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Coca-Cola avanza hacia un futuro sin emisiones

La huella de carbono representa el volumen total de gases de efecto invernadero (GEI) que producen no solo las actividades económicas, no solo las empresas, sino todas y cada una

La huella de carbono representa el volumen total de gases de efecto invernadero (GEI) que producen no solo las actividades económicas, no solo las empresas, sino todas y cada una de las actividades cotidianas del ser humano. Hasta llegar aquí, mientras lees este artículo al que puedes haber accedido cliqueando con tu móvil, habrás generado una estela de gases que están sobrecalentando el planeta. En total, unas cuatro toneladas de CO2 al año. Por ello, es importante el compromiso de empresas como Coca-Cola, que se convierten en agentes de cambio y liderazgo en la lucha contra el calentamiento global. Cuando se cumple un año de su plan de acción climática ‘Actuamos sobre el clima ahora: objetivo Cero’ y que ha supuesto varios importantes logros, Coca-Cola vuelve a demostrar que su compromiso no ha sido nunca una declaración de intenciones y que, aunque ambiciosos, los nuevos objetivos —basados en criterios científicos— están a su alcance. 

“El compromiso social y medioambiental de Coca-Cola no es algo nuevo, y nuestro objetivo es alcanzar la neutralidad en carbono en 2040, diez años antes del objetivo marcado por Europa”, señala Carmen Gómez-Acebo, directora de Sostenibilidad Iberia Coca-Cola Europacific Partners (CCEP). Un nuevo paso en un camino en el que ya han conseguido, y en solo diez años, reducir en casi un 45% sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en España en toda su cadena de valor.

El plan de acción climática de Coca-Cola para Europa Occidental plantea también una nueva y más inmediata meta: reducir en un 30% las emisiones GEI en su cadena de valor para 2030 (vs 2019). Convencida de que proteger el futuro de nuestro planeta no es solo imprescindible sino urgente y de que es necesario convertir las palabras en acciones, seguirá disminuyendo sus emisiones en cinco áreas prioritarias: envases, ingredientes, operaciones, equipos de frío y transporte. 

Reducir como máxima

En este trayecto hacia el cero, Coca-Cola ha decidido elegir la manera más exigente: reducir sus propias emisiones en toda la cadena de valor antes que compensarlas. “Podríamos conseguir ser neutros en carbono compensando, pero hemos elegido centrarnos primero en reducir nuestras emisiones todo lo posible, desde los ingredientes que obtenemos, pasando por los envases que usamos hasta las bebidas que vendemos. Cuando no podamos reducir más, solo entonces optaremos por proyectos validados para eliminar las emisiones de GEI de la atmósfera. Y estas compensaciones serán sólo temporales, hasta que se puedan implementar nuevas iniciativas para seguir reduciendo”, puntualiza Gómez-Acebo. 

Unión con proveedores

Teniendo en cuenta que más del 90% de las emisiones generadas por Coca-Cola son aquellas sobre las que no tiene control directo (de alcance 3), como las que producen los ingredientes que utiliza, los envases, equipos de frío, transporte y distribución, y con el convencimiento de que en la batalla contra el cambio climático se necesita trabajar juntos, CCEP hará todo lo posible para reducirlas uniéndose a sus proveedores estratégicos. Trabajará junto a ellos para que establezcan objetivos validados científicamente, utilicen un 100% de electricidad renovable en todas sus operaciones para 2023 y compartan los datos de su huella de carbono. 

Coca-Cola utiliza electricidad verde y sustituye equipos por otros de nueva generación, lo que evita la emisión de millones de toneladas de C02  

De esta manera, antes de anunciar su compromiso climático, en diciembre de 2020,
Coca-Cola reunió a sus proveedores estratégicos en Europa Occidental para hacerles partícipes del plan, impulsando la transición hacia la neutralidad en carbono en toda su cadena de valor.

Envases sostenibles y con menor impacto

Cada vez que una de los 66 millones de personas que en España disfruta de una bebida de Coca-Cola tiene en sus manos mucho más que un refresco: un envase que ha sido pensado, diseñado y puesto en el mercado para minimizar su impacto ambiental. Para ello, utiliza plástico reciclado como materia prima y, a día de hoy, casi el 100% (el 99,7%) de sus envases son reciclables en otra botella. En ellos figura un claro mensaje: “Por favor recíclame”. Porque cada vez que depositamos una botella en el contenedor amarillo pasamos a formar parte de una importante cadena: primero pasa por un proceso de separación en una planta de reciclado, después se limpia a conciencia para eliminar la etiqueta o cualquier tipo de contenido, se tritura, se funde y se convierte en pequeñas bolitas de resina que formarán parte de la materia prima de nuevas botellas. Cada uno de los envases contiene un 25% de PET reciclado -un 50% en el caso de bebidas sin gas y zumos-, un porcentaje que seguirá en aumento hasta el 50% en 2022 y que significará una reducción del 17% de la huella de carbono. Smartwater ya tiene el 100% plástico PET reciclado.

Coca-Cola ha sellado su compromiso de recoger el equivalente al 100% de las botellas que ponga en el mercado para contribuir a disminuir los residuos, especialmente en los océanos

En España, Coca-Cola cuenta con hasta 19 tamaños de envases diferentes para sus 282 referencias de la gama de bebidas, y en todos ellos se ha venido reduciendo la materia prima con la que se fabrican. Puede parecer que un gramo es cosa insignificante, pero cuando miles de botellas o latas son más ligeras, no solo se reducen los recursos empleados para su fabricación, sino que su transporte es también es más eficiente. Las latas de aluminio ya son un 60% más ligeras que hace treinta años. Esta disminución en el peso permite ahorrar al año más de 22.000 toneladas de material virgen (PET, aluminio, vidrio)

Apuesta energética y vehículos eléctricos. Transporte más verde.

Para lograr la descarbonización total en 2040, Coca-Cola lleva años trabajando para que el 100% de la energía eléctrica que utiliza en sus plantas en España y en sus oficinas centrales de Madrid proceda de fuentes renovables. Y a finales de 2023, seis fábricas se convertirán en neutras en carbono. La situada en la localidad oscense de Villas del Turbón ya ha sido la primera con emisiones netas. La renovación de los equipos de frío es otra de sus apuestas. Desde 2010 las emisiones generadas por estos se han reducido en un 65%, pero se seguirá asegurando de que los nuevos sigan siendo libres de hidrofluorcarburos (HFC) y energéticamente más eficientes: el 70% de las ‘neveras’ Coca-Cola son Connected Coolers, equipos de frío de última generación diseñados para disminuir el consumo energético y con él la huella de carbono.

El 100% de la electricidad que Coca-Cola utiliza en España tiene su origen en fuentes renovables

La progresiva incorporación de vehículos eléctricos e híbridos en su flota de coches y furgonetas se ha convertido también en una palanca crucial para convertir Coca-Cola en una empresa neutra en emisiones. 

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