda a adelgazar, de media, 1,5 kilos en 12 semanas sólo con tomar media fruta al día en cada comida
Además, se ha demostrado que los diferentes componentes de los pomelos son también responsables de su poder adelgazante. En concreto:
- La nootkatona, que contribuye a acelerar el metabolismo y a reducir la acumulación de grasa abdominal.
- Los bioflavonoides cítricos, que nos protegen contra el metabolismo anormal de los lípidos.
- La naringenina, que se ha demostrado que influye en el metabolismo de las grasas y de los hidratos de carbono).
Si queremos tomar pomelo para adelgazar, podemos comer media pieza antes de las comidas durante, mínimo, seis semanas. Y si lo queremos en zumo, beber la misma cantidad de la fruta exprimida.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación