Seguro que estas Navidades hemos cogido esos kilos de más que tan poco nos gustan. A estos, claro, hay que sumarles los que hemos acumulado durante la pandemia, un periodo en el que nos hemos movido menos y quizá nos hayamos vuelto un poco más sedentarios.
Con la llegada del nuevo año y de los propósitos muchas veces nos planteamos el perder esos gramos o, mejor dicho, kilos de más. No obstante, para ello es muy importante ponerse siempre en manos de expertos, es decir, consultarlo con un profesional sanitario, preferentemente un endocrinólogo experto en nutrición o bien en un dietista-nutricionista, y no recurrir a las 'dietas milagro'. Porque con ellas lograremos adelgazar, sí, pero a continuación conseguiremos el llamado ‘efecto rebote’, por el que no solo recuperaremos lo perdido, sino que incluso cogeremos algún kilo más.
La doctora María Luisa de Mingo, jefa de Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital La Luz de Madrid, advierte de que las ganas de bajar el peso ganado en Navidad pueden hacernos caer en dietas desequilibradas y sin supervisión de especialistas, entre ellas, las consideradas "dietas milagro", que deben ser evitadas en favor de una dieta de patrón mediterráneo.
“Después del periodo navideño uno de los propósitos más escuchados para el año nuevo es el de ‘voy a bajar peso’. Pero muchas veces este propósito se queda más en un deseo que en una realidad, tal vez porque se le da un enfoque más estético que de salud. Quizás deberíamos replantearnos ese propósito en términos de ‘voy a ganar en salud este año mejorando mi peso y aprendiendo a comer sano’”, detalla la experta.
A su juicio, lo adecuado, una vez que hemos decidido que deseamos mejorar nuestro peso y nuestra salud, es acudir a un equipo experto de dietitas-nutricionistas diplomados y endocrinólogos para nuestro chequeo general, así como el aprendizaje de hábitos basados en una dieta de patrón mediterráneo; y por supuesto, ¡sin olvidarnos de la actividad física!
Una vez que se ha decidido bajar de peso y mejorar la salud, es importante acudir a un equipo experto de dietitas-nutricionistas y endocrinólogos para un chequeo general
Cuidado con las ‘dietas milagro’
La Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) alerta de que estas dietas son peligrosas, entre otros puntos, porque no consiguen cambiar los malos hábitos alimentarios y de vida adquiridos por los pacientes, al tiempo que carecen de educación nutricional y acentúan los errores, aparte de no satisfacer las necesidades nutricionales, ya que no son dietas equilibradas.
“Por lo general son ricas en grasas saturadas, proteínas de origen animal y deficitarias en vitaminas y minerales. Si se mantienen mucho tiempo pueden producir: alteraciones cardiacas, renales, óseas, hepáticas, pueden empeorar algunas alteraciones gastrointestinales (náuseas, vómitos, diarreas, estreñimiento) entre otros efectos para la salud”, sostiene la sociedad científica.
Las dietas milagro son peligrosas porque no consiguen cambiar los malos hábitos alimentarios y de vida adquiridos, no satisfacen las necesidades nutricionales y acentúan los errores
Por su parte, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), avisa de que el 31% de los españoles con sobrepeso ha realizado alguna vez en su vida una “dieta milagro”.
Tipos de ‘Dietas Milagro’
La Fundación Española de Nutrición establece los siguientes tipos de dietas milagro:
• Dietas hipocalóricas desequilibradas: contienen un bajo contenido en energía, pero son desequilibradas.
• Dietas disociativas: se basan en la teoría de que los alimentos no engordan por sí mismos sino al consumirse según determinadas combinaciones, por lo que se puede comer de todo pero no durante la misma comida.
• Dietas excluyentes: se basan en eliminar de la dieta algún nutriente.
• Dietas psicológicas: utilizan estrategias psicológicas para conseguir reducir el consumo calórico.
La endocrinóloga del Hospital La Luz nombra algunas de las dietas milagro más conocidas: la dieta de Atkins, la dieta de la sopa, de Montignac, la del grupo sanguíneo, el método Dukan o la dieta de la col, entre otras.
A juicio de la doctora De Mingo, la mejor forma de combatir el sobrepeso es por medio de una alimentación equilibrada, basada en el patrón mediterráneo, así como con un plan regular de ejercicio físico.
“Siempre evitaremos el riesgo de caer en una de estas dietas milagro si acudimos a un equipo de dietistas-nutricionistas expertos como con el que contamos en nuestro hospital. Los riesgos de una dieta milagro son que pueden crear estados de desnutrición y déficit vitamínicos; enseñan conceptos erróneos de la alimentación y hábitos que pueden ser peligrosos para la salud; favorecen la aparición de trastornos de alimentación; inducen resistencia a la pérdida de peso en dietas futuras; el temido efecto rebote; empeoran el estado de salud (caída de pelo, mareo, cansancio, etc.); empeoran el riesgo cardiovascular; fomentan la frustración; y representan un enorme gasto económico”, denuncia la experta del Hospital La Luz del grupo Quirónsalud.
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