Son los denominados “vinos comodín”, expresión que, en esta ocasión, no tiene nada de peyorativo. Porque no quiere decir que determinada etiqueta tenga tan poca personalidad como para poder ‘irse con cualquiera’ (hablando de alimentos) o resulte tan anodina como para encajar a cualquier hora del día.Todo lo contrario. Pueden ser vinos excelentes- como los tres que traemos aquí-, pero que por su propia idiosincrasia en cuanto a uva, elaboración, etc. resultan sumamente versátiles, lo cual en el mundo enológico es una virtud por encima de un defecto. Y también, de cara al consumidor, es un valor añadido.
Vinos frescos y con raigambre
Referencias vinícolas que no se van a una excesiva potencia ni a una completa ligereza, que son de pulidos taninos en el caso de los tintos o que tienen una acidez que los levanta en el caso de los blancos. Frescos, gustosos, con el justo volumen en boca… y de una raigambre suficiente como para alternar el tapeo con un almuerzo o alegrar un picoteo a última hora de la tarde. Y no siempre la juventud es determinante como veremos. Vinos jóvenes, o no tanto, con un espíritu propio que da mucho juego.
Sela 2017
- Bodegas Roda/ D.O. Rioja
- PVP recomendado: 17 euros
Es el vino más joven y fresco de Roda, la bodega más joven del ‘Barrio de la Estación’ (Haro) que cuando se inauguró supuso toda una revolución en Rioja al traer nuevos aires de modernidad con sus elaboraciones. Éste Sela está hecho con uvas tempranillo (95%) y resto graciano y garnacha, recolectadas de viñedos cultivados sosteniblemente. Estuvo en barrica (roble francés semi- nuevo) durante 12 meses. Un excelente tinto caracterizado por su versatilidad. Su cuerpo, intensidad y volumen medio en boca lo hacen perfecto para guisos de carne o asados, porque acompañará sin cansar. Da tanto juego que también resultará excelente (algo fresco) con aperitivos como la ensaladilla rusa, embutidos ibéricos o empanada de carne. Y desde luego es uno de esos tintos idóneos para pescados azules al horno.
El Zarzal 2018
- Bodegas Emilio Moro/ D.O. El Bierzo
- PVP recomendado: 12,10 euros
Un blanco, ya en tercer año, de los vinos que Emilio Moro elabora en El Bierzo, una zona conocida sobre todo por sus tintos mencía pero por la que la familia Moro -con sus bodegas originales en Ribera del Duero-, apostó para elaborar sus blancos. Está elaborado con uva godello, una cepa muy noble y que da mucho juego según se elabore. Se fermentó en fudres (no es muy habitual) de roble francés y se crió en lías. El resultado es un vino de gran vivacidad, mineral, con la acidez alta, limpio, fragante… Todo rematado por un volumen que hará un magnífico papel con un aperitivo variado, desde foie- gras o sobrasada (limpiando la boca), aves blancas en salsa de ciruelas claudias (contrastando con el dulzor) y desde luego todo tipo de pescados, como el besugo a la espalda (apuntalando la fortaleza del plato).
Luzón Colección Monastrell 2019
- Bodegas Luzón/ D.O. Jumilla
- PVP recomendado: 6,95 euros
Un tinto joven muy representativo de Jumilla, zona de interior en Murcia con clima mediterráneo, donde la monastrell es la uva estrella. Esta bodega es uno de los clásicos en la zona, una denominación de origen donde se están en continua evolución y con felices resultados. Un buen ejemplo de ello es este vino, con muy buena relación calidad- precio, elaborado con uva monastrell 100%. Es el más joven de la bodega y no tiene crianza en madera, lo que marca su personalidad. De color violáceo, posee intensidad en nariz, donde no faltan los frutos rojos o cerezas y fresas. De notas especiadas, en boca resulta fresco y con nervio y presencia, estructura y frescura. Otro vino versátil y abierto a muchas posibilidades: desde un picoteo con choricitos fritos, quesos curados o tortilla de patatas a carnes a la parrilla, asados y platos típicos murcianos como el Caldero del Mar Menor. Servir algo fresco.
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