Bienestar

A vueltas con el zumo de naranja: ¿es sano o no? La ciencia lo aclara

Unas nuevas investigaciones han detallado finalmente qué pasa con el zumo y si podemos beberlo o no

En Vozpópuli ya te advertimos de que consumir zumo de naranja quizá no era tan sano como pensábamos, de acuerdo a las investigaciones. Sin embargo, como en casi todo en la vida, hay informaciones contradictorias.

A continuación te decimos los pros y contras de los zumos de frutas y, en particular, del de naranja, uno de los más consumidos.

Contras del zumo de naranja

Una investigación, publicada en la prestigiosa revista académica Journal of the American Medical Association (JAMA) y recogida por The Telegraph, demostró que beber un vaso de zumo de 350 mililitros al día puede aumentar en riesgo de muerte prematura hasta en un 24%.

Esto es debido a su elevado contenido en fructosa, el azúcar presente de forma natural en las frutas, que aumenta nuestra resistencia a la insulina y estimula las hormonas que promueven la acumulación de grasa, sobre todo en la tripa. Todo ello conduce a una mayor probabilidad de sufrir una enfermedad cardíaca o diabetes.

Cuidado con el zumo

Tal es el azúcar que contienen los zumos que se estima que un vaso mediano tiene aproximadamente la misma cantidad de azúcar que una lata de Sprite o una bolsa de lacasitos M&M. En total, un vaso de tamaño normal de este jugo puede sumar hasta 33 gramos de azúcar. O sea, una burrada.

Al respecto, otro estudio del Current Opinion in Lipidology relacionó el alto consumo de fructosa con el aumento de la grasa abdominal y la resistencia a la insulina.

Pros de beber zumos de frutas y/o de naranja

Si dejamos de lado su alto contenido en azúcar, es cierto que los zumos tienen muchas vitaminas y nutrientes, como calcio, hierro, magnesio, fósforo, potasio, zinc, folato. Además, el zumo de fruta contiene componentes bioactivos como:

  • carotenoides (sobre todo luteínas y criptoxantinas)
  • polifenoles (hesperidina y nairirutina, que están en el grupo de las flavonas)
  • y fibra (pectina).

Todos ellos, componentes bioactivos con un potente efecto antioxidante, los cuales nos protegen frente a enfermedades como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, etc.

Uno de los componentes más interesantes, presentes en la fruta y los zumos, es la hesperidina, ya que ensayos clínicos recientes han demostrado que tiene un efecto positivo sobre las enfermedades neurológicas, psiquiátricas y cardiovasculares. Además, se le atribuyen también: efectos antioxidantes y antialérgicos, una actividad de inmunomodulador, un alivio de las alteraciones hormonales, una actividad antiulcerosa y posiblemente una ayuda para la cicatrización, según esta otra investigación

A continuación, vamos a ver a través de qué medios se puede obtener una mayor biodisponibilidad, que es el grado en el que los nutrientes presentes en los alimentos están disponibles para ser absorbidos y utilizados por el cuerpo, de este componente bioactivo tan poderoso; la hespiridina.

Por tanto, el zumo de naranja, tanto natural como envasado, es una de las pocas fuentes naturales ricas en hespiridina.

Beber un zumo es 'meterse' un chute de azúcar

Entonces, ¿zumos sí o zumos no?

Pues como todo en la vida, lector, lo mejor es tomarlo con moderación. "Los zumos a menudo son vistos como una alternativa 'saludable' a las bebidas azucaradas, pero en realidad contienen mucha más azúcar", asegura el profesor Gunter Kuhnle, de la Universidad de Reading.

Es decir, el único punto negativo de los zumos es el azúcar que contienen, pero por contra tienen muchos nutrientes y vitaminas, obviamente no presentes en las bebidas azucaradas. Así que, está claro: si es cuestión de elegir, mejor zumo que una bebida artificial. 

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