La influencia perjudicial del estrés es más que evidente en diferentes escenarios, especialmente en aquellas situaciones que concentran mayor presión, como puede ser el parto prematuro de un bebé. Este ha sido justamente el objeto de un reciente estudio de la Universidad de Santiago, quien ha llevado a cabo una investigación con el fin de comprobar cómo influyen las diferentes emociones y los estados de ánimo en sustancias derivadas del propio cuerpo.
La Universidad de Santiago es una de las más longevas del mundo. Fue fundada en 1495 por el mercader y financiero Lope Gómez de Marzoa y cuenta con más de 500 años a sus espaldas. Desde sus inicios, la Universidad de Santiago gozó de un importante impulso cultural y económico, compartiendo a lo largo de su historia ofertas formativas en todo tipo de ramas, desde Derecho hasta la Medicina.
Actualmente, esta cuenta con un gran prestigio, situándose entre las 10 mejores universidades del país y presume de tener como objetivo convertirse en uno de los 100 mejores campus biosanitarios de la Unión Europea. De ahí que sean varios los estudios e investigaciones que la Universidad de Santiago comparte de forma constante en su página web y en revistas científicas, como es el caso de Nature.
En una de sus últimas publicaciones, la Universidad de Santiago expone correlación y causalidad entre dos variables particulares del ser humano: el estrés y la leche materna. No obstante, esta relación se da de forma opuesta, es decir: a mayor estrés, menor calidad en la elaboración de la leche que sirve de alimento para muchos bebés.
El estrés perjudica a la leche materna, según la Universidad de Santiago
Con la ayuda de los departamentos propios de neonatología y de microbiología, la Universidad de Santiago realizó una investigación para comprobar cómo el estrés influye y afecta a la microbiota de la leche materna y, como consecuencia, a la microbiota intestinal del recién nacido. Los resultados demostraron que el estrés cambia de mal modo la microbiota (el conjunto de microorganismos esenciales en determinadas funciones), reduciendo la diversidad de bacterias, sobre todo aquellas que son más beneficiosas para el organismo.
Al alterarse la microbiota de la leche materna, la Universidad de Santiago también comprobó que la microbiota intestinal de los recién nacidos también se ve alterada, sobre todo si son prematuros. "Cuanto más precoz es el nacimiento, más niveles de estrés causa en la madre y más influye en la cantidad de leche materna extraída", apunta la investigación. Sin embargo, los macronutrientes de la leche (los más importantes, como las proteínas, los hidratos de carbono o los lípidos) no se ven alterados.
"Se deben establecer medidas para controlar el estrés de la madre durante el período perinatal", anuncia la investigación de la Universidad de Santiago. "Aunque ciertas variables sociales independientes, como el nivel educativo, favorecen a un mejor control del estrés, también se pueden aplicar medidas adicionales en las unidades de cuidados intensivos neonatales (UCIN)".
La Universidad de Santiago destaca, además, que este es el mejor alimento y el más completo para los recién nacidos y, por ello, hay que centrar los cuidados en la familia durante los primeros días de estos. "Está demostrado que el método canguro, piel con piel, disminuye también muchísimo el estrés, sobre todo en los inicios".
En dicho estudio participaron 45 madres y 52 bebés prematuros y se midió el estrés de la progenitora a los tres, siete y quince días después del nacimiento de su hijo. Para ello, se empleó una escala validada a nivel internacional conocida como: PSS Nicu (la Escala de Estrés Parental desarrollada en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales). Al mismo tiempo, se realizaron análisis tanto de la leche materna como de las muestras de heces de los recién nacidos.
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