Tras el verano llegan los propósitos, y dejar de fumar suele estar entre los de la mayoría que aún son adictos al tabaco, un hábito caro y verdaderamente perjudicial para la salud. La venta del tabaco ha caído un 8% durante 2020, hasta los cerca de 2.000 millones de cajetillas, marcando un mínimo histórico. Aun así, hay muchos que quieren dejarlo y no pueden o que sufren mucho por el camino.
Aunque existen numerosos tratamientos para conseguir dejar de fumar, suele ser un proceso duro, pues la dependencia de la nicotina es muy fuerte, tanto química como psicológica. Abordar las dos vías puede hacer algo más llevadero este cambio de hábito.
Para poder ayudarte en el camino, hoy en Vozpópuli charlamos con la Dra. Ana Neves, responsable de la unidad de Medicina del Estilo de Vida de Clínica FEMM, donde desarrolla una serie de hábitos con los pacientes que acuden a consulta para sacar el tabaco de sus vidas.
Dejar de fumar con éxito: el ejercicio mental diario que debes hacer
“El proceso de dejar de fumar está constituido por varias etapas y puedes alcanzarlas de manera más lenta o rápida. No existe una respuesta correcta ni común, cada persona tiene su ritmo y sus necesidades en este camino", asegura la Dra. Neves.
Por eso, es necesario elaborar un plan de acción específico para cada uno y hacer un ejercicio mental a diario: pensar en cómo te sentirías al dejar de fumar, la manera de respirar, el dinero ahorrado, los olores y sabores, los beneficios en la piel, los dientes, el aliento, la energía, el sueño y la libido. En resumen, pensar en el mayor bienestar que se logrará al dejar este hábito.
Consejos para hacerte más llevadero el proceso de dejar de fumar
Además de visualizarte siendo exfumador y aun con tratamiento farmacológico, debes ser consciente que dejar de fumar significa, como bien sabes, lidiar con el síndrome de abstinencia. La doctora nos ofrece algunos consejos que usa en sus terapias y que funcionan:
1) Controlar el ambiente
- Lavar las cosas que huelan a tabaco.
- Elegir un sitio donde fumar antes de la fecha del último cigarro (lo más lejos posible del espacio habitual).
- Tirar ceniceros y otros utensilios relacionados con el tabaco.
2) Interrumpir las tentaciones
- Evitar hábitos que recuerden al cigarro (alcohol, determinado bar…).
- Reconocer las situaciones de tu rutina que son más propensas para fumar (ambientes, personas).
- Evitar café, tés oscuros y bebidas energéticas.
- Lavarse los dientes justo al terminar de comer.
- Cambiar la ruta para no pasar por delante del lugar donde comprabas tabaco habitualmente.
- Modificar la rutina lo máximo que se pueda: dónde te sientas, qué haces al despertar… En esta línea, empezar alguna actividad nueva.
Superar el síndrome de abstinencia: los trucos finales
Una vez que se comienza el tratamiento para abandonar el tabaco, la experta señala que el momento más duro y de mayor riesgo de recaída es cuando aparece ese deseo casi incontrolable de fumar.
Para la doctora, la clave está en no perder la calma. La abstinencia no dura más de 15 minutos; si el paciente se mantiene distraído en esos momentos de mayor molestia, podrá ir superándolos y cada vez serán menos frecuentes y más cortos.
Algunos trucos que pueden ayudar a hacer más llevadero ese momento son:
- Tener a mano caramelos o chicles poco calóricos: masticar disminuye las ganas de fumar.
- Elegir comidas con sabores fuertes y especiadas (canela, jengibre…).
- Beber agua muy fría: según diversos estudios, una gran ayuda para vencer la abstinencia es beber un vaso de agua bien fría.
- No negociar: un cigarro es suficiente para desencadenar los efectos químicos y psicológicos de la adicción.
- No sustituir el cigarro por dulces, ya que eso puede producir un aumento de peso y generar mayor ansiedad.
Si estás en ello, lector, ¡mucho ánimo! Parece un camino imposible hasta que uno lo consigue. Después de superarlo, no habrá quien te pare.
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