Un pequeño laboratorio especializado en servicios para la pequeña y mediana empresa agroalimentaria. Una empresa que quiere revolucionar con sus innovadores diseños el mundo de las alpargatas. Un centro de psicología que ofrece soluciones a las dificultades de aprendizaje de niños y jóvenes. Ninguna de estas ideas de negocio habría pasado de eso, de ideas, de no ser por una figura que ha cobrado especial relevancia en una etapa marcada por la pandemia y la incertidumbre social y económica: la banca social.
La banca social se caracteriza por poner en el mercado una serie de productos y servicios financieros cuyos parámetros no priorizan necesariamente maximizar el rendimiento económico, sino que anteponen otros criterios como el interés social de un determinado proyecto o la necesidad de ofrecer acceso a la financiación a aquellos colectivos que no están suficientemente cubiertos en este sentido.
La banca social se caracteriza por poner en el mercado una serie de productos y servicios financieros cuyos parámetros no priorizan necesariamente maximizar el rendimiento económico
En el caso de los proyectos anteriores, se trata de casos reales de pequeños negocios de emprendimiento que han recibido financiación para su puesta en marcha o consolidación de MicroBank, el banco social de CaixaBank. Además del soporte financiero de su entidad matriz, MicroBank cuenta con el apoyo de las principales instituciones europeas dedicadas al fomento del emprendimiento y las microfinanzas, como el Fondo Europeo de Inversiones (FEI), el Banco de Desarrollo del Consejo de Europa (CEB) y el Banco Europeo de Inversiones (BEI).
La banca social en un contexto de pandemia
La pandemia y sus derivadas laborales y empresariales han provocado que la economía de una gran cantidad de familias y pequeñas empresas se haya visto seriamente dañada durante los últimos dos años. Un serio revés para las posibilidades financieras de estas personas y micro pymes que amenaza su bienestar, comprometen su futuro y, en algunos casos, les conducen a situaciones de vulnerabilidad.
En un contexto de alta incertidumbre como este, iniciativas de banca responsable que aporten un colchón financiero a estos colectivos son más necesarias que nunca. “En un año marcado todavía de manera excepcional por la pandemia, hemos seguido apoyando a emprendedores y a familias con pocos recursos para contribuir a su recuperación y favorecer la puesta en marcha de nuevos proyectos”, destaca Juan Carlos Gallego, presidente de MicroBank.
La entidad concluyó el año 2021 con una cifra récord tanto en número de operaciones materializadas como en volumen de financiación. En concreto, durante este último ejercicio, MicroBank destinó un total de 953 millones de euros a financiación con impacto social, un 5,8% más que el año anterior. Una inyección económica que se distribuyó en un total de 107.222 préstamos.
MicroBank concluyó 2021 con una cifra récord tanto en número de operaciones materializadas como en volumen de financiación
Un colectivo al que se ha prestado especial atención durante el año 2021 ha sido el de las familias con menos recursos y dificultades para acceder a crédito. El 57% del volumen total financiado por el banco en este periodo ha ido destinado a este segmento, con un total de 86.859 micropréstamos por un importe conjunto de 547 millones de euros. Una inyección económica que ha sido un bálsamo para estas familias y gracias a la cual han podido hacer frente a necesidades puntuales y a otros gastos. “MicroBank ha sabido adaptar su actividad al contexto económico y social, y en 2021 ha puesto el acento en las necesidades de las familias, sin olvidar la financiación a emprendedores y microempresas ni al resto de colectivos”, señala Cristina González Viu, directora general de MicroBank.
Apoyo a los negocios
La pandemia ha supuesto un frenazo a la actividad de miles de autónomos y pequeñas empresas. Un colectivo clave para la marcha del país que lo ha pasado especialmente mal y que necesita mecanismos financieros especiales para su reactivación. Precisamente, la concesión de microcréditos para autónomos y microempresas ha sido otra de las grandes líneas de actuación de MicroBank durante 2021. En total, se firmaron en el ejercicio 15.221 operaciones por un total de 196 millones de euros destinados a respaldar y consolidar proyectos de negocio en este colectivo.
Otro de los criterios que sigue MicroBank a la hora de decidirse a financiar un proyecto es la dimensión social del mismo. El banco social ha habilitado líneas específicas de financiación destinadas a sectores con impacto social, ayudando a materializar 5.142 proyectos en España por importe de 210 millones de euros durante 2021, lo que representa un aumento del 36,4% frente al ejercicio anterior. Estas líneas de financiación social suponen ya el 22% del capital concedido por el banco, y están dirigidas a proyectos de economía social, educación, emprendimiento, innovación y salud que generen un impacto positivo en la sociedad.
El banco social ha habilitado líneas específicas de financiación destinadas a sectores con impacto social, que han ayudado a materializar 5.142 proyectos en España por importe de 210 millones de euros
Banca socialmente responsable
Con estas líneas de financiación social, MicroBank quiere dar respuesta a las necesidades de diferentes segmentos de población especialmente vulnerables, facilitándoles acceso a crédito y promoviendo su inclusión financiera. Sus actividades se integran en el Plan de Banca Socialmente Responsable de CaixaBank, único accionista de la entidad y que apoya la actividad social de su banco social a través de aportación de la financiación necesaria para el crecimiento de su actividad crediticia y comercializando sus productos a través de su red comercial.
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