La enfermedad coronaria es una de las principales causas de muerte en el mundo desarrollado. Las arterias coronarias son las encargadas de suministrar sangre, nutrientes, y oxígeno al corazón. Enferman generalmente consecuencia de la aterosclerosis, que no es otra cosa que la acumulación en la pared de la arteria de depósitos de colesterol, grasas y otras sustancias. La cardiología de precisión puede ayudar a evitar estos problemas.
“Esto hace que se estrechen las arterias en el largo plazo, disminuyendo en consecuencia el flujo de sangre al corazón, y por tanto se produce un aporte insuficiente de oxígeno a las células del organismo (isquemia). De no tratarse, puede provocar falta de aliento, dolor de pecho, por ejemplo. Y de ser la obstrucción completa, dar lugar a un ataque cardíaco y dañarse de forma permanente parte del músculo cardíaco”, explica la doctora Soledad Ojeda, cardióloga intervencionista del servicio de Cardiología del Hospital Quirónsalud Córdoba.
Al principio, continúa esta experta, es posible que la disminución del flujo sanguíneo no cause ningún síntoma, si bien a medida que la placa continúa acumulándose en las arterias coronarias pueden manifestarse los signos antes descritos.
Los problemas de las arterias coronarias se pueden desarrollan con el paso de los años, y muchas veces no se identifica el problema hasta que la obstrucción es significativa o se produce un ataque al corazón
De hecho, advierte esta especialista, el problema de las arterias coronarias en estos casos es que se trata de una enfermedad progresiva, es decir, que se desarrolla con el paso de los años, a menudo durante décadas, y muchas veces no se identifica el problema hasta que la obstrucción es significativa o bien se produce un ataque al corazón.
“La oclusión coronaria crónica se define como el cierre total de una arteria producida al menos tres meses antes de su diagnóstico. Este tipo de lesiones se encuentran hasta en un 30% de las coronariografías diagnósticas”, detalla por su parte el doctor Francisco José Hidalgo, igualmente cardiólogo intervencionista de Quirónsalud Córdoba.
A diferencia de un cierre agudo de arteria, donde la lesión suele ser blanda, el doctor precisa que el tiempo transcurrido de cierre hace que este tipo de oclusiones tengan gran dureza, “por lo que son consideradas como las lesiones de mayor complejidad dentro del intervencionismo coronario”.
El abordaje retrógrado, clave en oclusiones totales
Precisamente, el Hospital Quirónsalud Córdoba ha puesto en marcha un programa específico para el tratamiento de oclusiones coronarias crónicas totales, convirtiéndose en centro de referencia de esta patología y pionero en su abordaje en la sanidad privada andaluza, según indican los cardiólogos intervencionistas.
De hecho, destacan que existen pocos centros en España que dispongan de un programa de tratamiento específico de este tipo de lesiones debido a su dificultad técnica, sobre todo en el abordaje retrógrado, técnica dominada solamente por cardiólogos intervencionistas expertos.
Ésta “consiste en acceder al segmento distal de la arteria ocluida a través de micro ramas procedentes de otras arterias para poder así pasar el segmento ocluido cuando no es posible hacerlo mediante el acceso habitual, es decir, desde la parte proximal de la arteria”, detalla el doctor Hidalgo.
En concreto, la cardióloga intervencionista Soledad Ojeda apunta que existen tres indicaciones claras para practicar este tratamiento. En primer lugar, para pacientes con disfunción ventricular izquierda, con el objetivo de mejorar la función ventricular al restablecer el flujo coronario y eliminar la isquemia del miocardio afectado.
El abandono del tabaco, el aumento de la ingesta de frutas, y de verduras, la actividad física regular o la reducción de la sal en la alimentación disminuyen el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares
“También está indicado en pacientes que, a pesar de tratamiento médico, persisten con síntomas de angina (dolor torácico); ya que está demostrado el beneficio que la apertura de la arteria produce, haciendo que desaparezca el dolor torácico, y consecuentemente mejorando la calidad de vida del paciente”, agrega.
Asimismo, el especialista de Quirónsalud dice que se realiza en aquellos pacientes que tengan obstruidas dos de las tres grandes arterias del corazón y solamente tengan un vaso permeable. “Con esta intervención se pretende prevenir que, en caso de que se produzca un evento clínico sobre la única arteria que el corazón tiene disponible, no aparezca la isquemia total (falta de riego sanguíneo que puede provocar la muerte de tejidos), desastrosa para el pronóstico del paciente”, describe.
¿Podemos prevenir la acumulación de placas?
En última instancia, el doctor Francisco José Hidalgo recuerda que las placas de ateroma que se acumulan y dañan las paredes arteriales pueden prevenirse si se deja de fumar, se previene la diabetes, la obesidad, el sedentarismo, se controla la presión arterial alta, así como los niveles elevados de colesterol.
Con todo ello, remarca la idea de que un estilo de vida saludable es fundamental para prevenir la enfermedad coronaria. “Los factores de riesgo conductuales más importantes de las enfermedades cardiacas y los accidentes cerebrovasculares son la inactividad física, la dieta malsana, el consumo de tabaco y de alcohol. El abandono del tabaco y del consumo nocivo de alcohol, el aumento de la ingesta de frutas y de verduras, la reducción de la sal en la alimentación, y la actividad física regular disminuyen el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares”.