El cáncer de próstata es el más frecuente de todos los cánceres entre los varones, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), una enfermedad que se desarrolla principalmente en varones de edad avanzada y cuando las células de la próstata comienzan a crecer fuera de control.
Según revela la American Cancer Society, las pruebas de detección tienen el objetivo de descubrir el cáncer antes de que se presente algún síntoma. En el cáncer de próstata, la prueba de referencia es la Prueba Sanguínea del Antígeno prostático específico o PSA, una proteína producida por las células normales y cancerosas en la glándula prostática.
En concreto, esta institución señala que el PSA se encuentra principalmente en el semen, aunque también se puede encontrar en pequeñas cantidades en la sangre. "El nivel de PSA en sangre se mide en unidades llamadas nanogramos por mililitro (ng/mL). La probabilidad de tener cáncer de próstata aumenta a medida que el nivel de PSA sube, pero no hay un valor límite establecido que pueda indicar con certeza si un hombre tiene o no tiene cáncer de próstata”, valora.
Ahora bien, según destaca el doctor Antonio Maldonado, jefe del Servicio de Medicina Nuclear del Hospital Universitario Quironsalud Madrid, el PSA sirve de referencia, entre otras variables, tanto a la hora de detectar un cáncer de próstata en primera instancia, como a la hora de vigilar posibles recidivas del mismo.
“En la actualidad el control de los pacientes que han sido tratados por un cáncer de próstata se basa en la medición del PSA en sangre. Cuando éste se eleva en sangre se realizan pruebas complementarias para detectar la recidiva tales como la TAC, la gammagrafia ósea, o la resonancia magnética. Si los niveles no son muy altos, estas pruebas son incapaces de descubrir la enfermedad tumoral lo que impide aplicar las medidas terapéuticas más adecuadas en fases incipientes”, añade.
Desde la SEOM trabajan en esta misma línea y consideran a este respecto que cuando en el seguimiento de pacientes tratados de cáncer de próstata localizado y en fase precoz se detecta una elevación mantenida de los niveles de PSA en sangre, y en ausencia de síntomas, a menudo con los métodos diagnósticos disponibles no se puede detectar metástasis.
No obstante, el especialista de Quirónsalud Madrid remarca que desde hace unos años se ha introducido en la práctica hospitalaria el PET-TAC con PSMA (prostate-specific membrane antigen), una prueba de imagen que permite una detección muy precoz de las recidivas cuando los niveles de PSA son muy bajos (inferiores a 0.5 ng/ml).
“Esta prueba ya está disponible en Quirónsalud Madrid desde este mes de julio. En muchas ocasiones es la única técnica que permite esta detección a diferencia de las pruebas habituales, incapaces muchas veces de descubrir la recidiva tumoral, abriendo por tanto la puerta a la aplicación de las novedosas y eficaces medidas terapéuticas”, celebra el especialista.
Detectar recidivas ante niveles muy bajos de PSA
En concreto, el doctor Antonio Maldonado explica que el desarrollo de nuevos radiofármacos PET más específicos, como es el caso del PSMA, permite a los expertos detectar recidivas ante niveles muy bajos de PSA, “a diferencia de lo que ocurre habitualmente con el resto de pruebas diagnósticas que se usan en los hospitales”.
De hecho, el jefe del Servicio de Medicina Nuclear del Hospital Universitario Quironsalud Madrid celebra que el PET-TAC con PSMA “ha supuesto un cambio drástico en el manejo terapéutico de estos pacientes” ya que, según insiste, las actuales técnicas son incapaces con frecuencia de detectar las recidivas hasta que los niveles de PSA son muy altos, y por tanto cuando la enfermedad está muy avanzada.
“El PSMA permite detecciones muy precoces, mejorando por tanto la eficacia de las terapias antitumorales", recalca, al mismo tiempo que resalta que pero los avances no se quedan ahí y esta prueba permite ver las recaídas, aparte de que si se le añaden moléculas radioactivas, como el lutecio o el actinio (Lutecio-PSMA y Actinio-PSMA), y se inyectan al enfermo, se logrará no sólo detectar las recidivas de forma precoz, “sino tratarlas ‘in situ’”.
En última instancia, el doctor Felipe Couñago, jefe asociado del Servicio de Oncología Radioterápica de Quirónsalud Madrid, resalta que “la detección precoz varía la actitud terapéutica en el cáncer de próstata”, por lo que para él, la utilización de PSMA cambia la manera en que se tratan los pacientes con recaída.
“Un metaanálisis ha evaluado la relación entre la detección precoz de recaídas realizadas con PET-TAC con PSMA y ha observado que la detección precoz con esta nueva herramienta cambia el tratamiento de uno de cada dos pacientes en recaída de cáncer de próstata. En el 50% de los pacientes a los que analizamos con PSMA cambiamos nuestra actitud terapéutica”, asegura el experto de Quirónsalud Madrid.
Con todo ello, este especialista recuerda que periódicamente, y según marque el especialista de cabecera que ha tratado el cáncer de próstata en el paciente, los hombres deben someterse a un análisis de sangre que verifique la evolución en sus niveles de PSA, así como acudir a las revisiones pertinentes con el urólogo o el oncólogo.
“Es muy importante que los pacientes no dejen de ir a sus visitas de referencia con el especialista a pesar de la pandemia. Los centros sanitarios han diseñado circuitos limpios de coronavirus, por lo que acudir hoy al hospital ya no es un problema a la hora de contagiarse”, remarca.
De hecho, recuerda que el Hospital Quirónsalud Madrid ha conseguido el certificado Protocolo Seguro COVID-19 que otorga Applus, una acreditación que analiza las medidas higiénicas del centro, las medidas técnicas de distanciamiento interpersonal, las adaptaciones en la organización para favorecer la seguridad tanto de personal como de pacientes y las mejoras sanitarias en procesos de desinfección y control para afrontar la pandemia de coronavirus.
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